Historia Tranquila, Digresión: Juramento en la Pradera
Delta estaba de buen humor.
Hoy había cazado muchos bandidos con Shadow.
La fuerza era habilidad.
El poder era justicia.
La caza era una forma de vida y un lugar para demostrar la fuerza.
«¡¡¡Jefe!!! ¿Cómo fue la cacería Delta hoy?»
«Ah… Um, bien como siempre, supongo…» dijo Shadow, que vestía un largo abrigo negro azabache, mientras agarraba la cartera del cadáver del bandido.
«¡Hurra! ¡El jefe me ha elogiado!»
Para Delta, cazar con Shadow era el mejor momento de su día.
Ser elogiada por alguien superior a uno mismo era un honor para una beastkin, y era necesario para fortalecer su posición en el grupo.
Ese era el valor con el que crecían los beastkin.
«Ah, ¿qué hacemos con este cadáver?» Shadow señaló al beastkin muerto.
«¿Quién es?»
«Es tu hermano Delta, ¿Acaso lo olvidaste?»
Delta ladeó la cabeza y trató de recordar.
Ahora que lo pensaba, había un tipo desagradable que solía hablar con ella.
.»Por si acaso, ¿quieres que lo entierren o algo? No sé cómo vive un beastkin».
«¡No quiero!»
«Si tú lo dices…».
Tras decir eso, Shadow empezó a rebuscar de nuevo en la cartera del hombre.
«Mmm.»
Por alguna razón, mirar el cadáver del hombre bestia le recordó algo malo. Era un recuerdo de un pasado muy lejano, cuando ella aún se llamaba Sarah.
«¿Qué sucede?»
«¡¡¡Nada!!!» Exclamó con una expresión complicada.
Aunque estuvo de tan buen humor hace un momento…
Delta saltó a la espalda de Shadow y empezó a marcarle.
«¡Oye, aléjate de mí!»
«¡No quiero!»
«¡Quítate, apestaré a perro!»
«¡No es cierto!»
Al oler el aroma de Shadow, los viejos recuerdos se empezaban a desvanecer lentamente. Delta tuvo tal sensación.
En algún lugar dentro de una pequeña cabaña oscura.
«Sarah… ¿estás despierta?»
Al oír la llamada de su madre, Sarah se levantó de un salto.
«¡Sarah está aquí!»
Al fondo de la cabaña yacía su madre enferma.
«*Cough*…por favor trae…*cough*…un poco de agua…» dijo su madre con dificultad, mientras seguía tosiendo.
«¡Entendido! ¡Voy por ella!»
Sarah salió corriendo de la cabaña hacia el abrevadero para traerle agua a su madre.
Afuera, el sol de la mañana era deslumbrante y las praderas se extendían hasta más allá del horizonte. Cuando llegó al abrevadero, Sarah tenía los pies mojados por el rocío de la mañana.
El agua cristalina del abrevadero parecía brillar hermosamente.
Cuando Sarah se agachó para sacar agua, de repente se dio cuenta de algo.
«¡Oh, no! ¡He olvidado el cubo de agua!».
Dándose cuenta de aquello, rápidamente corrió a buscarlo.
Justo entonces, alguien la hizo tropezar.
«¿¡Kyaa!?»
Sarah cayó al suelo.
«Eh, Idiota, ¿Cómo te has caído tan de repente?»
«Jajaja, ¿te has vuelto a olvidar del cubo de agua?»
Los dos chicos eran un poco mayores que Sarah.
«Hermano Ral, y hermano Ren…»
A Sara se le cayeron las orejas con ligera tristeza.
«Realmente eres una inútil. ¿Ni siquiera puedes hacer las tareas domésticas más simples?».
«No sirves para nada si ni siquiera cazas…»
«¡P-Pero alguien tiene que cuidar de madre…! ¡Así que no puedo ir a cazar!»
«¡No me contestes!»
El puño de Ral golpeó la mejilla de Sarah.
A pesar de su corta edad, todavía seguía siendo el puñetazo de un beastkin. Sarah rebotó varias veces en las praderas.
«Uu…» La sangre brotó de la comisura de los labios de Sarah.
Los dos chicos parecían sorprendidos mientras ella se levantaba lentamente.
