Travesía


3 Años y medio habían pasado desde aquel día en el que comencé mi primera lección. aquella en la que por primera vez pude sentir esa energía que rebosaba de mí. Y ahora estamos aqui, en la última clase qué recibiré. Mi maestra; mi madre y cuidadora, a quien le debo la vida. 

Ésta mañana frente a mi puerta había una pequeña caja de madera envuelta completamente en un sello mágico. Ya había practicado mucho el deshacer sellos por lo que no fue un gran esfuerzo el descifrarlo… Digo eso pero en realidad básicamente lo sobrecargué de mana tanto que el sello no resistió lo suficiente y finalmente pude sobreescribirlo. 

Dentro de éste, había un pequeño anillo completamente negro. Ya conocía este material de antemano ya que mamá me lo había enseñado, se trata de metal mágico, este podía absorber maná, con ésto ya me daba una idea de lo que podía tratarse, pero por si me quedaba alguna duda, junto a éste había una pequeña nota “Tiñelo completamente de tu maná, cuando termines, baja y ” Ya sabía lo que debía hacer asi que me puse el anillo y me senté frente a la puerta mientras el anillo absorbía lentamente el mana de mi mano, cerré mis ojos e intenté apresurar un poco el flujo de maná para terminar antes, era algo peligroso pero con el control de mana que yo tengo era un proceso prácticamente seguro.

Cuando sentí que ya no cabía mas mana dentro del anillo, abrí mis ojos para ver el resultado. El anillo seguía siendo completamente negro pero pequeñas manchas doradas eran visibles ahora. Estaba muy conforme con el resultado. 

Me terminé de vestir con magia y bajé felizmente las escaleras. Mi madre no se encontraba en la casa, revisé en todas y cada una de las habitaciones y no estaba en ninguna. 

Salí al patio y mejoré mis piernas con magia, salté al cielo, tal vez unos 100 metros de altura, miré hacia todos lados y no conseguí ubicarla en ningún sitio.

-¿A quien buscas?-

-A ti, mama-

Mi madre había aparecido atrás mío y me tomó en el aire. Tenia la costumbre de jugarme bromas de este tipo asi que no era algo que me tome por sorpresa. 

-¿Que haremos hoy?- 

-Te enseñaré magia de contrato-

-¿Aqui en el aire?-

-Exactamente- Respondió con una sonrisa burlona. Mientras me arrojaba mas alto todavía

Cada vez que llegaba al fin de mi impulso me volvía a recoger y me volvía a lanzar mas alto una y otra vez, hasta que pasamos por encima de la altura de las nubes. El paisaje blanco y esponjoso que formaban las nubes era brillante y glorioso, con el sol iluminando y bañandonos de una cálida luz.

Finalmente me tomó y con un simple chasquido formó una plataforma de aire solido bajo nuestros pies, me dejó parado y pasó su mano por mi cabeza. 

-Tambien puedo enseñarte un poco de peluquería, Jajaja- Dijo mientras acomodaba mi pelo, que había terminado completamente desordenado luego de mi travesía por el aire.

-Te lo agradezco, pero por ahora paso- Dije mientras hacía un puchero y tomaba la mano de mi madre de mi cabeza. 

-Jajaja, bien, entonces, hace un momento te dije que hoy aprenderías magia de contrato- 

-La magia de contrato es una forma de establecer un pacto con una criatura mágica, en la que ambos deben estar de acuerdo con las condiciones que ponga la otra parte, en este caso las almas de los dos formarán un vinculo particular.Si alguno de los dos no acepta de corazón el contrato éste mismo no tendrá efecto. Pero una vez el contrato esté establecido, no podrá ser cancelado a no ser que ambas partes vuelvan a estar de acuerdo o una de ellas rompa una de las normas, cualquier criatura mágica puede formar un contrato, aunque en el caso de las bestias sin uso de razón la mayoría de las veces es necesario derrotarlas para que reconozcan tu fuerza-

-¿Tengo que derrotar una bestia para formar un contrato?-

-Eso no va a ser necesario, no soy una bestia pero estoy segura de que puedes derrotarme, jejeje-

-¿Cómo? ¿Qué quieres decir?-

-Como prometí al principio, te daré lo que deseaste. Bajo la autoridad de Tinia, mi nombre, la Reina soberana de los espíritus, formaremos un contrato y te prestaré toda mi autoridad sin límites ni condiciones- Un circulo mágico se formó detrás de la espalda de mamá. 

-Ahora tienes que poner maná en tus palabras y decirme desde el fondo de tu ser qué es lo que tienes para ofrecerme como pago por lo que te ofrezco- 

Cerré los ojos, pensé y dije en voz alta -Te ofrezco la vida que me diste desde el momento en que me aceptaste contigo-

-Tonto, el anillo que preparé era para que me lo ofrezcas en este momento- 

-Lo sé, pero si no soy sincero en este momento el contrato no se hará ¿cierto?-

-Eso es… cierto en parte… En ese caso… Aceptaré que me permitas pasar la vida a tu lado, mientras descubrimos las maravillas del mundo ¿Y bien? ¿Aceptarías?-

-Trato hecho-

Otro círculo se formó detrás mío, de repente muchas cuerdas hechas de magia salian disparadas entre nosotros, se entrelazaban y se tensaban con firmeza. A medida que esto ocurría, una sensación de calor se arremolinaba dentro de mi, sentía que el contrato se grababa en mi interior y comprendía cada uno de los sentimientos detrás de las condiciones de mi madre, la otra parte del contrato.

Las cuerdas empezaron a desvanecerse, no como si desaparecieran, sino como si se ocultaran. Para empezar, si me concentraba lo suficiente podía ver una pequeña cuerda fina como un cabello que nos conectaba a mi madre y a mi.

Cuando el ritual de contrato parecía haber finalizado, pude ver el rostro de mi madre pálida, mientras cerraba los ojos con una sonrisa. el suelo de aire que nos mantenía de pie en el cielo se desvaneció y caímos en picado. busqué a mi madre entre las nubes que nos cubrían, no podía verla en la inmensidad de lo blanco, todo era borroso y dificultaba la visión. Finalmente pude ver su silueta con las piernas hacia arriba, inconsciente y completamente entregada a la caída. En pocos segundos chocaremos contra el suelo. Necesitaba alcanzarla para amortiguar la caída con magia, pero cada vez se alejaba mas y mas, a este paso ella golpeará contra el suelo con toda esa fuerza e inevitablemente sufrirá daños.

Me moví impulsando aire en dirección contraria hasta conseguir acercarme, estaba prácticamente girando descontrolado en todos los ejes, la tomé por su capa y comencé a sacudirla por sus hombros. Estábamos girando mientras caíamos en picada, tal vez en 15 segundos estaríamos chocando contra la tierra.

-¡MAMA! ¡DESPIERTA! ¡MAMA!-

Parece que el alboroto sirvió de algo, abrió débilmente sus ojos y me abrazó, dejando su cara en mi oreja. 

-No tengo mana, Usa tus alas- 

Como si un recuerdo viejo viniera a mi mente, un pensamiento estaba alimentando sensaciones nuevas, sentía una parte de mi cuerpo que antes no estaba ahí, envié mana a mi espalda como si fuera un reflejo.

La parte trasera de mis prendas superiores se arrancaron de la ropa, quedó un gran agujero. Dos pares de alas blancas, delgadas, alargadas y finas como un papel surgieron de mi espalda. Como si fueran un músculo mas. Las agité un par de veces y una gran ráfaga de aire salió despedida hacia abajo, con un simple movimiento pude estabilizarme en el aire y comencé a frenar, muy bruscamente pude detenerme sobre el suelo a unos dos metros de altura. 

Corté el maná en mis alas y caí al suelo, aún con mi madre en brazos. Corrí a la casa y la acosté en su cama. Usé gran parte de mi mana para suministrarle magia curativa, que aunque no estuviera lastimada como tal, me daba la esperanza de que ayude en algo.

