La plaza donde están los héroes
Un Gigante, cuyo cuerpo estaba hecho de plantas entrelazadas que habían crecido anormalmente por medio de una avanzada magia de atributo vida y cuya cabeza y cabello eran como un fuego ardiente, soltó un rugido que sonaba como el crujido de un árbol. Incontables flechas, lanzas cortas y hechizos llovieron sobre él, hiriendo sus vides y su cuerpo parecido a un tronco de árbol, y desperdigando pedazos de madera en el suelo.
“¡Wildwing!”, gritó el maestro del Gremio de Domadores, el ‘Usuario del Dragón Volador’ Bachem, diciendo el nombre de su Enorme Wyvern.
Cargó hacia la espalda de la Planta Gigante… o mejor dicho, fingió una carga, y cambió completamente de dirección en el último segundo. La cola del Enorme Wyvern golpeó su objetivo con el impulso de ese movimiento, creando una fisura en la piel de madera, y el aguijón venenoso en forma de lanza en el extremo de la cola se clavó en ella.
Pero en el segundo siguiente, brotaron nuevos brotes, reparando las heridas que se habían creado en el cuerpo de la Planta Gigante. Mientras las flechas incrustadas y las lanzas cortas se sacudían, Wildwing agitaba rápidamente sus alas para retirarse.
“¡Inútil, inútil! Tales ataques no tienen sentido contra este Gigante, que he creado con el mayor de mis hechizos – ‘Asalto del Gigante de Madera en Llamas de Gran Vida'”, dijo una voz humana desde el interior de la Planta Gigante.
Un joven mago, uno de los espíritus heroicos de Fitun, controlaba desde dentro al monstruo que había creado con su propio hechizo.
Una Planta Gigante con un cuerpo aún más grande que el de un Gigante de Montaña, y una increíble capacidad de regeneración que hacía que cualquier herida superficial se curara en un instante. Y el que lo controlaba estaba ubicado en el interior.
Fue una estrategia de batalla verdaderamente impecable. Esta era la razón por la que había sido posible para un joven que era puramente un mago sin habilidad en el combate cuerpo a cuerpo convertirse en un espíritu heroico.
Y aún así, había desesperación en la voz del joven a pesar de sus fanfarronadas.
“¡Has hecho lo que has querido durante mucho tiempo! Ahora te mostraré mi verdadera magia!”, gritó.
Él y su compañera estaban en desventaja en esta batalla.
“¡No des un paso adelante! ¿La sangre se te ha subido a la cabeza porque desde tu primera hasta la séptima técnica secreta fueron todas derrotadas?”, la mujer Domadora le gritó al chico mientras golpeaba su látigo contra el suelo para evitar que los pocos monstruos que quedaban huyeran.
Quedaban pocos monstruos y las fuerzas enemigas habían sufrido pocos daños. Mientras tanto, los dos espíritus heroicos ni siquiera recibían órdenes, y mucho menos refuerzos.
¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es esta sensación de pérdida que he estado sintiendo por un tiempo? ¿Podría ser que algo le haya pasado a Fitun-sama…? No, no es posible. Incluso si su oponente es el Rey Demonio, se dijo que ciertamente habría sido clase S si fuera un aventurero cuando era un mortal. Él está en otro nivel de los héroes que están siendo cultivados en un invernadero por Alda! pensó la Domadora para sí misma.
“¡Bestias tontas! ¡¿Se llaman a sí mismas el enemigo natural de la humanidad?! ¡Muéstrenme su fuerza de voluntad!”, gritó, chasqueando su látigo al mando de los pocos monstruos que quedaban.
Pero su moral era baja y sus movimientos eran considerablemente pobres.
¡Maldita sea, si hubiera tenido tiempo de domarlos…! pensó la mujer.
Ella no había domesticado a estos monstruos. Ni siquiera un espíritu heroico como ella sería capaz de domar docenas de monstruos en un instante.
Los monstruos huían por miedo a Darcia y a las demás, y la espíritu heroico simplemente usaba su látigo para amenazarlos y forzarlos a un ataque suicida. Eso en sí mismo era una hazaña impresionante, pero como no los había domesticado, ni siquiera su Habilidad ‘Comando’ tenía efecto sobre ellos, y mucho menos las Habilidades que fortalecen a los familiares como ‘Fortalecer a los Subordinados’.
A este ritmo, no tenemos ninguna posibilidad de ganar, no importa lo que hagamos. Como ya hemos usado la ‘Transformación Espiritual Heroica’, sólo nos quedan unos pocos minutos. ¿Deberíamos retirarnos ya? ¿Pero qué haremos si nuestro retiro causa problemas para el plan en su conjunto? pensó para sí misma la mujer Domador.
Ella y el mago eran las fuerzas de combate de reserva retenidas por Fitun y el resto de los espíritus heroicos. Ambos eran los únicos refuerzos disponibles para los demás.
Si se retiraban, ¿qué pasaría con el plan? El sentido de la responsabilidad les hizo dudar en abandonar sus recipientes y regresar a sus Reinos Divinos.
Pero incluso mientras lo hacían, la situación en el campo de batalla estaba cambiando.
“En otras palabras, tienes un enorme maniquí de madera regenerativo que se quema mientras lucha. Probablemente estés usando tus técnicas secretas del primero al séptimo a la vez, pero no creo que sea algo de lo que presumir. Aunque no voy a negar tu entrenamiento y talento que lo hizo posible”, comentó Basdia, provocando al mago.
“Para empezar, ¿son las técnicas secretas algo de lo que deberías tener tantas?”, preguntó Zadiris, mirando a la Planta Gigante.
Ambas ya habían superado los hechizos que el mago llamaba sus técnicas secretas… las bolas de fuego que podía controlar libremente, y un enjambre de soldados hechos de plantas.
“¡U-Ustedes, malditas Ghouls! No sois más que ancianas charlatanas; ¡os aplastaré hasta la muerte!”, gritó el mago.
Había perdido toda la compostura. Estaba cansado de gastar tanto maná y de forma inesperada estaba en desventaja en esta batalla. Su cuerpo estaba colapsando por los efectos secundarios de la ‘Transformación Espiritual Heroica’, y su orgullo estaba herido por tener todas sus técnicas secretas abrumadas.