«Huh, parece que de verdad le he dado un golpe serio».
«¿Crees que la hayas lastimado en algún lugar extraño? Está actuando raro».
Diciendo eso, los dos se acercaron a Sarah.
«Escucha Sarah. Cuidar de esa mujer no tiene sentido. Ya ni siquiera puede cazar. A pesar de que sólo dio a luz a tres niños, ella es una inútil. «
«Ella solo es peso muerto para la manada. Esa es la razón por la que papá también la abandonó».
«¡Por qué… por qué dices cosas tan horribles! ¡Hermano Ral y hermano Ren, ella es… nuestra única madre…!» dijo Sarah con voz temblorosa, apretando los dientes.
«… Realmente eres una idiota.» dijo uno de los beastkin nuevamente, con un tono de voz frío, «Los débiles no tienen valor. Esa es la ley de la manada, ¿No es así?».
¿»Los débiles…? ¿La ley de la manada…?»
«No me digas que ya lo has olvidado… Y pensar que eres nuestra hermana pequeña.»
«Pero ella es nuestra madre…»
«Ya no es nuestra madre.»
«¿Eh…?»
«Oh cierto, no lo mencionamos. Fuimos adoptados por la familia número 3 de la manada, la familia Pit.»
«Así es. Ahora somos el estimado Ral de la familia Pitt, y el estimado Ren de la familia Pitt».
«No puede ser… Pero nuestra madre es…»
«No conocemos a ninguna mujer tan débil.»
«Llámanos hermano tan a la ligera la próxima vez y te mataremos. Recuérdalo bien.» riéndose burlonamente, los dos se marcharon.
Sarah se quedó boquiabierta un rato.
«Es cierto… el cubo de agua…» Secándose las lágrimas, Sarah volvió tambaleándose a la cabaña.
Sarah abrió la puerta de la cabaña sonriendo.
«¡Madre! Olvidé el cubo de agua».
«Oh, esta niña…»
Su madre la esperó con una sonrisa amable.
«¡Teehee…!»
«Está justo ahí, ¿ves?»
«¡Sí!»
Sarah agarró el cubo de agua que se encontraba al fondo de la cabaña.
«Sarah… ¿qué te ha pasado en la cara?»
«¿Eh?»
La mejilla de Sarah estaba roja e hinchada por el golpe de antes.
«¡Me… me caí! Teehee!»
Su madre miró atentamente la cara de Sarah mientras ella se reía torpemente.
«…. ¿Ral y Ren te hicieron eso?»
«¡No, no es así!»
«Ya veo. Con que fueron esos dos…»
«¡No es verdad! No lo es, pero…»
«Eres una niña demasiado amable. Acércate, Sarah.»
Con la cola caída, Sarah se dirigió a la cama de su madre, y ésta sonrió mientras le acariciaba la cabeza.
«Uf… Mamá es lista. Ella puede ver a través de todas las mentiras de Sarah «.
«Las mentiras de Sarah son fáciles de ver».
«Sarah no es lista. A Sarah la llaman ‘Sarah la idiota’. ¿Cómo puede Sarah llegar a ser tan lista como mamá?».
«Bueno, es difícil decirlo. Sarah se parece a su padre…»
«Sarah quería parecerse a mamá.»
«No debes decir esas cosas. Mucho menos allá afuera.» dijo su madre con voz severa.
«…De acuerdo.»
«Eres una buena chica, Sarah».
Su madre acarició suavemente la cabeza de Sarah.
«Ah, Lo tengo, Sarah puede intentar hablar de forma más educada».
«¿Más educada?»
«Sí, más educada. Si hablas educadamente, puede que parezcas más lista… tal vez».
«¿Sarah también puede parecer más lista?»
«Quizás podrías parecer más inteligente… tal vez… probablemente.»
«¡Entendido! ¿Cómo debe hablar Sarah?
«Como decirlo, ah lo tengo… Sí, añadiendo ‘desu’ al final de las frases.»
«¿Así DEsu!?»
«Um, bueno, tal vez si lo haces de una forma un poco diferente…»
«¿Así desu!?»
«Así, así… Eso está mejor.»
«¡Pareceré más inteligente así!»
«Bueno… quizás… quién sabe.»
