No hay otra opción.
“¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¿Cómo ha sucedido esto?”
Expresiones humanas de conmoción y miedo aparecieron en el rostro del gato negro mientras corría bajo la lluvia torrencial.
Después de correr durante mucho tiempo, el exhausto gato negro tropezó de repente y cayó una pequeña distancia. Sin embargo, se levantó de nuevo y siguió corriendo varios pasos más antes de meterse en un pequeño callejón para esconderse.
“Haa haa… Haa haa…”
El gato negro se sacudió las gotas de agua de su pelaje antes de inspeccionar cautelosamente su entorno y soltar un suspiro de alivio al no ver a nadie cerca.
El gato negro se puso flácido y sentó su trasero en el suelo.
“¡Técnica de Transformación – Disipar!”
Su respiración se calmó gradualmente mientras abría la boca, dando lugar a la ligera voz chillona de un joven en plena pubertad.
Una ligera perturbación en el éter hizo que el cuerpo del gato negro se agrandara y se transformara en un joven de unos dieciséis años.
Morrison Greg, un chico de pelo castaño con la cara llena de pecas, capaz de convertirse en gato.
Morrison era personal de investigación en la rama de inteligencia de la Torre del Rito Secreto, y actualmente llevaba un año en el puesto. Aunque todavía era bastante joven, Greg tenía un talento excepcional para la transformación y, por tanto, reunía las condiciones necesarias para llevar a cabo misiones individuales.
Sin embargo, esta vez las circunstancias eran diferentes.
Este era un periodo de calma para Greg y no había aceptado ninguna misión. Sin embargo, se enteró de que el ex Gran Caballero Radiante Joseph había ido solo a investigar y no permitió que otros miembros del personal lo acompañaran debido a la amenaza de Wilde.
Como joven que se había unido a la rama de inteligencia porque idolatraba a Joseph, Greg conocía bien la historia pasada entre el Gran Caballero Radiante Joseph y el mago negro Wilde.
Debido a la curiosidad y la preocupación por su ídolo, Greg había seguido cautelosamente a Joseph hasta esta librería.
Naturalmente, había utilizado al máximo su habilidad especial y se había mantenido a una distancia muy segura. De ninguna manera se dejaría exponer.
Eso fue hasta hace unos momentos.
Después de esperar fuera de la librería durante aproximadamente diez minutos, Greg decidió echar un ligero vistazo a la situación en el interior. Al final, ¡lo que vio fue una escena extremadamente aterradora!
Un Caballero Radiante de Rango Destructivo, la Llama Sagrada Indomable, un monstruo medio metálico con forma humana, ¡estaba encogido de dolor ante el mostrador y cayó al suelo instantes después!
Greg juró que lo había visto todo muy claramente con sus ojos de gato.
Hacía un segundo, Joseph estaba todavía conversando pacíficamente con aquel aparentemente amable dueño de la librería y al segundo siguiente, Joseph se había estrellado contra el suelo.
Después de eso, el dueño de la librería había saltado sobre el mostrador y alcanzó la muñeca del gran caballero y realizó algunas acciones extrañas. Greg estaba seguro de que se trataba de algún tipo de hechicería maligna.
A continuación, el dueño de la librería arrastró bruscamente al caballero inmóvil sobre un pequeño recipiente e incluso murmuró algunas palabras burlonas de manera gélida.
¿Incluso los hombres duros e inflexibles pueden tener sueños de cuento de hadas?
¿Está sugiriendo que la impulsividad de Sir Joseph al entrar solo en territorio enemigo se asemeja a la ingenuidad de un niño?
¿O está sugiriendo que la gran hazaña de la Torre del Rito Secreto para limpiar la oscuridad no era más que una fantasía?
“¡Maldita sea! Incluso dijo ‘descansa bien’. ¡¿Quería dejar que la Llama Sagrada Indomable permaneciera en letargo por toda la eternidad?!”. Greg se estremeció.
¡Era demasiado aterrador! Y lo peor era que él había logrado la mayor parte…
“¿Qué demonios está pasando? ¿Quién es el dueño de esa librería? ¿Cómo ha podido derrumbarse Sir Joseph sin oponer siquiera resistencia?”, balbuceó Greg. Su rostro estaba pálido y su cuerpo temblaba incontrolablemente, como si acabara de lograr escapar de las fauces de la muerte.
