Capítulo #6 – Batalla contra lo imposible

— Mi nombre es Bow Sith, hija de Caith Aquelus Sith — Dijo la demonio.

Entonces, todos se congelaron…

La hija de ese ángel, Caith Sith, es una demonio?!

…Pero, no es verdad que esta demonio intentó salvar a los humanos, puede ser una demonio, pero fue criada por un ángel. Entonces es buena, verdad?

— Así que la hija de Caith Sith… Según él, nosotros somos los cinco héroes legendarios —Dijo Krim, el único que se mantuvo tranquilo.

Los ojos de la demonio… Los ojos de Bow parecieron brillar en cuanto lo dijo.

— Ustedes son los-…?!— Comenzó a decir ella, pero…

— No tenemos tiempo para eso ahora, vendrías conmigo?— Krim la interrumpió con esa pregunta. Ehh… Esto es lo que creo?

— Sí! Por favor! Iré contigo!— Ella pasó de afirmar la mano de Krim a prácticamente abrazarla.

— Bien, primero necesitamos… Supongo que nos demoramos mucho — Mientras él dijo eso, miró más allá de nosotros a alguien a nuestra espalda. Por su mirada… un enemigo?!

Me di vuelta rápidamente para enfrentar al enemigo que incluso preocupaba a Krim, pero lo único que vi fue a un anciano arrodillándose en el piso.

— Oh, héroes de las leyendas! Muchas gracias por salvar a nuestro pueblo. Por favor quédense una noche para festejar su victoria con un-…—

— No, no tenemos tiempo para ese tipo de cosas — Krim comenzó a caminar hacia la nave.

Sin un momento de duda, Bow lo siguió justo detrás. Puedo jurar haber escuchado un “Genial~” o algo así mientras pasaba a mi lado…

Kurai dudó un poco, pero finalmente lo siguió también.

Ikaros se quedó atrás sin decir nada mientras me miraba… Quiere que elija yo? Pero… si se puede decir que alguien es nuestro líder, ese sería Krim, verdad?

— Tú que crees?— Dijo Tsu repentinamente desde mi costado.

— Ah?!—

No pude evitar saltar un poco ante la repentina pregunta que parecía una respuesta a mis propios pensamientos, luego de un momento me recompuse y pregunté.

— A qué te refieres?—

— Deberíamos solo dejarlos así? Entiendo que estamos contra el tiempo… En especial después de esto. Esta aldea no hubiera sobrevivido sin nosotros, pero simplemente dejarlos así…—

— Pero… Por qué me preguntas a mí?—

“Krim es nuestro líder, no?” fue lo que no pude decir, de algún modo sentía que ella no admitiría estar bajo alguien.

— Hm? Bueno, tú eres el más parecido a un héroe aquí, no?— Dijo ella.

— Lo soy…?—

No es verdad, tanto ella como Kurai son más fuertes. Quizás si hubiera intentado matarme, Krim también me hubiera ganado con su primer ataque. Incluso Ikaros tiene mucha fuerza.

— Si tú mismo no lo entiendes, entonces no importa… Pero aun así, por esta vez te seguiré —

…No parece estar burlándose de mí.

— Yo…—

Realmente tengo el derecho de hacer algo así…?

No está Krim en lo correcto…?

Yo…

— No. Krim tiene razón, si detenemos al Rey Demonio los ataques también se detendrán… Voy a seguir su decisión — Fue mi respuesta.

Tsu se detuvo un momento, me miró sin ninguna expresión en su rostro y finalmente suspiró.

— Como quieras…—

Luego de eso comenzó a caminar hacia el barco volador.

Qué se supone que fue esto?

—…Vamos, Ikaros —

— Sí —

Los dos también caminamos hacia el barco, dejando al anciano aún en el suelo.

— Gracias…— Dijo una voz detrás de mí, pero no pude dar la vuelta. Si lo hacía, no estaba seguro de poder dejarlos allí.

Subimos al barco sin mucha demora luego de eso, Krim no dijo nada porque haya tardado en llegar. Me sentía un poco deprimido, pero un héroe es el que puede salvarlos a todos. Yo aún no soy un héroe, por eso tengo que ser más fuerte.

La nave despegó y volvimos a establecer el curso hacia el Mar de los Vivientes Muertos.

Ya en el aire solo nos quedaba esperar, así que nos movimos al comedor de la nave para hablar con Bow.

— Entonces, dijiste que eres la hija de Caith SIth?— Preguntó Krim.

— Sí, soy su segunda hija — Respondió ella con una pequeña inclinación. Mientras lo hacía, su oreja se movió un poco, realmente como un gato.

— Son reales?— Interrumpió Kurai.

—…Qué cosa?— Bow parecía confundida.