Esperé casi 2 horas sobre la cama, arrodillado a un lado de ella mientras la vigilaba por cualquier cosa. Hasta que finalmente despertó

-¿qu…? ¡JIN! ¿¡ESTAS BIEN!? ¿¡QUE PASÓ!?- De un golpe, se sentó en la cama. 

-¡Calma!… ¡Pasaron muchas cosas!… Te contaré todo en un momento asi que tranquila…- Un par de lágrimas se escaparon de mis ojos. Salté sobre ella, abrazandola.

Tomó aire y suspiro profundamente -Lo siento por preocuparte de esta forma, estoy bien asi que cuentame todo…-

-¿Segura?- Jin miraba con una mirada preocupada a su madre

-Claro que si, solo que ese contrato me llevó mas maná del que había planeado, usualmente los que hacen contratos con los espíritus son humanos que tienen mucho menos mana que nosotros, por eso ponemos muchas condiciones a la hora de prestarles nuestro poder, o de lo contrario sus cuerpos podrían no resistir la presión de tanto poder. En este caso no hubo ninguna limitación al poder que te dí, por lo que me sobre cargué un poco, nada mas- 

-Bien, te creo-

-Ahora bien, cuentame todo-

-Después de que despertaste, noté que había algo en mí que no estaba antes. ¿Sabes algo?- Dije mientras me daba vuelta y mostraba mis dos pares de alas, ahora apenas del tamaño de dos palmas 

-Parece que puedo cambiar su forma si les doy mana- Lo intenté nuevamente y crecieron, incluso puedo moverlas independientemente como una extremidad más y cambiar ligeramente su forma, acaricié la cabeza de mi mama con mi ala superior izquierda para demostrarlo.

-Siempre jugabas con mis alas, pensé que querías unas propias asi que se me ocurrió este plan, la idea era que luego del contrato pueda enseñarte a usarlas, pero ocurrieron cosas, ya ves-

Parpadee un par de veces, racionalizando todo lo que acababa de pasar. 

-Esto son… ¿Alas?- No podía creerlo… en mi emoción bombee cada vez más y más mana hacia mis alas, un aura divina emanaba de ellas, contrastando con mi aura que… A decir verdad era bastante salvaje y descontrolada. Comenzaron a emitir luz dorada y un patron de hexágonos celestes se hizo visible por toda la superficie de las alas. Quería volar, quería recorrer los cielos a toda velocidad como mi madre hacía.

-Alto ahí pequeño bribón, no te atrevas a hacer un solo movimiento y vacía esas alas de mana en este mismo momento- 

Me congelé totalmente, mi madre que recién se había despertado de estar inconsciente había visto completamente a través de mis intenciones. Mi plan era salir por la venta que estaba justo a un lado de la cama y usar todo el mana posible para acelerar al cielo a probar mis alas. 

-Antes de que puedas usarlas necesitas saber algunas cosas, además es bastante ofensivo de tu parte dejarme aqui en cama mientras sales a divertirte con tus nuevas alas ¿No crees?-

-Lo siento- reabsorbí todo el mana que había destinado a mi intento de despegue y me senté con las piernas cruzadas justo en frente de mi madre, que adoptó la misma posición y tomó un largo sorbo de aire antes de comenzar a hablar.

-Esas alas no son lo que te ofrecí, es solamente una parte de los beneficios de nuestro contrato. Como te dije antes, ahora tienes toda la autoridad de la Reina de los espiritus, o sea yo, una existencia que trasciende los límites de los seres vivos corrientes, todos los espíritus con los que te encuentres te reconocerán indudablemente como parte de la realeza-

-¿Realeza?-

-La realeza de los espíritus es bastante simple, aquellos que poseen un cuerpo físico son parte de la realeza y aquellos que no, pues no-

-Eso es bastante… Crudo…-

-Tu caso es bastante especial, puesto que tu cuerpo no es el de un espíritu como tal, pero el mundo parece haberte reconocido como tal, puesto que posees las alas reales-

-¿Alas reales?- Mi confusión crecía cada vez mas.

-Eres el primero que pudo heredar completamente mis alas, somos los únicos que poseen dos pares completos-

-¿Por qué es tan especial tener dos pares de alas?- 

-Porque solo los espíritus de clase rey pueden poseerlas, en resumen, el mundo te reconoció como tal…-

-Rey…-

-Ahora lo importante, nuestras alas son especiales, aunque tu pareces tener un control de ellas incluso mejor que yo misma creo que aun puedo enseñarte algunas cosas…-

-Si, por favor-

-El circuito mágico que forma nuestras alas las hace básicamente indestructible mientras puedas suministrarles mana, en tu caso no sería un problema usarlas para bloquear golpes o magia. Ahora bien, nuestras alas son un órgano especializado en impulsarnos y maniobrar por el aire, aunque puedes hacerlo “manualmente” no es necesario aletear, simplemente un minimo movimiento es capaz de hacerte mover sin problemas-

-Entiendo- Me paré en la cama y moví una pequeñísima cantidad de mana para levantarme apenas unos centímetros sobre la cama, corté el mana y aproveché la caída para volver a sentarme en la misma posición que antes.

-Perfecto, pasemos a lo siguiente; ¿qué te parece si lo charlamos mientras tomamos un baño?-

-Claro, pero… ¿Segura que estas bien…?-

Mi madre se levantó de la cama y se puso de pie junto a ella, mientras la seguía con la mirada. Se tambaleó un poco al pararse completamente, por lo que salté a sostenerla pero me detuvo un momento antes. Giró su cabeza y dió un tingetazo en el aire, pude sentir como usó un poco de magia y una gota de agua voló hacia mi cara, no me molestaría recibirlo ya que es una simple gota de agua, pero instintivamente mi ala inferior derecha se dobló bajo mis brazos y se estiró para bloquear la gota de agua.

-Te dije que estoy bien, ya vamos…-

-Jeje, bien pero al menos dejame el agua a mi-

-Aún tengo poco mana, asi que te lo agradecería mucho-

Nos quitamos la ropa sucia y nos metimos a la bañera. La llené de agua y luego de sentarnos comenzamos a enjabonarnos, conseguí hacer que mis alas sean blandas como un papel mojado para que no me moleste a la hora de estar sentado, asi que se hundían en el agua y se movían siguiendo el movimiento del agua, sin embargo mi mama no tenía ese problema y no le molestaban en ninguna posición. 

Continuamos con nuestro baño, nos enjuagamos el cuerpo y nos sentamos a disfrutar de la calidez del agua por un rato. mi madre estaba apoyada en la pared de la bañera y yo estaba a su vez acostado sobre su pecho, como de costumbre ella jugaba con mi pelo enjabonado mientras el agua me llegaba hasta el cuello.

-¿Puedes inclinarte hacia adelante un poco?-

-Claro- Asentí con la cabeza y me arrodille apoyando mi cabeza sobre mis brazos en el borde contrario al que estaba mi madre. Ella tomó mis alas y comenzó a acariciarlas, las manos de mi madre cálidas por la temperatura del agua estaban recorriendo toda la superficie de mis alas suavemente.

-El contrato que formamos hoy es mi forma de felicitarte por llegar hasta aqui, en este momento no hay mas nada que te pueda enseñar, enseñarte todo mi conocimiento me hizo muy feliz y me hace sentir algo triste pensar en que esos dias se acabaron hoy mismo, aunque a partir de ahora somos libres de recorrer el mundo tal como te lo prometí-

-Gracias por todo…-

-No hay de qué, hijo. Descansaremos por ésta noche y mañana te enseñare a usar correctamente tus alas. Si recupero una parte de mi mana hasta entonces, partiremos inmediatamente-

-Está bien ¿qué deberíamos hacer ahora?-

-Yo por lo pronto completaré mi venganza…-

-¿Mama? ¿Venganza?- levanté mi mirada y giré la cabeza para encontrar a mi madre con las manos en forma de garra acercandose “sigilosamente” a mi por la espalda.