La Planta Gigante soltó un rugido y atacó a Basdia y Zadiris, sus llamas ardiendo aún más ferozmente que antes.
“No grites así. Delata tu falta de valor como hombre”, dijo Basdia, que tenía unos veintitantos años y llevaba un leotardo ajustado con volantes ondulados y una minifalda.
“Sí, deberías tomar una hoja del libro del chico”, suspiró Zadiris, que en realidad tenía unos trescientos años a pesar de tener la apariencia de una chica en su adolescencia temprana.
Pero ambas no bajaban la guardia. Basdia levantó su hacha y corrió hacia la Planta Gigante, mientras que Zadiris le lanzó un hechizo de Magia de la Princesa de la Luz.
“‘Asalto – Clon de la Princesa de Luz'”, gritó Zadiris, levantando su bastón en el aire.
En ese momento, Basdia se dividió en siete.
“¡¿Ilusiones?! Qué táctica tan aburrida!”, se burló el mago, girando la cabeza de la Planta Gigante hacia las siete Basdias.
Desde el interior del cabello en llamas de la Planta Gigante vino una serie de innumerables ruidos secos y explosivos.
“¡Toma estas semillas ardientes!”, gritó el mago.
Las semillas volaron y se dispersaron como perdigones, lloviendo sobre las Basdias en el suelo. Pero las semillas parecían ser menos poderosas de lo que parecían; las Basdías continuaron cerrando la distancia entre ellas y la Planta Gigante sin reducir la velocidad.
El mago sonrió con suficiencia. “¡Tú eres la verdadera, maldita vieja!”
Apuntó con uno de los brazos del Gigante a una de las siete Basdias. Varias enredaderas con puntas afiladas, como lanzas, se extendieron desde el extremo de la misma, penetrando en ella.
“¿Pensaste que me perdería que una de esas ilusiones sin vida se moviera para bloquear físicamente las semillas…”, comenzó el mago, pero su cara se endureció de asombro en el siguiente momento. “¡¿Qué?!”
La Basdia que había sido atravesada por las endurecidas lanzas se había desvanecido como una ilusión.
El mago siguió apresuradamente a las seis Basdias restantes, pero ya era demasiado tarde.
“¡Gran Hacha de Ogro: Corte Estallido!”, gritó Basdia, que había llegado a los pies de la Planta Gigante.
Ella balanceó su hacha mágica de Hierro de la Muerte, que había sido templada con materiales producidos con fragmentos del Rey Demonio. Aunque la pierna de la Planta Gigante era fácilmente más gruesa que un árbol de miles de años, la cortó de un solo golpe.
“Es-Esta técnica secreta mía se regenerará de inmediato –”, tartamudeó el mago.
De hecho, los brotes de las ramas crecieron inmediatamente tanto de la pierna cortada como de la parte de la pierna de la que había sido cortada.
Pero Basdia utilizó su habilidad marcial una vez más.
“‘Superar Límites’, ‘Superar Límites: Hacha Mágica’… ‘Gran Hacha de Ogro: Corte Estallido'”
Esta vez, ella cortó la otra pierna.
Incluso la capacidad regenerativa de la que estaba tan orgulloso no podía surtir efecto si la otra pierna era cortada antes de que la primera terminara de regenerarse. Los brotes recién germinados se rompieron bajo el peso de la Planta Gigante, y el mago gritó en alarma al perder su equilibrio.
Inmediatamente trató de extender las vides y ramas para atacar a Basdia, pero las otras cinco Basdias las repelieron.
“¡¿Tienen realmente forma física?! ¡¿No eran ilusiones?!”, el mago gritó con incredulidad. “E-espera, detente –”
“Por tercera vez… ‘Gran Hacha de Ogro: Corte Estallido!'”, rugió Basdia.
Ahora que la mitad superior de la Planta Gigante había bajado cerca del suelo, Basdia la golpeó con su habilidad marcial. La cabeza de la Planta Gigante se partió verticalmente en dos, y Basdia se giró para mirar a su enemigo derrotado, el sudor en su frente y una expresión victoriosa en su rostro.
“Niño, las mujeres adultas no se acobardan ante un tirador de guisantes con un poco de calor”, dijo.
“Y deberías al menos ser capaz de combinar un hechizo de ilusión y un hechizo de invocación de familiar y hacer que uno de ellos pretenda protegerse. Recuerda eso, mocoso”, añadió Zadiris.
No estaba claro si sus palabras llegaban a sus oídos, pero pronto se reveló al toser sangre de un desgarro en el cuerpo de la Planta Gigante.
“¡No es posible que haya mujeres así!”, gritó. “Pero incluso a partir de este estado, mi Gigante se regenerará de inmediato y –”
Los feroces chillidos de las ratas lo interrumpieron, y cuatro sombras saltaron sobre él.
Suruga, la Rata de Acero, lideró la carga, obligando al mago a bloquear su golpe corporal con el brazo del Gigante. El impacto fue mayor de lo que parecía; con el brazo girando en una posición inestable, fue desviado a lo lejos.
Hubo dos chillidos más feroces cuando la Rata de Nieve Urumi sofocó el calor del cabello en llamas del Gigante con su aire frío y la Rata Ardiente Mamoru se lanzó sobre el Gigante, obligando al mago a exprimir el último de sus restos de Maná para bloquearla.
“¡Y terminaré el trabajo!”, gritó Natania, que corría por el costado del mago como una bestia a cuatro patas, habiendo transformado sus miembros artificiales de metal líquido en miembros de bestia en lugar de los de un humano.
El mago gruñó de dolor cuando la hoja de Hierro de la Muerte unida a la cola de Natania cortó una profunda herida en el costado de su cuerpo mientras ella pasaba corriendo.
El mago tosió sangre una vez más y miró al cielo. “De ninguna manera… yo, el ‘Usuario del Titán’, no fui derrotado por el Rey Demonio en persona, sino por estas asquerosas Ghouls y Mujer Bestia – ?!”
Pero las palabras moribundas del joven mago con el Título ‘Usuario del Titán’ fueron interrumpidas cuando un hacha de mano lanzada por Basdia le abrió la cabeza.