— Tus orejas y cola, claro —

— Oh. Sí, son reales —

— Y eres una demonio?— Continuó Kurai.

— Sí, lo soy —

— Y eres hija de Caith Sith —

Eh? Un momento…

— Sí, su segunda hija —

— Pero Caith Sith es un ángel —

Un ángel… Una demonio… Eh?

— Sí —

— Y tú una demonio —

Eh…?

—…A qué vas con esto?—

— Un ángel tiene una hija demonio —

— Sí —

Entonces… La madre de Bow…

— Un ángel tuvo una hija con una demonio?—

— Sí —

El bien absoluto con una demonio…?

— Saben que la guerra terminó hace mucho tiempo verdad? Los demonios no son malvados de por si — Dijo Bow.

Esas… cosas, no son malas…?

No son malas…….?

— ENTONCES EL DEMONIO QUE MATÓ A MI FAMILIA TAMPOCO ES MALO?!—

No pude evitarlo… Entiendo que Bow no es mi enemiga, pero…

—…No dije que todos son buenos tampoco — Dijo ella — Muchos tiene familias también y no son realmente diferentes de los humanos —

Sé que lo que está diciendo es algo razonable. Realmente lo sé.

— Ellos… Ellos…—

Mi visión se volvió borrosa. Limpié con mi manga las lágrimas que habían comenzado a salir de mis ojos.

Fue hace años, pero aún soñaba con ese día. Tenía que volverme fuerte.

— Dime… Sabes cómo nacen los demonios?—


Mientras viajábamos Bow nos habló del Inframundo, el lugar donde viven los demonios, y sobre los demonios mismos.

Según las leyendas, el Inframundo es una de las Tres Dimensiones Originales creadas por el Dios Supremo.

El Inframundo es un lugar puramente espiritual, por lo que seres corpóreos no pueden entrar normalmente, con la excepción de los mismos demonios por haber nacido allí. Por supuesto, si un demonio naciera en otro lugar entonces no podría entrar tampoco.

Las almas de los muertos terminan en el Inframundo, donde se descomponen y vuelven al mundo o se degradan a bestias infernales. Las bestias infernales que viven lo suficiente para ganar una consciencia o aquellas que nacen con una por las propiedades del alma de la que provienen, son llamadas Demonios.

Por supuesto, ella había mencionado que los demonios también pueden tener familias, por lo que Krim le preguntó sobre eso. Los demonios se pueden reproducir del mismo modo que los seres de los que provienen, por lo que no es algo raro que sea así.

Por último, me habló del resentimiento de las almas.

Las almas muchas veces no son de personas bondadosas, o pueden terminar muriendo por causas terribles también. Los resentimientos de esas almas también afectan a los demonios que surgen de ellas.

Bueno, aunque digo eso, no es solo el resentimiento.

Ah, algo curioso es que los hijos de los demonios no son afectados por ningún alma, sino que son un ser completamente nuevo. Por eso los demonios como Bow, aunque en su caso es mitad demonio, tienen más libertad que los demonios originales.

Luego de terminar su explicación, Ikaros le preguntó sobre Caith y sobre los ángeles. Lamentablemente, ella no parecía saber mucho sobre eso, lo único que dijo es que él era solo mitad ángel. Supongo que si queremos saber más habría que preguntarle directamente.

Mientras explicaba pude calmarme un poco, Kurai y Tsu ayudaron bastante con eso dejando caer uno u otro chiste a ratos, Krim se mantuvo hablando con Bow, e Ikaros se encargó de conducir la nave. A ella no le gustaba que nadie más tocara los controles.

A pesar de todo, me siento intranquilo.

No estoy seguro de que realmente podamos confiar en Bow, pero a la vez no pienso que deba dudar tanto de ella. Es como un enfrentamiento entre mi mente y mis instintos.

Un poco después de mediodía, luego de comer, logramos llegar al Mar de los Vivientes Muertos sin más incidentes.

Debo decir que me arrepiento un poco de haber quemado las cartas ahora… Es verdad que perdí mucho anoche, pero el viaje fue un poco aburrido.

Dejamos el barco flotando en el agua a poca distancia de la playa, por decisión de la mayoría vamos a esperar a Caith en la playa.

Ikaros se puso a jugar con el agua mientras Kurai y Bow hablaban a la orilla del agua, ambas parecían algo… emocionadas? Kurai en especial, como si nunca antes hubiera estado en el mar. Tsu comenzó a leer un libro que llevaba en su bolso sentada en la arena alejada del agua.

En cuanto a Krim y yo…

— Entonces, de qué querías hablar?— Le pregunté a él.

— Para empezar, no hagas mucho ruido —

Él me había pedido un momento para hablar alejados del grupo algo importante. Si tiene que ser lejos del grupo, entonces es algo que los demás no pueden escuchar, no? Pero qué podría ser?