-¡Si! ¿Creías que iba a pasar por alto todos estos años de hacerme cosquillas en las alas asi como si nada? Ahora finalmente recibirás tu merecido ¡JAJAJAJAJ!-

-¡HIIIII!- Mis piel se erizó y mis alas se endurecieron del pánico, con un chillido salté del baño pero antes de pasar por la puerta, a mis espaldas escucho un chasquido de dedos, la puerta se cierra frente a mis ojos y choco con ella con la cara. Mi madre aparece con una mirada malvada y una sonrisa macabra. En conclusión; obtuvo su venganza y no pude resistirme a eso.

El día siguiente comenzó bastante temprano en la madrugada. Hacía tiempo no salíamos a ver las estrellas, el cielo estaba completamente despejado y la luna no estaba presente en la noche de hoy, por lo que todos los cuerpos celestes contrastaban mucho mas en el profundo negro violáceo del fondo espacial. La idea era lograr controlar lo básico de moverme por el aire y perfeccionarlo a medida que viajamos en los próximos días. 

-Vamos a subir bastante para que puedas maniobrar a gusto sin preocuparte por los obstáculos- Dijo mi madre, desplegando sus alas y elevandose verticalmente de un salto.

Estiré mis alas y tuve que detenerme un momento a dirigir el flujo de mi mana, pero no hubo  mas complicaciones y pude subir tranquilamente hasta que llegamos a una altura considerable. 

-Por fin llegaste, bueno, usualmente estamos acostumbrados a caminar hacia adelante asi que puede ser algo difícil adaptarse al principio, pero la realidad es que puedes volar en cualquier dirección- Me mostró lentamente- Adelante, atrás, ambos lados y arriba y abajo. Tambien puedes inclinarte o rotar sobre ti mismo, lo que es útil para acostarse en vuelos de larga distancia para evitar el rozamiento con el aire-

Luego de algunos minutos de practicar los movimientos simples mi madre me llamó para decirme algo.

-Lo estas haciendo bien, intenta seguirme ahora. Empezaremos lento e iremos subiendo la velocidad. Pondré una pequeña luz sobre mi cabeza para que no me pierdas- 

-Bien- Mi madre generó un pequeño fuego de color celeste y lo colocó sobre su cabeza antes de comenzar a volar.

Mi madre aceleró gradualmente y comenzamos a hacer algunas maniobras en el aire. Al principio era simplemente moverse hacia adelante variando la velocidad e intercalando algunos giros muy suavemente, pero pronto se empezó a intensificar, aumentando la aceleración, haciendo quiebres a altas velocidades para luego frenar de golpe antes de volver a acelerar, variando la altitud, volando de espaldas con la vista hacia el cielo, de costado. Era realmente una persecución emocionante que duró casi una hora. 

Finalmente mi madre me hizo un gesto para que frenemos. 

-Creo que ya estas listo para partir- Mientras decía ésto, el cielo nocturno sobre nosotros comenzó a teñirse de color naranja y las estrellas perdieron su brillo, dejando paso a un precioso amanecer despejado. Ésto marcaba nuestra partida de nuestro campamento frente al lago, que aunque estuvo presente durante casi 8 años, siempre había sido temporal.

Bajamos al suelo y mi madre se acercó a la cabaña de piedra. Estiró su mano y formó un circulo mágico frente a ella. lentamente la cabaña de piedra comenzó a transparentarse, hasta perderse completamente en el aire, desapareciendo 

Con un chasquido de dedos, el terreno plano donde había estado colocada se volvió irregular. Supongo que hizo ésto para borrar cualquier rastro de que hayamos estado aqui. 

Volvió hacia mi una vez que finalizó

-¿Nos vamos?-

-Claro-

Despedirme de este lugar me daba una pequeña sensación de lástima y nostalgia pero me animé pensando en los lugares nuevos que conoceré.

-¿Hacia donde iremos, mama?-

-Me gustaría que vayamos a al menos una ciudad humana para conseguir información actual, hace muchos años que no mantengo contacto con la sociedad humana asi que nos vendría bien actualizarnos un poco-

-¿Estará bien aparecer asi sin mas?-

-Si… Bueno, algo asi… Ya veras-

Y así comenzó nuestro viaje, despegamos hacia el norte ubicándonos con la posición del sol, nuestro objetivo a corto plazo es llegar al borde de la isla del abismo y tomar un pequeño descanso antes de cruzar el océano. 

Volamos en linea recta por aproximadamente dos horas, mi madre que viajaba por delante de mi ocasionalmente se tomaba la molestia de arrojarme cosas a quemarropa, por lo que me vi obligado a no bajar la guardia en ningún momento, era imposible que sea un viaje tranquilo después de todo… 

Finalmente llegamos al límite de la isla, un gran acantilado de rocas que se elevaba sobre el mar aproximadamente a 100 metros de altura con una pequeña extensión de arena antes del visiblemente infinito azul del mar que se extendía frente a nosotros, aunque podíamos volar daba algo de vertigo visto desde arriba, toda la isla estaba asentada sobre una enorme roca y rodeada de acantilados enormes que harían imposible a cualquier persona aventurarse a ellas. Incluso así, según mi madre ésta isla aún no había sido siquiera descubierta, me pregunto cual sería el motivo.

Seguí a mi madre en picado hacia abajo siguiendo el filo del acantilado y frenamos nuestro impulso cerca del suelo.

-Que travesía tan relajante- Dijo mi madre mientras estiraba sus brazos hacia el cielo. 

-Si… Claro…- Respondí sin nada mas que agregar

-Bueno… Ya llegamos a nuestra primera parada, descansemos un poco las alas en ésta playa y continuemos el viaje mas tarde- 

-Está bien-

Decidí bajar mi guardia por ahora, es la primera vez que veo una playa y me gustaría jugar un poco. Me quité el calzado y me arremangué las mangas del pantalón, mis pies se hundieron en la arena, era calida pero no llegaba a quemarme, era algo parecido a la nieve que ya conocía pero a la vez totalmente distinto. Caminé descalzo hasta donde el agua apenas llegaba a cubrirme el pie y las olas golpeaban muy débilmente mi tobillo, estaba apenas fría, completamente diferente a la del lago del frente de nuestro campamento anterior, allí el agua estaba a bastante menor temperatura y no había tanta arena como aqui. Toqué apenas el agua con mis dedos y me olí la mano, era una fragancia nueva para mí, a esto sería lo que llaman “salado”, incluso su gusto era algo bastante particular y no pude resistirme a tomar un pequeño sorbo, haciendo un pequeño recipiente con mis manos, mi piel se erizó mientras el pequeño trago de agua bajaba por mi garganta como quemando todo a su paso. 

-Puaj, no es tan rico como parece-

-Jajajaja. Es porque no se supone que tomes el agua asi sin mas… –

Me giré para encontrar a mi madre riendose de mi detrás mío caminando hacia mi. En algún momento se había quitado la ropa que usa habitualmente y se quedó con una especie de ropa interior bastante adornada y colorida. 

-¿Qué es esa ropa?- Dije, yo aun completamente tapado

-Es un “traje de baño”, se usa para bañarse, por supuesto-

-No entiendo, siempre nos bañamos desnudos en la casa…-

-Ejem… Me estoy arrepintiendo de no haberte enseñado nada sobre decencia humana- Me miraba fijamente con una expresión decepcionada -Bueno… Digamos que no está bien que cualquier persona te vea con poca ropa, sobre todo tus partes privadas…-

-¿Privadas?-

-No tiene sentido que te lo explique, eres muy joven para eso. Solo usa algo como una pequeña bermuda pero con tela mas fina y liviana-

-Emm… Bien…-

Me deshice de mi ropa y cambié mi pantalón por una prenda mas corta. Luego mi madre me dijo que se llaman “shorts” 

-¿Y ahora qué se hace?-

-Jugar obviamente, acércate- Dijo mi madre que ya había entrado lo suficiente para cubrir su cintura con agua. mientras ella sonreía inocentemente yo caminé hacia ella.

