Capítulo 5: 6 días antes de que comiencen las clases (1)

[ Nuevo Producto Elaborado

Caña de Pescar de Grado Bajo

Hecha de una rama pulida por una daga, hilos de seda reutilizados de un tejido, y un pequeño clavo como reemplazo para un anzuelo.

Tiene baja durabilidad.

Es difícil determinar si un pez ha picado o no por la falta de un flotador de pesca.

Nivel de Dificultad de Producción: ●○○○○ ]

[ Producción completada. Las Habilidades de Producción han aumentado. ]

Me di cuenta de que la mayor desventaja de la pesca con arpón es que requiere mucha energía.

Por eso, pensé en usar una caña de pescar e hice una en su lugar. Había un montón de ramas que podía usar, así que solo elegí la más cercana al tamaño correcto.

Entonces encontré una tela entre mis pertenencias hecha de seda. Saqué un par de hilos y los ordené en capas para el sedal.

También tuve que sacar uno de los clavos pequeños afirmando la bisagra de una de mis maletas de madera. Terminé rompiendo una de las bolsas porque no tengo un martillo para sacarlo.

Al final, obtuve una caña de pescar, por grado bajo que sea. En cuanto a carnada, fui capaz de obtener gusanos debajo de las rocas cerca del arroyo.

Con todo listo, lancé la línea al agua.

Me senté junto al arroyo y esperé a que un pez picara.

“Hmm…”

No era tan malo sentarse a esperar, barbilla en mano. Comparado a dar vueltas en el agua y quedar todo mojado, esto se sentía como si me hubiera vuelto algún tipo de dios.

“Sería bueno si esto funciona.”

Recordé cuando era joven, corriendo por las montañas y arroyos en mi niñez. No tenía preocupaciones en ese entonces, ningún miedo a morir de hambre. Era capaz de simplemente ser feliz. Pensar en esos tiempos me hacía sentir emocional por alguna razón.

“Hmm… No creo haber hecho nada mal.”

Pensé en cosas inútiles mientras sostenía mi caña de pescar, preguntándome si había tomado la decisión correcta al decirle a la Princesa Penia sobre la canica dorada.

“Debería tener más cuidado la próxima vez.”

Mi mayor ventaja era saber todo lo que iba a ocurrir en la Academia Silvenia en el futuro.

Pero si fuera a hacer algo inútil y terminara cambiando el futuro… entonces no estaría tirando a la basura mi propia ventaja?

Acorde a lo que sabía, la Princesa Penia no se suponía que encontrara la canica dorada.

Si fuera a seguir la historia, la persona que se suponía que encontrara la ubicación de esa canica era alguien llamado “Lucy la Floja”.

Ella era una persona talentosa que siempre estaba en primer lugar en el Departamento de Magia, comenzando desde el examen de asignación de clases, todo el tiempo hasta la graduación.

“Bueno, en mi defensa, ese era el único plan que se me ocurrió en esa tensa situación.”

No podía hacer mucho al respecto, el asunto más urgente era asegurarme de que la Princesa Penia no me expulsara de la academia.

Sabía que rogar desesperadamente y apelar a sus emociones sería lo peor que podría hacer.

Mientras que lo mejor era hacer que tuviera una sospecha extraña sobre mí, para que sienta que no debería echarme de la academia.

No era la opción más convencional, pero pensé que no sería demasiado peligroso. Aunque era una postura inusual que tomar.

Si alguien preguntaba qué clase de excusa barata estaba dando… Bueno, no tendría nada más que decir. Digo, no es tan difícil decir cualquier cosa, siendo honesto.

***

El Profesor Glast era conocido como el ‘bastardo brusco con cara de esqueleto’ entre los estudiantes.

No era inusual que los estudiantes le dieran a los profesores apodos feos. Sin embargo, el apodo del Profesor Glast podría ser considerado un poco excesivo. Aunque la razón para ello era bastante certera, el profesor era brusco y parecía un esqueleto.

“Voy a anunciar los resultados del Examen de Asignación de Clases de ayer.”

La zona más ocupada y mejor mantenida era el Salón Philis, ubicado en la parte sur de la isla. Todos los estudiantes de primer año del Departamento de Magia estaban sentados esperando mientras el Profesor Glast estaba en el podio.