“No te nombres a ti mismo mientras mueres. Es un insulto demasiado grande para el dueño original de ese cuerpo”, murmuró Basdia, dando una mirada lastimera al joven que ahora no era más que un cadáver.
“¡M-Maldita sea!”, murmuró la mujer Domadora con ira en su voz. “Así que, ya me han dejado sola. ¡Pero no me retiraré sin vergüenza aquí!”
Ella ya había sentido que el plan había fallado. Lo había sentido, pero incluso si se retiraba, estaba claro que no había futuro para ella. Aunque volviera a su Reino Divino, el único destino que le esperaba era ser empalada por las Estacas de la Ley de Alda.
Siendo así, su única opción era luchar tanto como pudiera.
“¡Tú eres el primero, perro! Sométete a mí!”, gritó, blandiendo su látigo hacia Fang, que había estado ocupado acabando con uno de los pocos trolls que quedaban mordiéndole la tráquea.
Intentaba estimular la sensación de miedo de Fang y dominarlo con ese miedo, como había hecho con los otros monstruos.
Pero a pesar de que la mujer era una Domadora de primera clase, Fang no mostró miedo por su látigo. No solo eso, incluso soltó un rugido y contraatacó con una bola de fuego que salió de su boca.
Las llamas en sí no eran una gran amenaza para la mujer Domadora, pero su orgullo fue herido gravemente por la respuesta de Fang.
“¡Imposible! ¿Mi látigo no tiene efecto en un Gran Sabueso del Infierno de Rango 5? ¡¿Es éste el alcance del control del Rey Demonio sobre sus monstruos?!”, dijo ella conmocionada.
“No digas cosas tan terribles sobre él. Nuestro Fang ama mucho a Vandalieu”, dijo una voz.
Una flecha salió volando de algún lugar detrás del enorme cuerpo de Fang.
“¿Qué? ¡Adelante!”, la mujer Domadora dijo apresuradamente ordenando al Toro de Escamas – un toro furioso cubierto de escamas – que había estado manteniendo a su lado.
Pensando que finalmente había sido liberado, el Toro de Escamas saltó hacia adelante, pero la flecha atravesó su cuerpo y pasó al lado de la mujer Domadora.
“Mi puntería todavía tiene un largo camino por recorrer… Mis maestros me regañarían por esto”, dijo Darcia, que había transformado su bastón en un arco, mientras se ponía delante de Fang.
Llevaba ropa de metal líquido que definía claramente la forma de su cuerpo a pesar de los adornos y lazos que llevaban.
“¡Maldita sea, los monstruos han sido aniquilados!”, murmuró la mujer Domadora con una mueca.
Detrás de Darcia, podía ver a los caballeros y aventureros intentando recuperar el aliento y los cadáveres de los monstruos tendidos a sus pies.
Como Domador, los monstruos eran su mejor arma, y todos habían sido exterminados.
“¡Pero no pienses que soy una mujer que no puede hacer nada sin los monstruos! Por lo menos, me llevaré tu cabeza conmigo”, gritó, negándose a rendirse.
Blandió su látigo y activó ‘Trascender Límites’ y ‘Superar Límites: Látigo Mágico’. Su cuerpo, que ya estaba a punto de colapsar, se acercó aún más a su destino. Pero no le importó.
“No creo que mi cabeza sea algo que se pueda tomar tan fácilmente”, dijo Darcia, lanzando rápidamente capas sobre capas de encantamientos sobre sí misma con la Habilidad ‘Magia Espiritual’ y ‘Revocación del Canto’.
Devolviendo su bastón a su forma original, corrió hacia la mujer Domadora.
“¿Es así? ¡Toma esto! “¡Latigo Instantáneo Atador de Dios!”, gritó la mujer Domadora, su látigo se acercó a Darcia tan rápido que no se podía ver a simple vista. Darcia intentó inmediatamente repelerlo con su bastón, pero el látigo lo evitó como si tuviera mente propia, y se envolvió alrededor de su cuerpo.
Darcia emitió un gemido.
La mujer Domadora se rió. “¡Nunca escaparás de mi látigo, que se dice que es capaz de atar incluso a los dioses! ¡Te aplastaré los huesos y los órganos!”
Al ver esto, Fang, los caballeros y aventureros que estaban detrás de él, y Simón, todos corrieron para tratar de ayudarla. Pero al mismo tiempo, se dieron cuenta de que no llegarían a tiempo.
¡No llegaremos a tiempo si nos limitamos a correr! Maldita sea, ¡¿qué se supone que debemos hacer?! pensó Simon en pánico.
Las piernas de Simón eran de carne y hueso; sólo tenía un miembro artificial, su brazo derecho. No era capaz de cubrir el terreno con la velocidad que Natania era capaz.
Naturalmente, tampoco era capaz de extender su forma espiritual o su lengua, o de lanzar hechizos, como su maestro Vandalieu.
Aún así, continuó buscando algo que pudiera hacer, y entonces recordó que Vandalieu había sido capaz de seguir manipulando un trozo de forma espiritual que se había cortado de sí mismo. Y Vandalieu le había dicho a Simon que sería capaz de hacer lo mismo.
¿Puedo hacer lo mismo que el Maestro? … ¡No, tengo que hacerlo! Creer en el Maestro y en las expectativas que tenía sobre mí! se dijo a sí mismo.
Simon afiló su mente y mantuvo su brazo derecho en el aire.
En su mente, imaginó un empuje de su propia ‘Espada’, así como el ‘Lanzamiento’ y la ‘Técnica de Lucha Desarmada’ de Vandalieu. El metal líquido que formaba su miembro artificial respondía a esa imagen y cambiaba de forma.
“‘¡Superar Límites!’ ‘¡Charging Thrust!'”, gritó.
Con su mano ahora en forma de espada, su antebrazo se separó de su codo y salió volando.
Ese proyectil se acercó a la mujer Domadora junto con las flechas disparadas por los guardias de la ciudad.
Con su látigo atando a Darcia, la mujer domadora confiaba en que sería capaz de esquivar las flechas disparadas por las ballestas de los guardias. Y tenía razón; evitó la mayoría de las flechas. Pero para su asombro, el brazo de Simón continuó persiguiéndola incluso después de que ella lo evadiera.