Mi madre estaba a apenas 3 metros delante mio pero el agua ya me llegaba hasta el pecho, por lo que frené un momento dudando si seguir hacia adelante o no.

Mi madre se acercó hacia mi. -Dame tu mano- Dijo ofreciéndome su palma

Le acerqué mi mano y ella tiró de mi hacia su dirección. Me acercó hacia su cuerpo y me cargó sobre sus hombros mientras se adentraba mas en la inmensidad de lo azul. Cuando el agua llegó hasta sus hombros frenó un momento y miró hacia arriba. 

-Tranquilo, tambien puedes usar tus alas en el agua, solo que habrá un poco mas de resistencia-

-Esta bien…-

Me dejé caer hacia atrás y desplegué mis alas en el momento en que caí al agua, conseguí mantenerme a flote con la cabeza por fuera de la superficie. 

Tras unos segundos de adaptarme al movimiento comenzamos a nadar mar adentro con mi madre y comenzé a dar algunas vueltas alrededor de ella salpicando “accidentalmente” un poco de agua en el proceso.

-Me alegra mucho que la playa te parezca divertida pero debemos continuar nuestro viaje, además ésta zona se vuelve… Algo salvaje cuando empieza a anochecer puesto que dragones y demas bestias vienen a alimentarse de los peces- 

-¿Peces?- 

-Ah si, mira hacia abajo-

Sumergí mi cabeza y abrí mis ojos bajo el agua, peces de todas formas y colores vagaban en cardúmenes por debajo de nuestros pies, tambien había cangrejos caminando por el fondo marino y una vibrante vegetación que no era visible desde la playa. No parecía que nos habíamos alejado tanto. 

-El ecosistema de aqui subsiste por la cercanía a la superficie, bastante mas profundo la luz del sol no llega hasta el fondo y no permite vivir a las plantas, las plantas a su vez brindan alimento a los peces y estos a los animales de fuera del agua. Y aunque ahora esté bastante tranquilo, temprano por la mañana y al atardecer se puede ver a bestias mágicas y animales pescando o peleando entre ellos- 

-Que increible…-

-Bueno ¿Nos vamos?-

-¡Si!-

Salimos nadando del agua y nos enjuagamos y secamos la sal con magia, tambien nos vestimos como de costumbre.

-¿Partimos nuevamente? Será un viaje largo asi que prometo no molestar en el trayecto, y como será en linea recta podemos volar mas cerca uno del otro…-

-Me parece bien, vamos-

Despegamos de la arena y empezamos nuestra larga travesía a través del mar, mi madre volaba a mi izquierda a poco menos de medio metro de mi hombro. 

-¿Y cuanto tardaremos en cruzar éste mar?-

-Mmm a ésta velocidad estaremos llegando al continente poco antes de que el sol se esconda por completo y ahí levantaremos base para pasar la noche, ¿Por qué? ¿Estas apurado?-

-No, solo que tengo curiosidad-

-¿Sobre qué?-

-¿Cómo es el lugar al que vamos?- Finalmente rompí el hielo con la primera pregunta.

-Asi que era eso… Bueno, veras… Iremos al Reino de Braulis en donde tengo un conocido que podría darnos algo de información-

-Antes dijiste que no habías tenido contacto con la sociedad en muchos años ¿esa persona seguirá viva?-

-Oh si, claro que sí, el es un elfo después de todo-

Ante la inesperada respuesta, volé por debajo de mi madre para ponerme frente a ella y me dí vuelta, volando de espaldas al suelo

-¿Un elfo? ¿Como es él?-

-El es… Bueno… Sinceramente es una persona muy… Dedicada… Pero estaremos bien-

-Está bien…- Lentamente volví a mi lugar anterior

Nuestro viaje continuó sin complicaciones durante algunas horas, el trayecto fue bastante monótono, algunos peces saltaban del agua cada tanto o pasábamos sobre pequeñas islas desiertas, aunque pasamos la mayoría del tiempo simplemente charlando sobre fórmulas mágicas, teorizando sobre lo que hay al fondo del mar, sobre quien ganaría entre algunas bestias mágicas o básicamente cualquier cosa que se me ocurría. 

A medida que el cielo se oscurecía se podía llegar a ver a contraluz como una pequeña franja de tierra se asomaba por encima del agua. 

-¡Mamaaa! Ese es el continente ¿cierto? Ya estamos llegando-

-Jajaja, no te emociones, puede que lo alcances a ver pero aun faltan un par de horas para llegar. Lo que estas viendo es una enorme cordillera-

Y asi continuamos volando en dirección a nuestro destino. Mientras mas nos acercabamos mas grandes y altas eran las montañas que formaban a la cordillera, y mas se extendía a nuestros lados la inmensidad del continente, era realmente impresionante. 

El cielo nocturno totalmente estrellado, el sol se había puesto ya hace tiempo siendo reemplazado por la luna, tan brillante como siempre, en el aire corría un frío viento marino y nosotros aterrizamos finalmente en la rocosa costa sur del continente de Oria. 

-Fiu… Aqui termina nuestra travesía a través del mar. ¿Qué tal?-

-Me gustó mucho, gracias por traerme- Intercambiamos sonrisas mientras nos miramos fijo un par de segundos. 

-Bueno, voy a sacar la cabaña, ¿podrías aplanar un poco la zona?-

-Claro- Extendí mi mano y usé un poco de mana para crear una zona de roca nivelada en la cual posar la cabaña sin problemas

Mi madre colocó la cabaña encima y entramos

-Te explicaré lo que haremos mañana y luego tomaremos un baño antes de dormir-

Al parecer, el lado de la cordillera en la que estamos actualmente es bastante árida y pocos animales suelen vivir por aqui, además de que la playa no tenía arena y era completamente lecho de roca, por lo que se restringe bastante la flora y fauna marina que puede sobrevivir en este tipo de entorno. Sin embargo en contraste con lo que hay por debajo, en la cima de la cordillera suelen vivir wyverns y otras bestias voladoras. Superando ésta hay un denso bosque y pasando el bosque se encuentra el reino al que nos dirigimos. El viaje no nos llevará mucho tiempo pero igualmente saldremos temprano para tener tiempo de actuar durante el día. 

Y asi concluyó nuestro día, nos bañamos y fuimos a dormir. Al día siguiente mi mama irrumpió en mi habitación y me despertó cuando aún el sol se estaba asomando. Me apresuré a levantarme y vestirme para continuar con la última parte del viaje. 

Guardamos la cabaña y deshice la modificación del terreno, dejandolo como si no hubiera pasado nada. 

Mi madre me sacó la lengua y me guiño el ojo sin motivo antes de desplegar sus alas y comenzar a volar en diagonal hacia arriba siguiendo la forma de la pendiente de la cordillera, desplegué las mías y comencé a seguirla mientras subíamos. 

Nos cruzamos todo tipo de aves de aspecto rapaz, algunos parecían ver en nuestra dirección pero la mayoría nos ignoraban, contrario a mi idea de que nos atacarían apenas nos vean, decidí volver a consultar mis dudas con mi siempre confiable fuente de las respuestas; mi madre. aceleré para alcanzar a mi madre que iba delante mío y me colgué de su espalda. 