Él tenía un aspecto pálido y flacuchento. Y por su cabello verde claro, cuidadosamente peinado hacia atrás, sus rasgos faciales huesudos era más prominentes.

“Primero que todo, todos ustedes ‘mocosos’ que volvieron dentro de la primera hora comenzarán en la Clase F.”

Todo el salón se volvió ruidoso con sus palabras.

“Luego, todos los ‘mocosos’ que pensaron un poco y luego trajeron de vuelta un montón de canicas, aún pueden mejorar, al menos. Dependiendo del tipo de canicas que trajeron, se les va a asignar a clases que van desde la Clase E a la D.”

Mirando hacia abajo a los estudiantes y teniendo la actitud para seguir llamándolos “mocosos” ya era bastante grosero. Entre esos estudiantes había aristócratas famosos, gente rica y poderosa, e incluso realeza— y aun así, no le importaba.

Era ley en la Academia Silvenia. Cuando se trataba de educación, la jerarquía no debería ser importante.

Se consideraba por separado al estilo de vida y relaciones personales de los estudiantes. Aprender era un campo de juego parejo.

“Solo hay tres estudiantes aceptados a la Clase A, donde se les garantizará el más alto nivel de trato y educación— Lortel, Lucy y Ziggs. Entre ellos está Lucy, que terminó a la cabeza de la clase. En cuanto al resto de ustedes, pueden revisar su posición en la lista que repartí. No acepto apelaciones. Eso sería todo.”

Luego de su discurso, nuevamente comenzó el caos. El Profesor Glast intentó bajar del podio, sacudiéndose el polvo de la tela de su túnica.

“Qué significa esto? No puedo aceptarlo!”

“El criterio ni siquiera estaba claro. Asignaste nuestras clases al azar?”

“Por favor explícate! Cuáles eran las intenciones de esta prueba y qué habilidades querías ver?!”

Algunos estudiantes reclamaron ruidosamente entre la conmoción. El Profesor Glast volvió al podio, como si ya estuviera esperando esta reacción y uso Expansión de Voz en si mismo.

“La intención… por qué tendría que explicar eso?”

Todos estaban impactados por sus palabras, la Princesa Penia misma estaba impactada.

La princesa miró a la lista publicada y se quedó sin palabras.

Los estudiantes de primer año estaban divididos en seis niveles: de la Clase F a la Clase A.

Solo tres estudiantes lograron entrar a la Clase A, y ni un solo estudiante llegó a la Clase B o C. Los estudiantes restantes estaban repartidos entre las Clases D, E y F. El nombre de la Princesa Penia estaba listado en la Clase D. E incluso así, no podía creer que su rango ya estaba en el 10% más alto.

“Si quieren entrar a una clase más alta, entonces prueben su habilidad. Eso es lo que necesitan hacer.”

La situación era más ridícula de lo que la princesa había pensado.

Se sintió humillada, pero pronto sacudió su cabeza.

Antes de la ceremonia de entrada, el director de la escuela ya había hablado de esto. Una vez entrara a la Academia Silvenia, habría muchos casos donde no sería tratada de un modo comparable a su autoridad como princesa.

Era la Princesa Penia misma quien decidió escapar su grandioso, pero poco práctico cuarto de entrenamiento para aprender magia en la Academia Silvenia, en igualdad de condiciones con todos los demás.

Estaba lista para aceptar esta humillación.

Pero ella aun así necesitaba entenderlo.

“Incluso así, por lo menos, podría explicar la situación un poco más, Señor Glast.”

Las palabras dejaron sus labios.

No levantó su voz, pero el murmullo se detuvo de inmediato. Todos ya estaban al tanto.

De que aquí con ellos había una princesa del reino.

Como estudiante, temporalmente dejó la importancia de su estatus detrás, pero no podía borrar por completo su inherente naturaleza noble.

“Princesa Penia, lamento decir esto, pero esta es mi política educacional.”

Una mirada fría.

Ella había sentido esa misma mirada de muchos vasallos que eran conocedores en sus habilidades y especialidades. Los ojos del Profesor Glast contenían esa misma frialdad específica.

Usando sus Ojos Penetrantes, ella definitivamente podía verlo, una sensación que había sentido tan frecuentemente que ya estaba harta y cansada de ella.