No, no era así. Realmente acababa de escapar de las fauces de la muerte. Greg nunca olvidaría la sensación de que su corazón se detuvo en el momento en que accidentalmente derribó algunos trastos junto a la puerta.
El dueño de la librería podría haberle atrapado, pero prefirió detenerse en la puerta.
Sin embargo, Greg sabía que el dueño de la librería había visto a través de su disfraz.
¿Es peligroso afuera?
Sí, el verdadero peligro había estado ante los ojos de Greg.
Y sólo había una salida “segura”: “casa”.
El dueño de la librería le había dejado suelto a propósito para que volviera y diera la noticia.
Tal vez fuera una advertencia, una provocación o incluso una burla.
Pero, ahora no le quedaba otra opción…
¡Joseph había caído!
Ahora, sólo él podía transmitir esta información a la Torre del Rito Secreto.
Morisson Greg, personal de investigación de la rama de inteligencia de La Torre del Rito Secreto durante un año, había emprendido ahora una misión extremadamente importante.
Reprimiendo el miedo que le recorría el cuerpo, apretó los dientes y volvió a transformarse en un gato negro antes de salir disparado en dirección a la Torre del Rito Secreto.
○ • ○
Joseph había vuelto a sumirse en alucinaciones.
Una vasta extensión de cielo y nada se extendía ante él. Estrellas de todas las formas y tamaños, parpadeando continuamente llenaban el cielo turbio.
A millones de años luz de distancia, los cuerpos celestes se hallaban en un ciclo interminable de aparición y destrucción, mientras el concepto del tiempo se desvanecía gradualmente.
En esta extensión estrellada, flotaban innumerables sombras colosales.
Muchas veces, estas sombras gigantes vagaban de este lugar a la realidad, formando una imagen extraña pero hermosa ante los ojos de Joseph cuando los dos espacios se superponían.
Era como el asombro de ver una ballena azul viajando de un lado a otro en un acuario de ciudad. Pero la mayor parte del tiempo, este asombro era sobre todo doloroso.
Porque la mayoría de las veces, destrozaba su cognición, dejándole ahogado en el miedo a lo desconocido.
Además, la espada demoníaca Candela atravesaría milenios y gemiría lúgubremente hacia estas extensiones estrelladas.
Joseph se sentiría como un niño añorando a su madre.
A decir verdad, para Joseph, sostener la espada demoníaca Candela era como cuidar a un niño que se porta mal. A Joseph le costaba mucho controlar las emociones de este niño y cada vez le resultaba más difícil disciplinarlo cuanto más crecía con la edad.
Pero esta vez las cosas eran diferentes. Joseph tenía un libro en la mano. Un libro que no era grueso ni grande.
“Whoosh…”
Las páginas del libro pasaron rápidamente, y un lenguaje tabú indescriptible revoloteó ante sus ojos.
“Aquel que mire al abismo hará que el abismo lo mire a él y obtendrá el reconocimiento del abismo…”
“E-Espera… ¡Maldita sea! ¡Una trampa! Aaarghhh!”
Joseph fue despertado por el intenso dolor en su mente causado por la sobrecarga de información. Un ligero indicio de alegría apareció dentro del estado de locura de la espada demoníaca.
¿Por qué está tan feliz? ¿Es por este libro? Un cuento para niños… ¡Esto sí que es para niños!
Los ojos de Joseph se abrieron de par en par. Miró fijamente al techo desconocido e intentó moverse, pero se sintió incapaz de hacerlo.
Bajó la mirada y se vio a sí mismo agarrando el “cuento para niños”.
Así que es un cuento para este tipo de niños…
“¿Ehh? Tío, ¿te has despertado?”
Joseph oyó una voz joven y familiar. Giró la cabeza y vio aquella cara sonriente y familiar.
El dolor de cabeza ya había desaparecido. Sacudiendo la cabeza, Joseph estiró un brazo y se incorporó.
“Gracias”, murmuró Joseph.
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