-¿Ya te cansaste de volar?-

-Noup, ¿Por qué nos ignoran los animales?-

-Los espíritus no necesitamos matar para alimentarnos y no es rentable perseguirnos porque somos mas rápidos que la mayoría de presas mas fáciles que hay por aqui, así que simplemente no les representamos ni una fuente de peligro ni de comida, asi que mientras no sientan hostilidad en la mayoría de ocasiones es mas conveniente dejarnos en paz mutuamente. Ésto pasa con la mayoría de criaturas-

-Asi que realmente mi aura ya se percibe como un espíritu- 

-No exactamente, veras; antes del contrato tu aura era simplemente como si fueras una fuente alborotada de mana puro que desbordaba de tu cuerpo, ahora ese mismo mana alborotado da una sensación muy comparable a la mía- 

-Entiendo- 

-Ya estamos llegando a la cima, una vez que pasemos podremos ver el bosque desde arriba, y una vez avancemos un poco a través de él se supone que podríamos ver la ciudad- 

-¿Me puedo quedar aqui? Es agradable volar tan cerca tuyo-

-Mmmmm bien, pero bajarás una vez sea visible la ciudad- Se podía notar en su tono que su orgullo le impidió ceder tan fácilmente

Y asi fue, la cima era tan alta que incluso pasamos el nivel de las nubes, pero la vista era magnifica una vez la alcanzamos. Por los espacios entre las nubes podía verse el gran bosque que debíamos cruzar a continuación. Aunque a medida que avanzábamos preferimos bajar un poco la altitud para que las nubes no entorpezcan nuestra visión, nos mantuvimos lo mas alto posible para ver la ciudad apenas se presente la posibilidad. 

Viajé acostado boca arriba mirando al cielo encima de las alas de mi madre.

-Se nota que estás cómodo ahí-

-¿Cómo es el reino Braulis?-

-Ah… Por lo que recuerdo era una ciudad muy tranquila que frecuentaban aventureros por su cercanía al bosque-

-¿Aventureros?-

-Ah claro, nunca te los mencioné, los aventureros son miembros de una organización llamada gremio, son cazadores de monstruos y bestias mágicas que viven el día a día a base de vender los materiales que recolectan- 

-Suena divertido-

-Lo suena, pero sólo porque tu eres capaz de enfrentarte por tu cuenta a cualquier bestia mágica y vencerla con facilidad, para la mayoría de los humanos es imposible lograr incluso una fracción del poder que puedes ejercer sin siquiera esforzarte ni un poco, por eso cada día de trabajo es un peligro en si mismo- 

-Estas exagerando… Los humanos no pueden ser tan débiles…-

-Aunque hay ciertas excepciones… Básicamente ningún humano puede intentar rivalizar con el poder bruto de un ser mágico, y mucho menos contigo-

-¿Conmigo?- 

-No olvides que aunque tu forma es humana, eres una hidra y tienes un contrato sin límites con la magnífica y poderosa reina de los espíritus-

-Jajaja, magnífica-

-¿¡Que fue esa risa!? Oh mira ya es visible la ciudad- 

-¿Qué? ¡Aaaaaahhh!- Mi madre volteó su cuerpo de costado y me dejó caer de su espalda, tardé un par de segundos en desplegar mis alas y retomar el vuelo junto a mi madre.

-Estoy segura de que estabas pensado en algo desagradable-

-Claro que n…- Finalmente pude alzar mi vista y fijarme en la ciudad que apareció en las lejanías de nuestra vista.

Una esplendorosa ciudad amurallada con un gran palacio blanco con terminaciones afiladas  sobre una gran colina en el centro, parecía ser visible desde cualquier punto en la ciudad. A medida que nos acercábamos se podía notar claramente la organización arquitectónica; La ciudad contaba con 4 entradas en los puntos cardinales, Al parecer en las cercanías de las puertas se encuentran los comercios mas concurrentes que se aprovechan del transito casi constante de las personas. A medida que se alejaban de las entradas los edificios dejan de ser comerciales y se parecen mas a casas y edificios residenciales, al norte del castillo parece haber un templo totalmente blanco con ornamentaciones doradas. Tambien se pueden destacar dos edificios grandes cercanos al gran palacio, pero no se distingue qué función cumplen desde la lejana altura a la que estamos.

-¿Donde bajaremos?- 

-En el edificio que está a la derecha del palacio, si no me equivoco eso es la escuela-

-¿Escuela?-

-Si, es bastante distinta a como lo recuerdo pero el lugar es indiscutiblemente el mismo-

-No me refería a eso-

-Claro claro, como sea, apenas aterrices esconde tus alas- 

Pasamos por encima de las murallas y nos dirigimos al gran edificio en forma de semicírculo, parecía estar rodeado por unas rejas que delimitaban los límites del edificio y de una especie de mini bosque trasero. Encontramos el portón que aparentaba ser la entrada general y decidimos aterrizar fuera. Parece que dos soldados hacían guardia a ambos lados de la puerta, uno era un anciano con el pelo rapado y un volumen corporal bastante hinchado, que lo hacía lucir imponente y amenazante. El otro era un joven adulto de cabello largo, con una mirada afilada y varias cicatrices en el rostro. Ambos abrieron sus ojos con asombro al vernos tocar el suelo. comenzamos a caminar, mi madre encogió sus alas bajo su capa y yo envolví las mías alrededor de mi cuello simulando una bufanda. mientras nos acercábamos lentamente a la puerta ambos guardias se pararon en medio de nuestro camino y pusieron sus manos en el mango de su espada, sin llegar a desenvainar.

-Creo que no nos dejaran pasar-

-Mmm, no te preocupes, solo sé educado-

Frenamos uno al lado de otro y estábamos por saludar amablemente cuando se nos adelantaron.

-¡Alto ahi! ¡Identifíquense!- nos gritó uno de los guardias, el aspecto mayor

-Buen día, soy una vieja conocida de Galas y nos gustaría hablar con él ¿nos permitirían pasar?-

Ambos guardias cruzaron miradas dudosas antes de volver hacia nosotros -¡No nos informaron de ningún visitante, me temo que no puedo dejarlos pasar!-

-Entiendo que estan cumpliendo su deber como guardia pero no tenemos malas intenciones, bajen sus armas y hablemos civilizadamente-

Los soldados aflojaron un poco su agarre. -¿Cómo te llamas?- Dijo uno de ellos.

-Tinia es mi nombre- dijo mi madre alegremente

-Vé a informar inmediatamente, yo me encargo aqui- Dijo el soldado mas anciano, el otro asintió y caminó hacia el edificio a paso apresurado.

-Disculpen pero tendrán que esperar una respuesta aqui afuera-

-Por supuesto esperaremos, me disculpo por los inconvenientes-

El guardia pareció extrañado por la honestidad de mi madre y volvió a pararse totalmente erguido. Sin embargo no soltó el mango de su espada en ningún momento.

-¿Por qué no simplemente entramos? No creo que el pueda detenernos aunque deje su vida en ello- susurré a mi madre, cubriendo mi boca de la vista del guardia con mi mano

Mi madre se agachó para susurrarme al oído, el guardia hizo una expresión haciendo notar que no le gustó para nada el que estemos contando secretos frente a sus narices.

-Porque eso nos haría parecer unos salvajes, los humanos se fijan mucho en la imagen y en el comportamiento después de todo-

-Aaaah, está bien, esperaremos entonces-

Miré inocentemente al guardia con una sonrisa y nuevamente su rostro cambió, ahora demostrando confusión. 

Tras unos minutos de espera el guardia volvió con una escolta de 10 soldados acompañándolo. El guardia que había ido a informar se acercó a su compañero y le susurró algo al oído. El resto de escoltas nos rodearon mientras nos apuntaban con sus lanzas. Me tensé al instante y giré rápidamente a ver que hacía mi madre. 

-Tenemos ordenes de llevarlos ante el señor Galas, por favor no se resistan-

-Ese estúpido de Galas, como se atreve… Bien, llevenos. Tú sube a mi espalda- Dijo mi madre al aire, y ordenandome subir a su espalda al final, me apresuré a cumplir su órden y ella me cubrió con la capucha de su capa, a juzgar por su tono estaba algo molesta.