Incluso entonces, debería haber sido capaz de seguir esquivándolo… pero estaba sobrecargando el cuerpo que había tomado prestado. Toda la fuerza la dejó en un instante, y su cuerpo se sintió tan pesado como si fuera de plomo.
La mujer Domadora tosió. “S-Supongo que este es mi límite…”
El brazo de Simon le perforó el hombro derecho, y su mano soltó el látigo.
Y como si esperara ese momento, Darcia lanzó un grito mientras rompía el látigo que la ataba en pedazos, liberándose. La mujer Domadora, los soldados de Morksi, Simon y Fang abrieron los ojos conmocionados al ver los pedazos rotos del látigo volando en todas direcciones.
Con otro grito enérgico, Darcia dio un paso que cavó un cráter en el suelo bajo su pie como el paso de un Gigante, y cerró la distancia entre ella y su enemigo en un abrir y cerrar de ojos. Al mismo tiempo, empujó el pomo de su bastón hacia adelante, atravesando el pecho de la mujer Domador.
“Im… posi… ble…”, jadeó la mujer Domadora, cayendo de rodillas con los ojos aún abiertos por el choque.
Simón, que había disparado su brazo derecho (o para ser más precisos, simplemente extendió su forma de espíritu para empujarlo hacia delante), miró a Darcia desde atrás.
Ella habría estado bien sin mi ayuda, ¿verdad? pensó.
Pero Darcia quitó su bastón del cadáver de la mujer, se dio la vuelta y le hizo señas a él y a los guardias. “¡Gracias por ayudarme, a todos! Estoy muy impresionada, Simon-san. ¡Estoy segura de que mi hijo estaría muy orgulloso de oír lo que hiciste!”
“¿E-Es así?”, tartamudeó Simon.
“¡Sí, por supuesto! Pero antes de eso… ¡Todos, salimos victoriosos!”, declaró Darcia.
Aunque su celebración llegó un momento tarde, los valientes individuos que se habían reunido y luchado con sus vidas en la línea para proteger la ciudad Morksi lanzaron un grito de triunfo.
Al recibir la noticia de que los monstruos habían sido repelidos, los habitantes de la ciudad que se preparaban para evacuar vitorearon. Los preparativos para una celebración en la ciudad comenzaron inmediatamente.
Se habían resignado a una huida en medio de un invierno del que no sabían si iban a sobrevivir, con sus maridos, padres y amigos enfrentándose a una batalla de la que no volverían con vida. A pesar de esa situación, la ciudad estaba a salvo, y aunque había algunos heridos, ninguno había muerto. Todos estaban abrumados por la emoción al escuchar esa noticia.
Si la ciudad hubiera sido destruida, la familia del Conde Morksi habría perdido la mayor parte de sus propiedades, y era posible que se hubieran visto obligados a renunciar a su rango en la corte. Las familias de los caballeros y los guardias podrían haberse quedado vagando por las calles.
Lo mismo era cierto para la gente de la ciudad. El Reino Orbaume no era tan próspero como el Japón actual en la Tierra; era difícil decir que se proporcionara a los refugiados el apoyo suficiente. Tendrían suerte de tener tiendas poco fiables, mantas finas y pequeñas raciones en el frío invernal.
Los que tuvieran suficientes ahorros o familia y parientes en otras regiones estarían bien, pero los demás se enfrentarían a días fríos llenos de sufrimiento.
Incluso aquellos que tenían trabajo no tenían ninguna garantía de que pudieran encontrar trabajo en nuevas ciudades y pueblos. Si hubiera muchos trabajadores del mismo oficio en las ciudades a las que se trasladaran, habría un exceso de oferta de recién llegados.
Como resultado, se convertirían en pobres en las ciudades a las que huían y muchos se verían obligados a vivir en barrios marginales.
Como habían evitado este oscuro futuro, era natural celebrar un festival en la ciudad para celebrarlo.
Pero incluso entonces, la mayoría de los habitantes de la ciudad no eran conscientes de que el futuro de la ciudad no sólo no era oscuro, sino posiblemente muy brillante.
Una parte de ese brillante futuro eran los materiales de los monstruos que habían sido derrotados.
Los monstruos que se habían desenfrenado hacia la ciudad – los más bajos entre ellos eran los Ogros de Rango 5, y los más altos eran los Dragones de Trueno y los Gigantes de Montaña de Rango 8. Era el tipo de amenaza por la que una ciudad de treinta mil habitantes esperaba ser destruida.
Pero ahora que estaban muertos y sus materiales estaban disponibles para ser tomados, eran una montaña de tesoros.
Un solo Ogro proveería una Piedra Mágica, carne, tendones y órganos; si todos estos se usaban, valían una suma considerable. Los Dragones de Trueno y los Gigantes de la Montaña de Rango 8 valían cada uno lo suficiente para llenar toda una bañera con monedas de oro y aún así tener algunas de sobra.
Según la práctica común y las reglas de los gremios, las ganancias generadas por la venta de estos materiales se dividían equitativamente entre todos los que se habían unido a la batalla.
Muchos guardias de la ciudad, caballeros y aventureros se habían reunido en la puerta principal, pero aún así, cada uno de ellos se había ganado una fortuna. Para los guardias de la ciudad, era un pago de varios años.
El dinero que gastaban se derramaba en las tiendas de la ciudad y en el distrito de luz roja. La ciudad de Morksi probablemente prosperaría durante algún tiempo.
Sin embargo, los guardias, mercenarios y aventureros estaban todavía en el proceso de desmantelar los cadáveres de los monstruos y extraerles los materiales, y el Gremio de Aventureros no tenía el dinero necesario para comprarlos inmediatamente, por lo que esto posiblemente tomaría hasta diez días.
Pero había un pequeño problema.
“¿Esta tienda también está agotada?”, preguntó un cliente.
“Lo siento, lo estamos”, respondió el dueño de la tienda. “Los comerciantes que nos abastecen se escaparon, así que…”
Una repentina escasez de bienes.
Sabiendo que una horda de monstruos se acercaba a la ciudad, no todos habían seguido con calma las órdenes de los guardias. Un número considerable de comerciantes, caravanas, mercenarios y aventureros habían huido de la ciudad antes de que se cerraran todas las puertas.
Haciendo esto perderían la confianza de la gente de la ciudad, pero habían considerado que proteger sus propias vidas era más importante que mantener la confianza de una ciudad destinada a la destrucción.