«¡De ahora en adelante, Sarah hablará de forma más educada como mamá nanodesu[1]!»
«Ven aquí, Sarah.» su madre dijo esto mientras se acercaba a abrazar la cabeza de Sarah. «Eres una niña muy tierna. Realmente muy tierna, mi pequeña niña».
«¿Mamá…?»
«La verdad es que… No quiero hacerte sufrir».
«¡No estoy sufriendo!»
Mamá sacudió la cabeza y tocó la mejilla roja e hinchada de Sarah. Sus dedos eran terriblemente finos.
«Sarah, escucha con calma. ¿No quieres irte y ser adoptada por la Familia Doble?»
«Eh… ¿Ser Adoptada…?»
«Ya lo hemos hablado con la familia Doble[2]. Como Sarah es una chica, no podría entrar en la familia Pitt como Ral y Ren. Pero la familia Doble es lo suficientemente grande».
«Eh… ¿Mamá también hizo eso… con Ral y Ren…?»
«Es un secreto. Si supieran que fui yo quien lo organizó, esos niños se sentirían heridos.»
«¿Por qué…?»
«Las familias Pitt y Doble están en deuda con nosotros. Yo solía ser bastante capaz en el pasado.» Al decir eso, su madre sonrió con orgullo.
«¡Eso no es verdad, no lo es! ¡Por qué… por qué, aunque seamos una familia! ¡Y Estemos todos juntos!»
«Sarah…»
«¡Ral y Ren también son crueles! ¡Dicen cosas terribles de mamá! ¡Mamá está enferma y no vienen a casa!» Gritó Sarah con voz llorosa.
«Sarah, escucha. No hay otra manera».
«¡No es así!»
«Es la ley de la manada. Ya no puedo ir a cazar. Además, Ral, Ren y Sarah aún son niños. Ir de caza sólo nos convertiría en cargas».
«¿Y papá…?»
«Él es el líder de la manada. Hay muchas otras familias que necesitan sus cuidados. Si hubiera podido tener más hijos, nos habría ayudado. Pero ya no puedo tener hijos… Por eso no hay nadie que traiga presas a esta casa. Ahora mismo, recibimos ayuda de otras familias, pero no podemos seguir así para siempre.»
«Sarah es… Sarah es la hija de mamá nanodesuw~.»
«Sarah siempre será mi hija. Pero… piénsalo».
«Yo no quiero …»
«Sarah…»
Sarah se aferró fuertemente a su madre.
«Sarah es la hija de mamá. Ral y Ren son terribles.»
«Gracias, Sarah. Pero, no hables mal de Ral y Ren».
«Por qué…»
«Esos niños también son mis preciosos hijos.»
«¿Son Ral y Ren más preciosos que Sarah?»
«No, Sarah es la más preciosa».
Su madre sonrió suavemente.
«¡Lo sabía!»
«Ral y Ren todavía son jóvenes y no tienen una posición en la manada. Es vergonzoso para esos niños que uno de sus padres sea débil».
«Entonces, ¿es por eso que dicen cosas malas de mamá…?»
«Esos niños también están desesperados. Además, ahora son más fuertes que yo…»
«¿Está bien mientras sean fuertes desuka?»
«Esa es la ley de la manada».
«Ya veo…»
«Así que, por favor, Sarah. No hables mal de Ral y Ren. Es mi mayor felicidad que todos se lleven bien y estén sanos.»
«Llevarse bien… entendido.»
«Así es. Eres una buena chica, Sarah».
Diciendo eso, su madre secó las lágrimas de Sarah con sus finos dedos.
«Mamá… ¿qué debo hacer?»
«¿Qué quieres decir?»
«¿Qué debo hacer para vivir como antes?»
«Bueno…»
«¿Qué debo hacer para que no se burlen de mí? ¿Qué debo hacer para que mamá no tenga que sufrir?»
«Sarah… lo siento.»
«¿Por qué te disculpas?»
«Es que… yo tampoco lo sé. Pero, si Ral, Ren y Sarah crecen y pueden traer presas por su cuenta…»
«¿Si podemos traer presas de vuelta, estará bien?»
«Sí, así es. Y también si te vuelves más fuerte».