Y asi fuimos escoltados a punta de lanza como si fueramos un animal peligroso. Nos condujeron a través de corredores y escaleras hasta llegar a una gran puerta con los marcos perfectamente ornamentados y un cartel metálico en la puerta que decía “Director Galas” Uno de los guardias que encabezaba la escolta se adelantó a abrir la puerta, dejando ver una amplia y elegante habitación completamente amoblada, con un brillante escritorio de madera oscura lleno de útiles, frente a una gran ventana. Detrás del escritorio, sentado en un esplendoroso sillón ejecutivo, un joven nos esperaba con las manos apoyadas sobre sus piernas cruzadas. El muchacho tenía una mirada afilada y rasgos finos, orejas largas y puntiagudas, su pelo era rubio y estaba vestido simplemente con una camisa blanca con el cuello desabotonado, pantalones de vestir y un par de zapatos, lo que desentonaba totalmente con el aspecto formal y serio de la habitación. 

Estaba con sus ojos y boca totalmente abiertos, como si se sorprendiera de algo.

-¡IDIOTAS! ¡LES DIJE QUE LA TRATARAN CON CUIDADO!-

-Disculpe mi ignorancia, a mi parecer 10 soldados son mas que suficientes para escoltar a esta señorita hasta aqui-

-¡Les dije que tengan cuidado para que la traten adecuadamente, como una invitada especial!- Los guardias dejaron de apuntarnos con sus lanzas y palidecieron, uno incluso dejó caer la suya

-No hay problema, no dejes caer ningún castigo sobre ello, solo estaban cumpliendo su trabajo, no tienen la culpa de no saber quien soy después de todo-

-¡Pueden retirarse!- Dijo Galas

-Mis mas sinceras disculpas-

Los guardias asintieron, formaron una fila y se fueron de la habitación, cerrando la puerta al irse. 

-Su majestad Tinia, me disculpo por el trato inadecuado de mis guardias- 

-Ya basta de mantener los modales, hablame de forma casual- Dijo mi madre sacudiendo la palma de la mano

-Entiendo… Hace tanto que no nos vemos, mi reina-

-Si, varias décadas de hecho ¿Qué has estado haciendo?-

-Como puede ver, sigo siendo director de la academia real. Desde la última vez que viniste pudimos ampliarnos bastante, y aunque seguimos siendo independientes, ahora formo parte del senado real, por lo que recibo sus aportes para financiar la educación de los estudiantes del reino. ¿Qué hiciste tú todo este tiempo?-

-Nada nuevo, sin embargo hace algunos años pausé mi viaje para cuidar a mi hijo-

-Ya veo… Espera… ¿¡UN HIJO!?-

-Es cierto, no los presenté- Se quitó su capa y me tomó por los hombros, pasándome por encima de su cabeza y dejándome en el suelo

-El es Jin, mi hijo-

-Hola- Dije, algo incomodo levantando mi brazo derecho y agitando mi mano de lado a lado

-¿Cómo es posible que tengas un hijo? Incluso su aura se parece de cierta forma y al parecer heredó una gran parte de tu poder- Dijo mientras se ponía de cuclillas, me miraba fijamente y se rascaba la cabeza

Mi madre puso una mano sobre mi cabeza y comenzó a acariciarme el pelo -No compartimos sangre pero lo considero mi hijo, y el parecido que sientes se debe a que tenemos un contrato-

-¿¡EH?! ¿Que clase de humano podría hacer un contrato contigo?-

-Eso… Bueno… El no es humano-

-¿Qué quieres decir con que no es humano?- Se puso de pié nuevamente y entrecerró sus ojos

-Necesito que no hagas de esto un escándalo, promételo-

-Desconfío de lo que sea que vayas a decirme, pero lo prometo-

-El es una hidra-

-Debes estar bromeando, éste niño no puede ser una criatura legendaria- Balbuceaba sin sentido.

-Si lo es, por algún motivo adoptó forma humana y lo encontré cuando aún era un bebe. Preséntate Jin-

Desplegué mis alas que estaban disfrazadas como una bufanda alrededor de mi cuello y las cargué con maná lo suficiente como para que un pequeño aura sea visible, pequeñas chispas salían disparadas de ellas tambien. Me acerqué a él caminando y extendí mi mano hacia Galas mientras descargaba mis alas y las volvía a disfrazar -Soy Jin, mi madre me dijo que eras un viejo amigo- Dije suavemente y un poco nervioso, después de todo era la primera vez que hablaba con alguien que no era mi madre.

-¿Tu madre te enseño que eso era un saludo? Con todo ese mana cargado es prácticamente una amenaza, pero es de esperar de alguien que creció con ésta persona de aqui… Confío en tu madre asi que los recibiré siempre que necesiten- Me dió la mano

-Que tiernos… Me alegra tanto que se lleven bien…- Mi madre se agachó y me abrazó desde atrás, restregando su cara contra mi pelo

-Sin embargo ¿Se quedarán en la ciudad mucho tiempo?- Le dijo Galas a mi madre

-Estaremos un tiempo, si ¿Por qué?-

-Necesitarán una identificación del reino. Además dudo que hayan pagado la tarifa de ingreso de la ciudad si vinieron volando…-

-Lo siento, eso no era necesario la última vez que vine-

-Pero ahora si… Tambien me gustaría informar su presencia al rey, fue mi aprendiz hace algunos años y nos llevamos muy bien ahora, es una persona muy tolerante asi que no tendrá problemas en recibirlos como invitados de mi parte. Ya que no posees una casa en donde quedarte ¿Verdad?-

-Me parece bien- Se giro hacia mi -Lo siento por dejarte fuera de la discusión pero todavía no conoces lo básico de la sociedad humana-

-No hay problema-

-Creo que tambien puedo solucionar eso…- Agregó Galas -Jin, ¿te gustaría estudiar un tiempo en mi academia? Será divertido y podrás aprender magia-

-¿Estudiar? Ya estudié mucho y sé usar mi mana por mamá-

-Eso es cierto, además de que su poder llamaría la atención rápidamente- Añadió mi madre

-Rayos, debí suponerlo desde el momento en que cargó sus alas de mana ¿Siendo tan pequeño le enseñaste hasta lo último de tu magia? Debió ser duro-

-Para nada, es muy inteligente, por sobre todo la magia y los ejercicios de combate le parecen algo divertido-

-Incluso le enseñaste a combatir… Si aprendió todo de ti es verdad que ahora mismo pocas personas podrían incluso hacerle un rasguño… Sería un desastre incluirlo en las clases prácticas de los niños de su edad que ni siquiera son capaces de sentir su mana-

No tenía muy claro que tan poderoso era yo realmente, pero por el flujo de la conversación entendí que no era buena idea inscribirme en la academia. -No te preocup…- Estaba por dar algunas palabras de consuelo a Galas, quien tenía planeado en un principio incluirme en sus actividades.

-Sin embargo tengo otra idea, entiendo que no sabes realmente cuán fuera de escala estas y no conoces a nadie mas que tu madre, si pueden prometerme que no lastimaran a nadie de gravedad puedo hacer una excepción con tus clases prácticas, puesto que de igual forma no tenemos nada para enseñarte. No estás obligado a aceptar si no quieres, apenas terminemos de hablar iré a conseguir sus identificaciones y son libres de irse después de eso si asi lo desean-

-Acepto, me gustaria estudiar aqui-

-¿Estás seguro Jin?- Se apresuró a interrumpir mi madre

-Si, tu misma dijiste que no conocía lo suficiente de la sociedad humana- Giré para mirar a Galas -¿Puedo aprender sobre eso tambien?-

-Por supuesto que si-

-Bien- Dijo mama antes de voltear a ver a Galas con una mirada severa -¿Qué te gustaría como pago por inscribir a Jin?- 

-¿Pago?- Consulté abiertamente

-Desde que recibimos fondos del Palacio, la academia es gratuita para todos, ya que se financia de los impuestos del país, pero los nobles que reciben fondos del palacio y los extranjeros están obligados a pagar la educación de sus hijos- Me explicó Galas

-Me gustaría que seas profesora de combate práctico para la clase elite. Obviamente te pagaré un sueldo como corresponde-

-¿Solo eso? Sabes que puedo materializar oro si quisiera ¿Verdad?-

-Por favor no lo hagas, te pagaré adecuadamente-

-JAJAJA, bien acepto tu oferta. Dime todo lo que me hace falta saber-

-Bien, me iré a solicitar las identificaciones y le hablaré al rey sobre ustedes. Pueden pasear por la academia y usar las instalaciones tanto como quieran, pero por favor no salgan del recinto de la academia hasta que vuelva, no tardaré mucho- Con eso dicho todos salimos de la habitación.