Incluso entre los comerciantes que acababan de llegar a la ciudad hoy en día, había algunos que simplemente habían empacado sus pertenencias y se habían ido. Por lo tanto, algunas de las tiendas de la ciudad estaban experimentando una escasez de mercancías.
Sin embargo, no había escasez de alimentos. Era invierno, pero la comida había llegado a la ciudad de forma normal hasta ayer. Algunos de los comerciantes que huían habían dejado atrás sus voluminosos granos como el trigo y sus bebidas alcohólicas pesadas.
“Eso me pone en un aprieto. El sabor secreto del plato de carne de nuestra tienda necesita ese hongo. ¿Ni siquiera tienes una sola pieza?”, preguntó un cliente.
“El queso del Ducado Birgitt es esencial para el plato de comida de nuestra tienda. Sólo dame lo que tienes. No me importa si es caro. ¿No puedes ayudarme aquí?”, preguntó otro.
Los inconvenientes de esta escasez eran la gente que quería condimentos sutiles para los platos y productos famosos de otros ducados. Con toda la ciudad con ganas de un festival para celebrar el hecho de que todo el mundo había sobrevivido, las cuerdas de los bolsillos de los clientes estarían sin duda más sueltas. Pero con las tiendas incapaces de ofrecer sus platos especiales, los clientes se decepcionarían.
“Lo siento, no estoy tratando de ocultarte nada. Realmente no tengo las cosas que necesitas”, dijo el dueño de la tienda.
Los rostros de los clientes que buscaban comprar sus ingredientes cayeron en la decepción. Normalmente, tendrían rutas seguras de suministro para sus ingredientes, pero ya no servían para nada, justo después de que la ciudad hubiera evitado su perdición.
Pero la nueva información pronto llegó a sus oídos.
“¡Eh, un comerciante ambulante llamado Edmond ha abierto su negocio en el mercado de la ciudad! Parece que vende las setas que buscas, el queso del Ducado Birgitt y un montón de otras cosas!”, gritó uno de los conocidos de los clientes en el mismo negocio.
“¡¿En serio?! ¡Te debo una!”
Con eso, todos se apresuraron a la tienda de Edmond.
Una gran multitud de clientes se había reunido en la tienda, y estaban comprando productos uno tras otro.
“¡Bienvenidos! ¡Tenemos vino de frutas, queso y un abundante suministro de todos los productos que puedas necesitar! Por favor, venga y eche un vistazo!”, una voz animada estaba gritando.
La tienda de la Compañía Edmond era la única con clientes en el desolado mercado.
El dueño era Edmond. Era el que contrataba al antiguo aventurero de clase B, Rodríguez, y también era el comerciante que había intentado convencer a Darcia de abrir un burdel disfrazado de Iglesia de Vida, con mujeres Ghoul como prostitutas sagradas.
He ganado. ¡Mi apuesta ha dado sus frutos! pensó para sí mismo.
Había ordenado a Rodríguez que se uniera a la batalla en la puerta principal y permaneció en la ciudad, y ahora estaba trabajando duro, haciendo negocios.
Había llamado a su competencia – los comerciantes que habían huido de la ciudad – y ofreció comprar sus mercancías, con un descuento, haciendo el acto de ser un joven bueno y honesto.
Esos mercaderes le habían vendido gustosamente sus mercancías, queriendo cambiar sus mercancías pesadas por dinero ligero, incluso con un descuento de más de la mitad.
“¡Este es un queso de alta calidad que ha sido traído aquí desde el lejano Ducado Birgitt! Esta cantidad tendría un precio de mercado de mil baumas. ¡Pero hoy es el día del festival para celebrar la seguridad de la ciudad y su gente! ¡Lo ofreceré a un precio especial de quinientos baum! ¡Todo el queso producido por el Ducado Birgitte es a mitad de precio en mi tienda!”, Edmond anunció a la multitud.
Hubo una gran conmoción cuando los clientes se pelearon entre ellos para comprar el queso. Pero Edmond había comprado el queso a los comerciantes que lo habían transportado hasta aquí por menos de la mitad del precio – todavía estaba obteniendo muchos beneficios.
“¡Dame un descuento en este aceite también!”, gritó un cliente.
“Muy bien. Hoy, venderé estas botellas de noventa Baum a dos tercios del precio, a sesenta Baums!”, dijo Edmond.
Cada vez que un cliente le llamaba, Edmond les decía repetidamente que sus precios eran ‘sólo hoy’. El hecho de que estos precios fueran especialmente bajos hoy estaba impreso en la mente de los clientes.
Esto era un truco para hacer que sus clientes se abastecieran de productos hoy, y para asegurarse de que no pidieran precios más bajos cuando Edmond abriera su tienda más tarde.
Valía la pena creer en Rodríguez y apostar mi vida en esto. Con esto, el nombre de la Compañía Edmond se ha hecho más conocido, y me he ganado la confianza de la gente. Aunque los otros comerciantes ambulantes intenten echarme la culpa más tarde, ellos fueron los que aceptaron las monedas y huyeron por sus vidas en un momento de emergencia, y yo seré el que se quedó atrás y ofreció mercancías a precios reducidos. No hay necesidad de pensar con quién se pondrá de parte de la gente de la ciudad, pensó Edmond. Aún así… era realmente peligroso.
Había escuchado historias de Rodríguez y de los aventureros y mercenarios que habían luchado en la puerta principal. Según ellos, Darcia y las mujeres Ghoul domesticadas por su hijo eran extremadamente poderosas. El propio Rodríguez había admitido que no tendría ninguna oportunidad contra ninguna de ellas.
Proponer el uso de esas mujeres en un burdel… Hizo sudar a Edmond con ansiedad al darse cuenta de lo loco que había estado.
Si la hubiera seguido e intentado forzar el asunto, podría haber terminado como un cadáver en un callejón en algún lugar. Necesito saber cuál es mi lugar cuando hago negocios. No debería tratar de entrar en otros negocios tan descuidadamente, pensó Edmond. Una vez que las cosas se hayan calmado, iré con Rodríguez y la saludaré con un regalo, me disculparé por lo que hice en ese entonces y expresaré mi deseo de que podamos hacer negocios en el futuro.
