Gárgola
“¿Esto es… una gárgola?”
Lin Jie cogió la escultura y la observó.
La escultura de piedra medía aproximadamente 30 centímetros de alto y 10 centímetros de ancho. Un tercio de la escultura era un pedestal, mientras que el resto era el cuerpo de la propia gárgola, un monstruo que era en parte humano y en parte bestia, con dos cuernos en la cabeza, una cola con un extremo puntiagudo y un par de alas en forma de murciélago que le hacían parecer el engendro del diablo.
Realmente no tengo ni idea de cómo el Viejo Wil se las arregló para esconderlo entre sus ropas, musitó Lin Jie para sus adentros.
Se daba cuenta de que el coste de esta escultura no era barato, dada su detallada y exquisita artesanía, que, junto con el inquietante resplandor rojo de sus ojos, la hacía parecer como si estuviera a punto de cobrar vida en cualquier momento.
Por un momento, el corazón de Lin Jie latió con fuerza y sintió que algo no iba bien.
¡¡¡Qué miedo!!!
Afortunadamente, la textura rugosa de la piedra recordó a Lin Jie que se trataba simplemente de una escultura.
“Sí”, asintió Wilde.
“Sé que no es nada valioso y que no se puede comparar con la ayuda que me has prestado hasta ahora, pero por favor, acepta esto como muestra de mi gratitud. Traeré un regalo aún más valioso la próxima vez que vuelva”.
El primer pensamiento de Lin Jie fue rechazar el regalo por costumbre, pero después de pensarlo un poco, se dio cuenta de que su modestia asiática no era apropiada aquí. Se daba cuenta de que el Viejo Wil quería sinceramente que él tuviera este regalo, y rechazarlo haría parecer que no le gustaba o que no estaban lo suficientemente unidos.
Además, una gárgola era similar a esas tablas de piedra chinas que protegían del mal y le transmitían las bendiciones y buenas intenciones del Viejo Wil.
No había razón para rechazarla, así que Lin Jie decidió aceptar esta “especialidad local”.
Lin Jie lo colocó de nuevo en la encimera y sonrió.
“Una fina pieza de arte, en efecto. Me gusta. Estoy deseando ver lo próximo que me traes”.
Wilde lanzó un suspiro de alivio.
Había tenido esta gárgola con él durante muchos años, y también fue su pieza de graduación cuando terminó la etapa de aprendizaje con su propio maestro. De todas sus creaciones, esta gárgola de piedra era su mejor pieza, elaborada con los vestigios de una secta extinguida de la antigüedad como materia prima, y estaba impregnada de la sangre, el alma y la vitalidad de 990 personas.
Piel dura a prueba de espadas y lanzas, dientes y garras capaces de hacer trizas a una persona y poderosas alas que le otorgaban velocidad y flexibilidad, la gárgola no era una criatura que se pudiera tomar a la ligera. Incluso podía sentir la intención de matar. En conjunto, su destreza en la lucha era comparable a la de un guerrero de rango Pandemonio.
Wilde había alcanzado un alto nivel de maestría en la creación de objetos mágicos. Al principio, todavía estaba contento por la oportunidad de mostrar su trabajo a Lin Jie, pero cuando escuchó las palabras “pieza de arte”, su deleite se desvaneció por completo y volvió a la realidad.
De hecho, esto no es más que una gárgola de rango Pandemonio. Cualquier libro al azar en su estantería vale más que miles de estas gárgolas. Realmente parece que mi regalo no es gran cosa a los ojos de un ser superior. Haaaaa~ Lin Jie es realmente amable, prestando atención a mis sentimientos y alabándolo desde otro ángulo. Pero, ¡está bien!
Wilde ya había preparado el siguiente regalo, y sería uno absolutamente contundente. Creía que hasta un ser de rango supremo lo valoraría.
“Te alegrarás”, comentó el anciano con un brillo en los ojos antes de darse la vuelta y salir de la librería.
Lin Jie le hizo un gesto con la mano y suspiró.
Estos deberían ser todos los negocios para hoy, pensó Lin Jie mientras observaba la lluvia torrencial en el exterior. Conseguir dos clientes con este tiempo tan vil ya era algo raro y Lin Jie no suspiraría por tener aún más.
“Mantener una buena actitud trae más suerte”, murmuró Lin Jie con un suspiro antes de dar un sorbo a su té. Recogió la gárgola y jugueteó con ella un rato antes de colocarla de nuevo sobre la encimera.