Galas caminó hacia la izquierda por el pasillo y nosotros decidimos ir hacia la derecha. Al parecer éste piso estaba casi completamente dedicado a la administración de la escuela, casi todas las habitaciones tenían carteles del estilo “oficina numero X”, “materiales de estudio” “Salon de profesores”

-Creo que me presentaré con el resto de profesores, tu sigue recorriendo el lugar y mas tarde te busco, recuerda que no puedes lastimar a nadie-

-Está bien-

Mi madre tocó la puerta y entró a la habitación.

Yo decidí intentar ir al patio trasero, bajé por algunas escaleras pero me perdí tras algunos giros, encontré una ventana y me asomé para orientarme con la vista del exterior. No reconocía el entorno y la única conclusión a la que pude llegar es que estaba en algún lugar del primer piso por la distancia al suelo. No lo dudé mucho y salté por la ventana, desplegando mis alas en el aire y volando hacia arriba para tener una mejor vista. Por lo que pude ver, estaba en uno de los laterales del edificio. Ya orientado, pude dirigirme al patio trasero sin problemas.

Estaban marcados en el cesped dos cuadrados de 20 metros cuadrados rodeados de altos y frondosos árboles que daban una gran y agradable sombra, recuerdo que alguna vez mi madre había hecho algo parecido en un ejercicio, la idea era pelear intentando empujar al otro fuera del cuadrado, pero en ese caso la zona había sido mas del triple de amplia, me pregunto si se trataba de algo parecido.

Aterricé justo en medio de los árboles. Entre las dos áreas marcadas

Luego de caminar por entre los arboles y recorrer ambos cuadrados. Decidí aventurarme nuevamente dentro del edificio para volver a poner a prueba mi orientación, al parecer la parte trasera de la planta baja era un pórtico con muchísimas mesas y sillas. Ésta parte no era visible desde el aire y no le presté atención al edificio mientras recorría el campo.

Comencé a caminar entre los árboles, cuando de pronto escucho un gran y estruendoso campanazo, seguido de un creciente sonido de cientos de personas hablando a la vez. Parecían estar acercándose asi que decidí esperar recostado sobre el tronco de uno de los árboles mientras miraba atentamente esperando la fuente del sonido.

A medida que pasaba el tiempo, una multitud de niños vestidos de la misma forma comenzaban a llenar el pórtico y se sentaban en grupos en las mesas del lugar. 

Parecía que se sentaban a comer juntos. Es cierto, los humanos necesitan alimentarse bastante seguido para sobrevivir.

La mayoría de las personas del lugar simplemente me ignoraban luego de verme o incluso algunos me señalaban, pero nadie se acercó a mi ni ocurrió nada raro, por lo que simplemente seguí mirando desde lejos.

Pude ver a lo lejos un grupo de aspecto bastante extravagante que llamaba la atención del resto de personas, se sentaron en una de las mesas mas cercanas al patio. Eran dos chicas y un chico de apariencia noble. Al comienzo simplemente estaban sentados atrayendo las miradas de las personas a su alrededor, sin embargo en un momento asintieron al unísono y se pusieron de pie, comenzando a caminar hacia mi ubicación. ¿Qué harían al llegar hacia mi? Me tensé instantáneamente y sigilosamente desvié una pequeñísima cantidad de mana hacia mis alas aún escondidas en preparación para huir o atacar si llegaba a necesitarlo. Se acercaron hasta donde estaba yo sin decir una palabra, el chico dió un paso al frente y comenzó a hablar.

-Hola, disculpa ¿Quien eres? No te reconozco. ¿Y por qué no llevas el uniforme?-

Sentí un alivio a medias, aunque me estaba interrogando, éste chico estaba siendo totalmente educado conmigo, a diferencia del guardia que nos recibió apenas entramos. 

-Hola, mi nombre es Jin. ¿Quienes son ustedes?- Dije, escondiendo mi cara detrás de mi bufanda

-Lo siento, no quise intimidarte, permíteme presentarnos, soy Riel Belia, quienes estan a mi lado son la princesa Lisa Braulias y Tifa Latem- 

-Gusto en conocerlos. Llegué hoy mismo a la ciudad y Galas me dijo que podía conocer la escuela mientras él hacia papeleo, lo siento si estoy rompiendo alguna regla-

-¿Conoces al señor Galas?Vaya, El gusto es nuestro- Dijo Lisa a un lado, era una chica muy bonita, de cabello rosado con ondas y una apariencia muy elegante

-¿Que te parece almorzar con nosotros mientras hablamos?-

-Tifa, no digas cosas sin sentido- Dijo Riel

-Seguro que no trajiste comida puesto que recién llegas, yo te puedo compartir algo de la mía- Dijo Tifa, ignorando la acotación de Riel

-Emmm, no quiero molestarlos-

-No hay problema ¿¡Verdad!?- Dijo mirando fijamente a Riel de forma amenazante

-Bien, pero al menos vayamos al comedor- Respondió

-No será necesario, traje una manta para sentarnos durante la clase de combate, podemos usarla ahora-

Mientras decía eso, sacó un gran trozo de tela finamente doblado para caber en uno de sus bolsillos

-Sentémonos aqui, hay mucha gente molesta en el comedor-

Estiró la manta sobre el cesped bajo la sombra del árbol y se quitó los zapatos antes de sentarse sobre ella y apoyar sobre el suelo una pequeña caja de madera envuelta en trapos de tela. 

Lisa y Riel siguieron sus pasos y se sentaron formando una pequeña ronda. 

me quité mis zapatos y me uní a la ronda. Riel aun me miraba fijamente sin expresar mucha confianza. 

Estando sentados en un cuadrado, a mi izquierda y derecha estaban Tifa y Lisa, de frente tenía a Riel. Todos dejaron sus pequeñas cajas de madera frente a ellos. Tifa se movió un poco para acercarse a mi y acercó tambien su pequeña caja. 

-¿Qué es ésto?- Dije señalando la caja

-¿Ésto? Nuestro almuerzo, ¿Nunca usaste una vianda?- 

-Es la primera vez que veo algo asi-

-Bien, espero que la comida sea de tu agrado-

-¿Comida? Realmente no necesito come-

-Vamos, vamos, no intentes rechazar mi comida ahora- Abrió la caja, revelando unos pequeños bollos de una especie de masa. Mojó la masa en una salsa de color entre marron rojizo y me la acercó a la boca, le dí un mordisco en vista de que no retiraría la mano hasta que lo haga. Aunque la salsa tenía un sabor bastante agradable, la masa era algo pastosa y difícil de masticar.

-Que costumbre la tuya Tifi, de traer comida de aspecto militar- Dijo Lisa, abriendo la tapa de su propia Vianda

-¿Eh? Pero si es delicioso-

-Jin era tu nombre ¿Verdad? prueba ésto en su lugar- se puso de rodillas, acercándose a mi y dandome en la mano un pequeño trozo de pan de forma cuadrada, me sorprendió lo esponjoso que estaba asi que le dí una pequeña mordida. Para mi sorpresa, el pan estaba relleno de algo viscoso pero con un sabor cremoso muy agradable-

Luego de masticar y tragar pregunté -¿Qué es lo de adentro? Está muy delicioso-

-Es simplemente queso ¿No tienen eso en el lugar de donde vienes?-

-Nunca lo había probado antes, está delicioso-

-¿Donde vivías antes?- Dijo Riel, rompiendo su silencio

-En una cabaña al sur con mi madre, viajamos todo el día de ayer, descansamos la noche y completamos nuestro viaje hoy a la mañana, fue bastante divertido-

El silencio se apoderó de nuestro pequeño picnic.