Aunque Edmond lamentó haberle hecho esa propuesta a Darcia y trató de usar a Rodríguez para amenazarla para que accediera, aún no se podía negar que ella y su hijo estaban en un negocio valioso. No pretendía distanciarse de ellos; de hecho, no había renunciado a acercarse a ellos.
Vandalieu y Darcia, los héroes que habían defendido la ciudad, estaban rodeados de gente en la plaza de la ciudad… como el dueño de un negocio y vendedor de un carrito de brochetas de carne.
“Las brochetas de órgano de Dragón de Trueno tienen el precio especial de diez Baums cada una hoy”, dijo Vandalieu a la multitud. “El corazón y el hígado del Dragón recién cosechado, y la deliciosa salsa tiene sangre de Dragón también.”
“¡Santa dama de la victoria! ¡Cinco brochetas, por favor!”, gritó un cliente.
“¡Está bien!”, respondió Darcia. “Vandalieu, cinco brochetas.”
“Sí, mamá… Por cierto, ¿por qué sigues transformada?”, preguntó Vandalieu.
“Porque dejé mi muda de ropa en la casa. La ropa que llevaba antes de transformarme también está hecha pedazos.”
Darcia, al igual que Basdia y Zadiris, se habían puesto delantales y trabajaban en la venta de brochetas, todavía en el mismo estado transformado en el que estaban en la puerta principal.
“Puedes limpiar no sólo el polvo, sino también la sangre y la grasa, de este traje con sólo un trapo. Es muy conveniente”, dijo Basdia.
“Y es popular entre los clientes”, dijo Zadiris. “Bueno, tengo la sensación de que es un poco demasiado popular.”
“¡Zadiris-chan! ¡Tres brochetas por aquí!”, gritó otro cliente.
“¡No añadan ‘-chan’ a mi nombre, mocosos! ¡He vivido diez veces más que vosotros!”
Las tres mujeres que habían peleado en la puerta principal eran muy populares entre la gente de la ciudad.
“… Puedes volver y cambiarte, ya sabes”, dijo Vandalieu.
“No importa”, dijo Zadiris, sacudiendo la cabeza con pena en los ojos. “Trabajar así es mejor para distraerme”.
Como resultado de derrotar a los espíritus heroicos, había logrado el aumento de Rango que había anhelado… …desde la Gran Princesa Maga Ghoul a una raza llamada ‘Princesa de la Luna Maga Ghoul’. No había sido capaz de eliminar la palabra ‘princesa’.
Para añadir un insulto a la herida, el rango de su hija Basdia también se había incrementado, y ahora era la Reina de la Medianoche de las Amazonas Ghoul.
Esa era la razón de la pena de Zadiris.
“Rodearme de este ruido significa que no tengo tiempo para deprimirme”, dijo Zadiris a Vandalieu. “Ahora bien, ¿podría traerme las brochetas, por favor?”
Por cierto, ella cambiaría de trabajo después de esto, pero todos tenían Títulos de sonido adorable y se vería obligada a llorar cuando eligiera uno de ellos.
Mientras Zadiris se tomaba un descanso a corta distancia del carro, llegaron algunos nuevos clientes.
“¡Allí!”, dijo uno de ellos. “¡El carrito de comida con la santa dama transformadora, la hachera transformadora y la chica transformadora!”
“Entonces, ellas son las que acribillaron a los Dragones y Gigantes como si no fueran nada…”, murmuró otro.
Afortunadamente, parecía que sus voces no habían llegado a los oídos de Zadiris.
… Ahora tienen todo tipo de nuevos apodos, pero estoy seguro de que todo se calmará en unos días, se dijo Vandalieu, recordando todas las formas desconocidas que los clientes habían usado al referirse a Darcia, Basdia y Zadiris.
En unos pocos días, el calor y la excitación disminuirían y los nuevos apodos… Los que suenan mal dejarían de usarse y los que suenan parecidos se consolidarían en uno o dos apodos.
Tengo la sensación de que algún nombre bonito se pegará a Zadiris y se reflejará como un Título de su Estado, pensó Vandalieu, aunque no tenía pruebas de ello… y tendría que devanarse los sesos para saber cómo consolar a Zadiris cuando llegara el momento.
“¡Cómo pudo suceder esto! Escuché la petición de Melissa y me cambié, ¡y me salió el tiro por la culata!”, gimió Kanako, que estaba sentada en una de las mesas de la plaza, cerca del carrito de comida de Vandalieu.
“¿Por qué haces que suene como si te hubiera atraído a una trampa?”, dijo Melissa, que estaba sentada con ella.
Ambas se habían deshecho de su transformación y se habían vuelto a poner sus ropas normales.
Kanako parecía estar llena de arrepentimiento, pero de repente se levantó de su asiento como si se diera cuenta de algo, y levantó su bastón en el aire. “No hay necesidad de contenerse sólo porque me haya cambiado. Sólo necesito transformarme una vez más, aquí mismo, ¡no!”
“¡¿Qu-qué?!”, dijo Melissa con incredulidad.
“¿Qué está pasando? ¡¿Va a desnudarse esa Elfa Oscura nee-chan y esa Elfa nee-chan?!”, murmuró un transeúnte borracho.
“¡Whoo! Ahora es un espectáculo para los ojos doloridos!”, se rió otro.
“¡No me voy a desnudar, aunque voy a mostrar un poco más de piel! Aquí vamos!”, dijo Kanako.
“¡No lo hagas! ¡Me estás atrapando en esto! ¡Sólo quédate callada y come algunas brochetas!”, suplicó Melissa.
“¡Cálmate, y no dejaré que se desnuden, así que deja de silbar!”, le gritó Doug a la multitud.
“Cuento contigo para que tomes el mando si las cosas se descontrolan”, le dijo Vandalieu a Miles, que había aparecido con el pelo despeinado y aún con la ropa hecha jirones, sin haber hecho nada para arreglarse más que volver a aplicarse el pintalabios.
“Sí, déjamelo a mí”, dijo Miles. “Pero no creo que se convierta en una locura. Los mercenarios borrachos que hacen tanto ruido no se acercan más”.