«Si me vuelvo más fuerte, estará bien. Entonces, ¿volverán Ral y Ren?»
«Eso… espero que vuelvan…»
Su voz era pequeña.
«¿Mejorará también la enfermedad de mamá?»
«Sí, puede que mejore.» diciendo eso, su madre sonrió tristemente.
«¡Entendido! ¡Sarah se hará fuerte y será capaz de traer presas a mamá!»
«Bien, bien, espera, no te precipites Sarah. Cuando crezcas…»
*Cough* *Cough*
«¿Madre?»
«¡Estoy… bien…!»
Sarah frotó desesperadamente la espalda de su madre mientras tosía.
Sus costillas que ya parecían protuberancias inquietaban a Sarah.
«Tengo que darme prisa…»
“… ¿Sarah?»
«¡N-No es nada! ¿Estás bien ahora?»
«Sí, ya estoy bien. Gracias.»
«¡Me alegro! Entonces, Sarah se va ahora.»
Sarah salió corriendo.
«¡Espera, Sarah!»
Su madre la llamó para que no saliera de la cabaña.
«¿Q-Qué pasa?»
«…. ¿A dónde vas?»
Al preguntar eso, Sarah agachó las orejas y bajó la cabeza.
«Yo… voy a buscar agua.»
«Te has vuelto a olvidar el cubo de agua».
«¡Oh… es cierto, lo olvidé!» Presa del pánico, Sarah cogió el cubo de agua.
«Entonces, voy a buscar agua.»
«Buen viaje, Sarah».
Su madre miró preocupada la espalda de Sarah.
──Ya era tarde por la noche.
Después de que su madre se durmiera, Sarah se escabulló en secreto de la cabaña.
Las praderas que deberían haberse extendido hasta el horizonte ahora solo parecían estar tintadas con pintura oscura. Pero, aun así, los ojos de Sarah podían ver a la distancia.
«Por allí».
Olfateó con su nariz.
«Y hay algo por allí también».
*Twich* *Twich* Movía y giraba sus orejas.
«Algunos por allí también. Hay un montón».
Ojos, nariz, orejas. Los sentidos de Sarah eran más agudos que los de cualquier miembro de su familia.
«Ojalá me permitieran cazar presas».
Pero Sarah era todavía demasiado joven para ser llevada de caza. Especialmente para las chicas, era costumbre empezar a cazar mucho más tarde que los chicos.
No obstante, no había tiempo que esperar.
Sarah pisó las oscuras praderas. Sus pies temblaban; estaba mucho más asustada que cuando sus hermanos la golpeaban.
Sus hermanos ya habían recibido algún entrenamiento de caza, pero Sarah no había recibido ningún entrenamiento todavía.
No tenía ni una pizca de conocimientos de caza.
«Tengo que hacerme más fuerte…» diciendo eso Sarah se adentró en las praderas aun con pies temblorosos.
Al cabo de un rato se detuvo y observó su entorno con ojos, nariz y oídos.
Después de caminar un poco más, se detenía y volvía a observar.
Repitiendo esto, Sarah llegó fue mucho más allá del área donde se ubicaba el asentamiento de la manada.
Incluso cuando una manada de monstruos pasaba cerca, ella contenía la respiración y pasaba desapercibida.
«Soy buena en el escondite».
Ninguno de los niños de la manada podía encontrar a Sarah. Incluso los adultos tenían problemas para encontrarla.
Esa habilidad también funcionaba con los monstruos.
Sus pies habían dejado de temblar. No había nada en estas praderas que pudiera detectar su presencia. Esa confianza le dio compostura.
«No puedo cazar grandes grupos.»
Con ojos, nariz y oídos, seleccionaba a sus presas.
Si enfocaba sus ojos, podía ver lejos en la oscuridad. Si movía la nariz, el viento arrastraba débiles olores. Si agudizaba el oído, podía oír los pasos y la respiración de otros monstruos.
Lo entendía todo.
De alguna manera podía entender.
«Ese.»
Era un gran leopardo solitario escondido en la hierba. Era una especie muy fuerte que se encontraba en las praderas, era de alto riesgo y normalmente los cazadores lo evitaban.
Pero Sarah entendió.
Ese leopardo era débil, era débil.