-¿Vivías en el bosque al sur del reino? Eso es impresionante, dicen que es muy peligroso…-

–No tanto, usualmente las bestias huían despavoridas cuando mi madre usaba magia-

-Debe ser una maga bastante poderosa en ese caso-

-Si, claro, la más poderosa que conozco-

-Tal vez ella es una aventurera conocida ¿Cómo se llama?- Dijo Lisa con los ojos completamente abiertos

-Veo que la están pasando bien-

Giré la vista para ver a Galas, de pie junto a nosotros.

-¡Señor Galas!- Dijeron los 3 aparte de mi al unísono

-Me disculpo por interrumpir su comida, estaba buscando a Jin pero ya que estan aqui ¿Serían tan amables de acompañarme?-

-¡Si señor!- Dijeron todos a la vez nuevamente

Rápidamente guardaron su comida, envolvieron las viandas en la manta y la dejaron justo bajo el árbol. Limpiaron los restos de comida de su cara y se formaron para seguir a Galas, no entiendo por qué le tienen tanto miedo a Galas, si es una persona muy amable.

Comenzamos a caminar detrás de Galas, tuvimos que pasar por entre el resto de estudiantes para atravesar el comedor.

Mientras caminábamos entre los estudiantes, los chicos apartaban la mirada de nosotros y algunos se juntaban en pequeños grupos para susurrar cosas entre ellos. Y las chicas ponían un mirada extraña mientras veían a Riel y Galas. Realmente no podía entender la situación.

Finalmente entramos en el edificio, intenté no perderme esta vez pero al final fue un intento en vano.

Tras unos minutos de caminata, llegamos nuevamente al piso administrativo. Galas giró el picaporte y entramos a la habitación. Allí estaban mi madre y un anciano vestido con prendas ostentosas y una especie de sombrero de metal.

-Hola buenas tardes- Levanté mi mano y salude de forma general a todos los que estaban en la sala

En algún momento los tres chicos que me acompañaban se habían arrodillado a una pierna y estaban firmes mirando al suelo -¿Por qué se arrodillan?- Expresé mi confusión

-Jin, arrodíllate, estas en presencia honorable de el rey de Braulis y de la princesa- Dijo Riel, aún cabizbajo

-Riel Belia, hijo del capitán de la guardia real, agradezco tu consideración, pero el no conoce nuestras costumbres. Por favor todos levanten la cabeza, ésta es una reunión casual, no es necesario mantener las formas-

Riel dudó un momento antes de soltarse -Si, su majestad-

-Te lo agradezco, ahora tomen asiento por favor- 

Todos tomamos asiento en alguno de los sillones que habían sido dispuestos al rededor de una pequeña mesa, en ella habían pequeñas tazas, mi madre tomó una tetera y uno por uno comenzó a servir un liquido oscuro en cada una de las tazas. 

-Jin, permíteme presentarme, Soy Benel Braulis, el rey de éste país y el padre de Lisa. Es un placer conocerte. El director Galas me contó todo sobre tí y tambien me comentó que te interesa estudiar en ésta academia, primero dejame decirte que es un honor tenerlos en el Reino, por eso mismo esté tranquilo de que no los perseguiremos de ninguna manera- 

-Se lo agradezco- Dije, inclinando levemente mi cabeza

-Correcto, tambien apruebo tu ingreso a la academia, estarás en el segundo año de la clase de élite junto a éstos chicos aqui presentes. Por sobre eso, tu madre será la nueva instructora de combate práctico. Señorita Tinia, para evitar cualquier inconveniente que los involucre, vivirán en el palacio Real de ahora en adelante. Jóvenes, cuento con ustedes para guiar a Jin hasta que se acostumbre a la vida en el reino- 

-Su majestad, con todo respeto ¿podría explicar a qué se debe éste trato tan particular hacia estos desconocidos?- Dijo Riel

-Joven Riel y compañía. Su nueva profesora es una familiar del director Galas, sus habilidades tambien estan a la par. Y éste chico que acaban de conocer es Jin, su hijo adoptivo quien ha recibido sus enseñanzas. Debido a ciertas circunstancias, estarán en nuestro reino indefinidamente. Les aseguro que estamos en buenos términos y son excelentes personas, por lo que serán tratados como invitados de honor de la familia Real. Para evitar problemas con su población, ocultaremos su identidad al público en general. Jin será su nuevo compañero y junto a su madre vivirán con nosotros en el palacio real, por lo que les pido que los ayuden en lo que necesiten, sobre todo a Jin que compartirá rutina con ustedes-

-Lo haremos, su majestad ¿Verdad chicos?- Dijo Tifa en un tono alegre

-Está bien- Riel asintió

-Está por terminar la hora de almuerzo, por favor todos excepto Jin vuelvan a su descanso, lamento esta interrupción tan repentina- 

-No hay problema Señor-

Los chicos se retiraron y me quedé a solas con mi madre, el rey y Galas.

-Jin, te prometo que no son malas personas, solo que por su situación como nobles de alto rango son muy cuidadosos con las personas, se han criado en un entorno muy particular-

-No hay problema. Me agradan…- Dije, sonriendo débilmente

-Te incluí en su clase ya que Riel, Tifa y mi hija podrán acompañarte desde el castillo hacia la academia y viceversa. Tu fisiología es algo desconocido asi que te pido que seas cuidadoso con tus alas y aunque es un secreto reservado entre los que estamos en ésta sala, eres libre de revelarte ante quien tu consideres digno de confianza-

-Está bien, muchas gracias por todo-

-No hay problema, ésto es un favor que le debía a Galas, no me hagas arrepentirme. Tenemos muchas cosas que hablar desde que eres una raza legendaria pero ya tendremos tiempo mas adelante-

-Le prometo que no-

-Una última cosa, eres capaz de cambiar de ropa con magia ¿verdad? Intenta replicar la misma ropa que traía Riel, ese será tu uniforme y deberás usarlo mientras estés en la escuela, pregúntale cualquier duda que tengas-

Usé un poco de magia y actualicé mi vestimenta. Compuesto por una camisa blanca bajo un saco azul oscuro con decorados rojos y amarillos, y un pantalon de vestir del mismo color, Era bastante cómoda aunque no tanto como mi habitual ropa, pero lucía mas elegante sin lugar a dudas.

-¿Así está bien?-

-Está perfecto. Cuando termine el recreo comenzará la clase, será el primer día de ambos, madre e hijo, cualquier duda que tengas puedes consultarla con ellos-

*Clonck* Nuevamente sonó la campana, la hora de almuerzo había terminado. Benel se retiró de la habitación y nos quedamos solos en la habitación. Estaba a punto de levantarnos para irnos de la sala, cuando Galas nos detiene

-Tomen asiento por favor, será solo un momento-


Hola muy buenas, antes que nada me disculpo por mi desaparición repentina todo este tiempo, en el día de hoy les traigo el segundo capítulo de mi novela. Espero que la hayan disfrutado tanto como yo disfruté escribirla. A partir de ahora la traeré con cierta regularidad, no daré datos exactos para no llenarlos de esperanzas vacías pero intentaré traer al menos un capítulo nuevo cada un par de semanas.
Como siempre, estan todos invitados a nuestro discord donde se notificarán de todas las publicaciones de la página y donde podrán conversar entre ustedes o con nuestro grupo de traducción.
Espero que apoyen este mini proyecto mío de aquí en adelante. Hacia aquellos que leyeron ésto: Tengan un muy feliz día y nos vemos en la próxima!


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