La batalla entre el grupo de Vandalieu y Fitun no había sido vista por mucha gente, pero Fang y las ratas estaban en la plaza, y lo más importante, Darcia y Basdia estaban allí. Los mercenarios no parecían estar tan borrachos como para olvidar que serían tratados si causaban demasiados problemas.
Simon estaba con Jessie, la hija alquimista de Berard el Maestro del Gremio de Aventureros, y Natania estaba descansando en casa ya que se había lastimado la cintura con el movimiento a cuatro patas al que aún no estaba acostumbrada.
“Por cierto, no es necesario que el carrito de comida esté fuera a esta hora del día, ¿verdad, jefe?”, preguntó Miles.
“Por la noche, planeo invitar a todos a cenar en la Dungeon. Necesito tener el carrito de comida fuera durante la tarde”, dijo Vandalieu.
“… Normalmente, ¿no encabezarías un desfile como el héroe que salvó la ciudad y que el señor de la ciudad presentó a la gente en un discurso público?”
“Al parecer, se hará un desfile después de esperar a que la gente de la ciudad se calme un poco. Algo acerca de que es peligroso si lo hacemos ahora y la gente salta al camino del desfile por la emoción. El discurso público se hará entonces también… y una explicación detallada de la situación vendrá después, también.”
Por cierto, los materiales de los monstruos derrotados por Vandalieu y sus compañeros, y el equipo de Hajime Fitun y su grupo, habían sido tratados como su botín de guerra en lugar de ser divididos equitativamente.
Vandalieu y sus compañeros habían derrotado a estos monstruos y a los individuos tras una batalla lejos de la puerta principal. Los órganos del Dragón de Trueno que estaban siendo vendidos ahora eran parte de ese botín.
La carne y los órganos de los Gigantes de Montaña no eran comestibles sin una preparación complicada, así que eso se había dejado para más tarde.
“Ah, el caballero del conde que vino como mensajero dijo que el conde quiere que tú también asistas al desfile, Miles”, dijo Vandalieu.
“¿Puedo declinar? Mi posición en la sociedad es la de un paria”, dijo Miles.
“Ya que soy tu jefe, me gustaría que asistieras. Para demostrar que Seguridad Lobo Hambriento es un grupo respetable”.
“… De acuerdo, Jefe.”
4 individuos reencarnados destruidos.
6 individuos reencarnados destruidos en total.
12 individuos reencarnados restantes reencarnados desde Origen.
3 individuos reencarnados transformados en espíritus familiares.
79 individuos reencarnados restantes en Origen.
- Nombre: Darcia
- Raza: Fuente Elfo del Caos
- Edad: 0 años
- Título: Bruja, Madre Sagrada, Madre del Monstruo, Encarnación de Vida, Madre Emperatriz, Santa Dama
- Trabajo: Santa Dama
- Nivel: 0
- Historial de Trabajos: Chica Mágica, Maga Emperatriz de la Vida, Idol Mágica, Usuaria del Bastón de Ropa Mágica, Luchadora Transformadora
- Habilidades Pasivas:
- Visión Oscura
- Resistencia Mágica: Nivel 10
- Resistencia Física: Nivel 10
- Resistencia a los Efectos de Estado: Nivel 10
- Fuerza Monstruosa: Nivel 7 (Level Up!)
- Regeneración Súper Rápida: Nivel 5
- Vitalidad Aumentada: Nivel 9
- Mana Aumentado: Nivel 8 (Level Up!)
- Recuperación Automática de Mana: Nivel 7
- Aumento de la Tasa de Recuperación de Mana: Nivel 8 (Level Up!)
- Súper Auto-Fortalecimiento: Vandalieu: Nivel 4 (Level Up!)
- Auto-Fortalecimiento: Orientación: Nivel 10
- Valores de Atributos Reforzados: Creador: Nivel 6 (Level Up!)
- Valores de Atributos Reforzados: Gobernar: Nivel 4 (Level Up!)
- Atracción: Nivel 8
- Poder de Ataque Fortalecido mientras está equipado con un arco: Medio
- Poder de Defensa Fortalecido mientras estás equipado con una armadura no metálica: Medio
- Fortalecer Seguidores: Nivel 1
- Valores de Atributos Reforzados: Transformación: Nivel 6 (Level Up!)
- Poder de Ataque Fortalecido mientras está equipado con un bastón: Medio (Nuevo!)
- Habilidades Activas:
- Cocinar: Nivel 5
- Tareas Domésticas: Nivel 5
- Arquería del Dios de la Caza: Nivel 3 (Level Up!)
- Técnica de Daga Estilo Hogar: Nivel 2
- Técnica de Lucha de Cambio Infinito: Nivel 2 (Level Up!)
- Magia sin Atributo: Nivel 5
- Fino Control Mágico: Nivel 2 (Level Up!)
- Magia de la Emperatriz de la Vida: Nivel 4 (Level Up!)
- Magia de Atributo Agua: Nivel 10
- Magia de Atributo Viento: Nivel 10
- Magia Espiritual: Nivel 7 (Level Up!)
- Desmontaje: Nivel 2
- Forma Espiritual: Nivel 3 (Level Up!)
- Superar Límites: Nivel 5 (Level Up!)
- Revocación del Canto: Nivel 6
- Coordinación: Nivel 8 (Level Up!)
- Descenso de la Diosa: Nivel 3
- Clérigo: Nivel 4 (Level Up!)
- Baile: Nivel 3
- Canto: Nivel 3
- Superar Límites: Bastón Mágico: Nivel 4 (Level Up!)
- Técnica de Bastón: Nivel 5 (Level Up!)
- Habilidades Únicas:
- Encarnación de Vida
- Protección Divina de los Dioses de Atributo Vita (Los aliados de Vida)
- Fundador Elfos del Caos
- Protección Divina de Vandalieu
- Esqueleto de Metal Divino
- Ojo Demoníaco de la Regeneración: Nivel 5 Caos
- Nombre: Zadiris
- Edad: 300 años (Se ha revertido la edad)
- Título: Chica Mágica
- Rango: 12
- Raza: Maga Ghoul Princesa de la Luna
- Nivel: 0
- Trabajo: Princesa Mágica
- Nivel de Trabajo: 0
- Historial de Trabajos: Aprendiz de Mago, Mago, Mago de Atributo Luz, Mago de Atributo Viento, Filósofo, Gran Filósofo, Gran Mago, Princesa Maga, Chica Mágica, Usuario del Bastón Mágico
- Habilidades Pasivas:
- Visión Oscura
- Resistencia al Dolor: Nivel 5 (Level Up!)