Se acercó lentamente desde la parte contraria en la que iba el viento. A medida que se acercaba, el hedor de la muerte se hacía más denso. No había duda.
Tenía el mismo olor que su madre.
En ese momento, la concentración de Sarah se rompió.
Se dio cuenta de lo que acababa de pensar. Al comprenderlo, se quedó atónita.
«¡No… es diferente!»
No se parecía en nada.
Había superpuesto la muerte del leopardo con la debilidad de su madre.
«¡No es lo mismo!» gritó, olvidándose de sí misma…
«Grrr, grrr grrr grrr—»
Antes de darse cuenta, el leopardo estaba ante ella.
«Ah…»
Sus colmillos afilados y sus fauces abiertas de par en par se acercaron a Sarah.
«Ahhh…» pensó Sarah «Qué débil es.»
Cuando volvió en sí, Sarah estaba de pie en las praderas al amanecer. El sol de la mañana teñía el lejano cielo.
A sus pies yacía el gran leopardo sin vida.
«Ah……»
Sarah estaba llorando. Empapada en sangre por todas partes, lloraba en silencio. Pero su cuerpo no tenía ni una sola herida, toda esa sangre solo eran salpicaduras.
«Ahhhh…»
Ella lo entendió. Ella realmente lo había entendido.
Qué clase de pecado era ser débil en estas praderas….
Sarah llevó en secreto el cuerpo sin vida del leopardo a su cabaña.
Lo colocó en silencio delante de la cabaña y se metió sigilosamente en la cama de su madre.
Su madre seguía durmiendo.
A Sarah le encantaba el calor de su madre.
Sarah decidió mantener en secreto que había matado al leopardo.
Según las normas de la manada, aún era demasiado joven para ir de caza y no quería preocupar a su madre. Pero la verdadera razón era otra: Sarah había llegado a comprender el pecado que suponía la debilidad en esta pradera.
Los débiles serían robados, los débiles serían maltratados, los débiles morirían…
«Madre no es débil…»
Sin embargo, tenía miedo de ser más fuerte que su madre.
Si seguía siendo más débil que su madre, sentía que podría quedarse envuelta en el calor de su madre para siempre.
Y con eso, rápidamente se quedó dormida.
La despertó la voz de pánico de su madre.
«Oh Dios… no puedo con una presa tan grande…»
«Madre, ¿qué pasa…?» Sarah se frotó los ojos y se acercó a su madre.
«¡Cuando me desperté, había un leopardo tumbado delante de la cabaña!».
«¡Increíble, es enorme!» Fingió estar sorprendida, intentando no exagerar.
Estaba segura de haber hecho un buen Trabajo.
«¿Alguien lo dejó para nosotros…? Sarah, ¿sabes algo de esto?»
«N-no, ¡no lo sé!»
«Oh querida… *Cough* *Cough*«
Su madre, que había estado apoyando su mano en un pilar, de repente empezó a toser.
«¿Estás bien?»
«Sí, estoy bien.»
«Madre, vuelve a la cama. No te preocupes, ¡yo me encargaré del leopardo! Comeré mucha carne y curaré tu enfermedad».
Sarah ayudó a su madre a tumbarse de nuevo en la cama.
«Gracias, Sarah… Pero, ¿realmente puedes soportarlo?».
«¡Lo… lo intentaré con todas mis fuerzas! Tú descansa, madre».
Con eso, Sarah cogió el leopardo y un cuchillo y se dirigió al abrevadero.
Pero nunca había seccionado a una presa.
Había visto a su madre hacerlo, pero por desgracia no era buena aprendiendo por observación, y apenas recordaba el proceso.
«Hmm, veamos…»
Primero, limpió a la presa en el agua.
Debía desangrarla mientras le quitaba las vísceras, pero la mano del cuchillo de Sarah vaciló.
«¿Empiezo por arriba… o por abajo?» Ella no sabía el orden para insertar el cuchillo.
No sabía a qué profundidad introducirlo sin dañar los órganos. Cortar los intestinos o la vejiga arruinaría la carne.
Justo entonces, sintió que alguien se acercaba por detrás.
Después de matar al leopardo la noche anterior, sus sentidos se habían agudizado.
En una fracción de segundo, Sarah deslizó su cuerpo hacia un lado.