“Pero… Si la Princesa Penia lo dice, haré una excepción solo esta vez.”

Y esa actitud de voluntariamente ignorar sus propias reglas también era similar.

“Sin embargo, incluso si te dijo, sé que ustedes solo lo malentenderían y dirían que inventé una razón. Para evitar esto, haré que la mejor estudiante lo explique en mi lugar. Lucy Mayreel? Lucy?”

El profesor llamó el nombre de Lucy, pero no hubo respuesta.

“Señorita Lucy? Debería estar aquí ahora. Señorita Lucy?”

Otro alboroto comenzó mientras los estudiantes veían sus alrededores, intentando encontrar dónde estaba Lucy.

“Ugh… Keugh…”

Justo entonces, la chica sentada dos asientos delante de la Princesa Penia reaccionó.

Se veía un poco desorientada. El sombrero de bruja que tapaba su rostro era mucho más grande que su cabeza, tanto así que incluso sus hombros estaban cubiertos. Su figura era tan pequeña que incluso las mangas de su túnica colgaban de sus brazos.

“Estabas durmiendo?”

“Ah… sí… Me quedé dormida…”

Su voz misma sonada adormecida, junto a sus ojos caídos la hacían ver cansada.

Incluso admitió que se había quedado dormida. Claramente era una de esas… raritas.

“Te gustaría venir al podio por un momento y discutir la intención y los métodos que usaste para resolver la prueba?”

Los ojos de Lucy se sacudieron con la indicación del profesor.

Era obvio que estaba molesta.

“Tengo que hacerlo… ahora?”

La tensión llenó el aire con sus palabras. Ella acababa de decir abiertamente, “es molesto,” frente al Profesor Glast, alguien conocido por ser extremadamente brusco.

Sin embargo, algunos de los estudiantes que habían escuchado ciertos rumores sobre el Profesor Glast no estaban muy sorprendidos ante su respuesta.

“Así es.”

“Uuek…”

El profesor era extremadamente duro con la gente sin talento, pero tenía piedad con aquellos que lo tenían.

El Profesor Glast era esa clase de persona.

“Kgghh… Ackk…! Kyaaak!”

Lucy tiró su sombrero de bruja de ala ancha al asiento vacío junto a ella. Estiró sus brazos y piernas como un gato bebé que acababa de despertar de una profunda siesta.

Se puso de pie como una oruga. Aunque sería más apto decir que se veía como un perezoso.

“Puedes responder desde ahí si no quieres venir todo el camino hasta acá. Solo explica cómo encontraste la canica dorada en ‘El Árbol Guardián de Merilda’.”

“Ah, en serio? Uhm… entonces esto debería ser rápido.”

Medio sentada en su silla, Lucy comenzó a explicar como si no fuera nada.

“Es lo que Glockt, el archimago, definió… Las tres cualidades de un archimago que busca la verdad. Resonancia mágica, juicio rápido y certero, y la voluntad de explorar. Querías probar si teníamos esas cualidades, verdad?”

El nombre que estaba escrito más grande en todos los libros de historia de la magia era el del archimago Glockt. Las cualidades de un archimago que él había definido eran bien conocidas.

“Uhmm… Estaba tomando una siesta cerca y cuando desperté, el sol ya se estaba poniendo… Así que solo reuní las canicas mágicas que podía sentir cerca de mí.”

Los estudiantes comenzaron a perder interés mientras Lucy balbuceaba. Sin embargo, el Profesor Glast estaba esperando pacientemente que terminara.

“Por supuesto, nadie podría haber encontrado esa canica más que yo.”

Sus palabras sonaban arrogantes, pero el modo en que lo dijo no podía considerarse como tal.

El tono que uso para explicar no era nada más que recitar un “hecho” obvio, como el sol saliendo por el este o un vaso de vidrio quebrándose si caía al piso. Ella dijo sus palabras como si no fuera nada especial.

Mientras seguía elaborando adormecida, los otros estudiantes sintieron una sensación de incompatibilidad.

Una genio.

Alguien que no puede ser explicado lógicamente.

Lucy Mayreel era alguien que nació con talento innato.

Y aquellos como ella de seguro manifestarían sus habilidades únicas.



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Categorías: Extra Academy