- Fuerza Sobrehumana: Nivel 4 (Level Up!)
- Secreción de Veneno Paralizante (Garras): Nivel 2
- Súper Aumento de la Tasa de Recuperación de Mana: Nivel 2 (Level Up!)
- Mana Aumentado: Nivel 8 (Level Up!)
- Recuperación Automática del Mana: Nivel 7 (Level Up!)
- Poder Mágico Aumentado mientras está equipado con un bastón: Grande (Despertado de Poder Mágico Reforzado mientras se está equipado con un baston, Level Up!)
- Valores de Atributos Reforzados: Transformación: Nivel 7 (Level Up!)
- Auto-Fortalecimiento: Orientación: Nivel 6 (Level Up!)
- Resistencia Mágica: Nivel 4 (Level Up!)
- Valores de Atributos Reforzados: Luz Lunar: Nivel 1 (Nuevo!)
- Habilidades Activas:
- Magia de la Princesa de la Luz: Nivel 2 (Level Up!)
- Magia de Atributo Viento: Nivel 10
- Magia sin Atributo: Nivel 7
- Fino Control de Mana: Nivel 1 (Despierta de Control de Mana!)
- Alquimia: Nivel 7
- Revocación del Canto: Nivel 9
- Multi-Cast: Nivel 9 (Level Up!)
- Superar Límites: Nivel 8
- Tareas Domésticas: Nivel 2
- Procesamiento de Pensamientos a Alta Velocidad: Nivel 7
- Técnica de Bastón: Nivel 3 (Level Up!)
- Caída Demoníaca del Espíritu Familiar: Nivel 2 (Level Up!)
- Canto: Nivel 4 (Level Up!)
- Baile: Nivel 4 (Level Up!)
- Habilidades Únicas:
- Protección Divina de Zozogante
- Protección Divina de Garess
- Protección Divina de Vandalieu
- Protección Divina de Deanna
- Nombre: Basdia
- Edad: 35 años (27 años en apariencia)
- Rango: 12
- Raza: Reina Ghoul Amazonas de la Medianoche
- Nivel: 0
- Trabajo: Reina Ogro Transformadora
- Nivel de Trabajo: 0
- Historial de Trabajos: Aprendiz de Guerrero, Guerrero, Aprendiz de Mago, Mago, Guerrero Mágico, Mago de Atributo Viento, Usuario del Hacha Mágica, Espada Hacha Ogro, Reina Ogro
- Habilidades Pasivas:
- Visión Oscura
- Fuerza Monstruosa: Nivel 3 (Level Up!)
- Resistencia al Dolor: Nivel 7
- Secreción de Veneno Paralizante (Garras): Nivel 6
- Resistencia Mágica: Nivel 8 (Level Up!)
- Intuición: Nivel 6
- Poder de Ataque Reforzado cuando está equipado con un hacha: Muy Grande
- Fortaleza Mental: Nivel 5
- Mana Aumentado: Nivel 3 (Level Up!)
- Valores de Atributos Reforzados: Orientación: Nivel 6 (Level Up!)
- Fortalecer Seguidores: Nivel 6 (Level Up!)
- Atracción: Nivel 4 (Level Up!)
- Valores de Atributos Reforzados: Luz Lunar: Nivel 5 (Level Up!)
- Habilidades Activas:
- Técnica de la Espada Hacha de la Reina Ogro: Nivel 1 (Despierta de Técnica de Hacha!)
- Técnica de Escudo: Nivel 9
- Arquería: Nivel 8
- Lanzamiento: Nivel 8 (Level Up!)
- Pasos Silenciosos: Nivel 4 (Level Up!)
- Coordinación: Nivel 10
- Magia sin Atributo: Nivel 4
- Magia de Atributo Viento: Nivel 8 (Level Up!)
- Magia de Atributo Agua: Nivel 7
- Control del Mana: Nivel 7 (Level Up!)
- Cocinar: Nivel 3
- Supera Límites: Hacha Mágica: Nivel 10 (Level Up!)
- Técnica de Armadura: Nivel 6 (Level Up!)
- Técnica de Lucha Mágica: Nivel 5 (Level Up!)
- Desmontaje: Nivel 2 (Level Up!)
- Comando: Nivel 3 (Level Up!)
- Superar Límites: Nivel 3 (Level Up!)
- Técnica de Lucha Desarmada: Nivel 4 (Level Up!)
- Canto: Nivel 2 (Level Up!)
- Baile: Nivel 2 (Level Up!)
- Caída Demoníaca del Espíritu Familiar: Nivel 1 (Nuevo!)
- Habilidades Únicas:
- Protección Divina de Zozogante
- Protección Divina de Garess
- Protección Divina de Vandalieu
- Protección Divina de Deanna
Explicación de la Habilidad: Fortalecimiento, Aumento, Ampliación
Habilidades que modifican algunos o todos los Valores de Atributos. Sus nombres difieren en función del Valor de Atributo objetivo, como ‘Fuerza Muscular Fortalecida’ o ‘Agilidad Aumentada’.
Una Habilidad ‘Fortalecida’ es el nivel básico, en el que la bonificación es leve, y puede despertarse en ‘Aumentada’, haciendo que la bonificación aumente. Una vez que se despierta en ‘Ampliación’ y alcanza el nivel máximo, el Valor de Atributo se convierte en aproximadamente el doble de su valor original.
Estas Habilidades significan poco por sí solas; cuanto más altos sean los Valores de Atributos originales, mayor será su efecto. Por lo tanto, casi no hay aventureros y caballeros que se enorgullezcan de su Nivel en estas Habilidades.
También hay Habilidades similares denominadas ‘Fortalecido/Aumentado/Ampliado X cuando se equipa con Y’. Estas Habilidades tienen efecto cuando el usuario se equipa con el equipo especificado.
Estas Habilidades tampoco tienen sentido si las Habilidades relacionadas con el combate, los Valores de Atributos y las armas del usuario son de baja calidad; también tienen un mayor efecto con cualidades base altas.
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