Inmediatamente después, una roca del tamaño de un puño pasó silbando por donde ella estaba parada.
«¡Maldita sea, fallé!»
«¡Qué estás haciendo, hermano Ral!»
«¡Cállate, mi puntería solo ha fallado un poco!»
Las dos figuras que se acercaban eran beastkin.
«Hermano Ral, hermano Ren…»
Sarah agachó las orejas como lo hizo varios días atrás.
«¡Woah! ¿¡Acaso eso de ahí no es un leopardo!?»
«¡Maldición, es la primera vez que veo uno!»
Los dos tocaron descaradamente al leopardo.
«Um… esa es… esa es mi presa y la de mi madre…»
«¿Ah? ¿Esta es tu presa y la de esa inútil?»
«¡No digas tonterías! ¡No hay manera de que ella pueda acabar con un leopardo!»
«Um … alguien lo dejó en mi casa …»
«¡Sí, claro, se habrán equivocado de casa!»
«¡Por qué alguien dejaría un leopardo en tu casa!»
«¡Pero… pero es verdad!»
«Hmm, da igual, realmente no me importa.»
Ignorando a Sarah, los dos hombres empezaron a arrastrar al leopardo.
«¡Esta presa es demasiado buena para ustedes dos, inútiles! ¡Así que se la confiscamos! ¡Lo dividiremos entre los hombres de la familia Pitt!»
«¡Mejor que nos la comamos nosotros, los fuertes miembros de la familia Pitt, que los débiles e inútiles como ustedes! ¡Esa es la ley de las praderas!»
«Eso es tan injusto…»
«¿Qué dijiste, Sarah? ¿Tienes alguna queja?»
«¿Quieres que te enseñemos lo que pasa cuando te enfrentas a los fuertes?»
Mientras Sarah intentaba recuperar el leopardo, Ral y Ren la miraron con odio.
«Pero… ¿está bien que los fuertes puedan hacer lo que quieran…desu?».
Sarah bajó las orejas, metió el rabo entre las piernas y cedió el paso a los dos hombres que se llevaban a rastras a su leopardo.
«¿A qué viene esa forma tan rara de hablar?».
«Terminar las frases con ‘desu ‘, tan cutre».
«Madre me enseñó… así parezco más lista».
Sarah apretó los puños con fuerza.
«¡Gya-ha-ha! ¡Como si terminar con ‘desu’ te hiciera parecer más inteligente! Eso no es posible.»
«¡Justo el tipo de estupidez que se le ocurriría a esa inútil! Madre e hija, ¡las dos son igual de idiotas!»
«No insultes… a mi madre…»
Desde lo profundo de su garganta, Sarah pronunció un gruñido bajo. Era demasiado bajo para que los hombres lo oyeran. Pero eso fue una suerte para ella.
Si la hubieran oído, no habría vuelta atrás para ella.
«¿Dijiste algo Sarah?»
«Oi, ¿qué pasa con esa mirada en tus ojos?»
Con eso, los dos dieron un puñetazo a Sarah y la hicieron caer en la pradera.
Ella no ofreció resistencia mientras rodaba por el suelo.
«Tch, chica espeluznante.»
«Ahora somos la familia Pitt. No nos compares con una idiota como tú».
Quejándose, los dos se marcharon.
Sarah miró el cielo azul sobre la pradera.
Ella no sintió ningún dolor en absoluto de sus golpes. Sentía que podía recibir cien golpes y estar bien.
Pero le dolía el corazón.
«Madre dijo… que con eso parecería inteligente…» Apretó los dientes con fuerza. «Madre dijo… que la familia debe llevarse bien… así que debo llevarme bien con todos…»
Apretando los puños con fuerza, se lo repetía a sí misma como un mantra.
Le habían robado el leopardo, pero no importaba. Podía volver a cazar.
«No pasa nada. Porque soy buena cazando».
Con una orgullosa sonrisa, regresó a casa donde la esperaba su madre.
A partir de ese día, Sarah a veces salía a escondidas a cazar pequeñas presas en las praderas.
Con cuidado de no llamar la atención y capturando sólo lo que su madre podía manejar, cazaba discretamente. Aunque a veces sus hermanos le robaban las presas, no le importaba. Después de todo, ahora Sarah podía cazar cuando quisiera.