Bajo la luz crepuscular, aquella escultura genuinamente demoníaca sobre su pedestal parecía dispuesta a desplegar sus alas y cazar en cualquier momento.
Curiosamente, esta gárgola de piedra encaja bastante bien en la librería. Con esa idea en mente, giró la gárgola de forma que el malévolo brillo rojo de sus ojos mirara hacia la entrada. Cualquiera que intentara entrar en la librería se llevaría un buen susto, aunque fuera de día.
Un mecanismo antirrobo, ¡¡maravilloso!!
Lin Jie asintió satisfecho antes de empezar a ordenar el mostrador.
Mientras guardaba las tazas de té, sus ojos se entrecerraron de repente.
Se dio cuenta de que las manchas húmedas del tablero de la mesa fluían lentamente por sí solas, juntándose para formar las palabras: “Ha pasado tiempo”.
Lin Jie se sobresaltó, con los ojos todavía fijos en la mesa, mientras una sensación familiar le invadía. Era la misma sensación que sintió cuando le llevaron a la librería tres años atrás.
Lo comprendió de inmediato: ¡la mano oculta que le había enviado a este mundo había vuelto a aparecer después de tres años!
“¡Eres tú!” Lin Jie se calmó respirando profundamente y se sentó de nuevo.
“Realmente ha pasado mucho tiempo… ¿Has decidido finalmente el precio que debo pagar?”
Lin Jie no pudo evitar airear sus quejas.
“Hablando de eso, ¿no crees que es demasiado que me hayas traído aquí de repente antes de que pudiera entender lo que está pasando? Si no fuera porque algunos clientes ricos apoyan mi librería, ¡me habría muerto de hambre hace mucho tiempo!”.
“¿Eres una especie de demonio? ¿De esos a los que la gente vende su alma?”.
Las manchas de humedad formaron un “No”.
“Sí, yo también lo pensé. Los demonios no son tan negligentes”, refunfuñó Lin Jie.
En la mitología, los demonios siempre hacían todo lo posible por explotar a sus contratantes para maximizar sus ganancias.
“Olvídalo, vayamos directamente al grano. ¿Qué necesitas que haga?”, exigió Lin Jie. Se sentó con los brazos cruzados, mirando las manchas de agua en la encimera.
No le importaba pagar el precio que debía, aunque llegara tres años tarde.
En primer lugar, el propio Lin Jie consideraba importante el cumplimiento de los acuerdos contractuales. Aunque las condiciones de su trato no se habían establecido claramente, su sueño se había hecho realidad.
Disfrutar de una bonificación tres años antes de que se estableciera el acuerdo ya era una victoria para él. Además, esta entidad que había sido convocada por una ceremonia tenía una disposición bastante suave. Lin Jie calculó que podría ser algún tipo de “espíritu benévolo” como el genio de la lámpara encantada de Aladino.
A continuación, Lin Jie observó sorprendido cómo se formaban las manchas de agua: “Ya lo has conseguido. He despertado”.
Todo tipo de pensamientos inundaron la mente de Lin Jie. “Entonces, después de concederme mi deseo, ¿has estado en letargo durante los últimos tres años hasta que hice cierta tarea, concediéndote cierta… energía o algo que te permitió finalmente despertar?”.
“Sí.”
“…” Lin Jie tamborileó con los dedos sobre la mesa.
“¿Fue porque le pedí al Viejo Wil que recomendara mi libro a otros?”
“Sí.”
“Entonces… ¿este es el precio que debo pagar? ¿Para qué otros recomienden y propaguen mis propios libros?”
“Sí.”
“¿Esto te beneficia?”
“Sí.”
Bien, es directo y conciso.
“Haa… ¡entonces no hay ningún problema! Trabajaré duro.” Lin Jie prometió solemnemente.
Después de eso, las manchas de agua en la superficie de la mesa desaparecieron al instante, sin dejar rastro de que este intercambio había sucedido.
—
Poco después de que la silueta de Wilde desapareciera bajo la lluvia, una figura encapuchada se asomó desde un callejón oscuro, con ojos de águila fijos en la dirección en la que Wilde había desaparecido mientras sacaba un teléfono móvil.
El éter giraba en el aire, creando una barrera que impedía la salida del sonido.
“Aquí Jack informando, he localizado al ‘Sin rostro de escamas negras’ Wilde en la Avenida Norzin 23. Sospechaba que está involucrado en el conflicto interno entre cazadores”.
“Además, se detuvo en una librería durante una hora. Sospecho que la librería podría ser una base secreta de magos negros”.
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