Aprendiendo de su madre, Sarah aprendió poco a poco a preparar las presas.
Era torpe, pero perseveró y aprendió.
Porque en poco tiempo, incluso seccionar presas pequeñas estaba más allá de lo que podía hacer su madre enferma.
Y el olor de la muerte inminente de su madre se hacía más fuerte. Sarah sintió que el final de su vida se acercaba por instinto.
«Madre…»
Sarah sostuvo el brazo marchito de su madre, como una rama seca.
«Sarah… eres… una niña bondadosa.» Su madre habló con voz ronca.
«Madre…no quiero…quiero estar contigo para siempre y por siempre».
«Sarah… eres la niña más bondadosa. Estoy orgullosa… de haberte dado a luz…»
«Uu…uuuu…» Sarah lloró en el pecho de su madre.
«Verdaderamente eres… una niña amable.»
«Incluso después de comer mucha carne… tu enfermedad no mejoró…»
«Está bien… eso solo significa que mi momento está llegando… Gracias, Sarah…» Mientras hablaba, su madre acarició el pelo de Sarah.
Sarah sintió en silencio el calor de su madre. Las dos pasaron un rato juntas de esta manera.
La respiración de su madre se hizo más superficial.
Y con su último aliento, pronunció con esfuerzo: «Tu carne… estaba deliciosa… Gracias…»
Y dejando esas palabras atrás, falleció.
Sarah pasó toda la noche llorando sobre el pecho de su difunta madre, y a la mañana siguiente la enterró en los prados.
Sin que nadie lo supiera hizo una tumba sólo para ella y su madre.
Cuando volvía del entierro, Ral y Ren le cerraron el paso.
«Oye Sarah, ¿por qué estás toda cubierta de barro?»
«¡Gyahaha, mira, ha estado llorando!»
«…Mi madre murió.» dijo Sarah con la cabeza gacha.
«Oh, ¡así que por fin pateo el cubo!»
«¡Los débiles mueren! ¡Esa es la ley de las praderas!»
Los dos rieron alegremente.
«No insultes a mi madre».
Sucedió en un instante.
«¿Eh…?»
La mano con garras afiladas de Sarah atravesó el pecho de Ren.
«Gobeh… tú… guh…» Mientras escupía sangre y se desplomaba en el suelo, Sarah lo miró como si fuera basura.
«Mamá no reirá más… y no llorará más… así que no tengo que contenerme más» Y aquellas palabras, pisoteó a Ren.
Se oyeron crujidos y aplastamientos mientras los huesos se partían y los órganos se rompían.
«¡O-o-oooooooi, ¡¿Qué estás haciendo?! ¡¿Cómo te atreves a matar a Ren?!»
«Los débiles… no deberían existir».
«¡Q-qué quieres decir…! ¡Si haces esto, mi padre no te dejará escapar!» Ral retrocedió, con la cara torcida por el terror.
«A los débiles se les roba, a los débiles se les maltrata, los débiles mueren… esa es la ley.»
Después de cazar innumerables bestias, Sarah lo comprendía bien, esa era la ley de las praderas.
«Pero a los fuertes se les permite todo. Eso también es ley.» Diciendo aquellas palabras mientras preparaba nuevamente sus garras, al poco tiempo y de forma casual, cortó la garganta de Ral.
«Ah, madre…guh…»
«Me convertiré en la más fuerte de esta pradera. Y entonces seguramente…»
Empapada con salpicaduras de sangre, ella sonrió de forma cínica. Un moretón negro también había empezado a crecer y extenderse por su cuello.
[1] TLF: No sé ustedes, pero esta forma de hablar nunca había salido en la novela hasta ahora y pronto Delta la empezará a usar, he revisado varias veces, pero desde la traducción original en japonés nunca he visto a Delta usar el ‘–desu’. ¿Debería empezar a añadirlo? Lo complicado es que es algo tan poco evidente que sería extraño cambiarlo de repente, pero supongo que se puede intentar.
[2] TLF: Tengan en cuenta que este si es el nombre de la Familia, sin embargo, no se pronuncia tal como se ve es decir ‘Doble’ si no como ‘Dobbel’.
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