— Quería hablarte de Caith Sith —

El ángel?

— Qué pasa con él?—

— Entonces no lo has notado?—

Notar qué?

— Si pregunto es porque no lo he hecho —

—…Supongo, fue algo tonto que preguntar —

— Entonces?—

— Primero, él sabía dónde iban a estar Kurai y Tsu, además de que los atrajo a ustedes dos usándome de carnada —

— No podría haber elegido a cinco personas al azar y ya? Fue una coincidencia que las otras dos estuvieran ahí después de todo —

— No es normal reunir a cinco personas con nuestro nivel de fuerza al azar. Además, que las otras dos estuvieran ahí por casualidad es simplemente raro —

— Bueno… No estarás diciendo que son traidoras o algo. Verdad?—

— No, no pienso que sean ese tipo de personas. Por eso, pienso que no sería raro que seamos los Cinco Héroes Legendarios —

— Bien, asumamos que eso es así. Entonces?—

— Cómo supo que éramos los héroes? Y por qué nos buscó justo ahora?—

— Hmm… Eso… No lo sé. Quizás porque es un ángel?—

— Tal vez. Entonces por qué ahora?—

—…Ehhh, el Rey Demonio resucitó o algo?—

— Pero tú también lo sentiste, no? Él es más fuerte que nosotros cinco juntos —

—…………….Dices que si él no puede derrotar al Rey Demonio nosotros tampoco —

— Exacto, entonces su objetivo al reunirnos es otro —

— Y cuál podría ser ese?—

— Las leyendas hablan de un arma legendaria, por lo que quizás solo puede ser conseguida por los héroes. Si no es eso, entonces es una trampa de algún tipo, aunque no necesariamente para hacernos daño —

—…Entonces?—

— Ahora, recuerdas lo que dijeron los demonios en el pueblo hace un rato?—

Lo que dijeron….. Hmm……. Hmmmmmm…… No.

— No realmente… Estaba pensando en otras cosas…—

— Lo imaginaba. Ellos mencionaron que el padre de Bow, Caith Sith, ya no era importante, sino que el Rey lo era —

Entonces… él antes tenía la autoridad del Rey?

Eh…?

— Parece que ya entendiste —

— Eso creo…—

— No te estoy diciendo que es un enemigo, pero mantente atento. Les diré a los demás ahora —

Y sin darme tiempo a responder algo más, se dio la vuelta y fue directo a Tsu. En cuanto llegó a ella le quitó el libro de las manos y le dijo algo que la hizo enojar.

Por qué sé que la hizo enojar? Una pared de fuego apareció donde antes estaba Krim…

Parecía estar bien aunque su ropa y pelo estaba algo chamuscada.

Entonces Caith Sith tenía la autoridad de un Rey ante los demonios…

No pude evitar mirar en dirección a Bow, ella ya no estaba hablando con Kurai, sino que parecía decaída… Qué no nos ha dicho sobre Caith? Qué nos está ocultando?

— Vincent!!— Escuché gritar a Krim.

Eh?

Justo en el momento en el que giraba, pude verlo.

Una espada yendo directamente hacia mi cuello. Y el que la estaba usando, era un ángel de alas plateadas.

— Ugh!—

De algún modo logré levantar mi brazo robótico, pero el solo impacto del golpe me lanzó por los aires.

— Hmph, para que un humano detenga mi golpe… Debo estar envejeciendo — Dijo el ángel. No, Caith Sith.

— Qué estás haciendo padre?!— Gritó Bow.

En su dirección pude ver a los demás preparándose para pelear, pero no puedo decir que estoy confiado de ganar.

— Yo debería preguntar eso. Qué hace una orgullosa demonio con unos humano?!—

La ira rezumaba de cada una de sus palabras… Realmente era el mismo sujeto?

— Ese no es el padre que recuerdas verdad?— Le preguntó Krim, parecía estar pensando lo más rápido posible.

— Como lo-…—

— Entonces no lo es! No hay tiempo para dudas en el campo de batalla!—

Se lanzó hacia adelante tomando su espada con ambas manos.

— Un simple mortal no puede dañarme!!—

Krim hizo un corte horizontal con su espada con una clase de poder que no había mostrado hasta el momento, la electricidad que solo había sido chispas ahora era un rayo que envolvía la espada por completo.

El ángel sacudió su espada sin preocuparse por nada mientras sonreía.

Pero antes de que las espadas chocaran, pude ver a Krim mirándome con ojos calmados… Ah. Sin gastar un segundo más corrí más allá de Caith para reunirme con los demás.

— Heh, al menos tienen ingenio —

Voltee para confrontar a Caith Sith, y ahí pude ver a Krim retrocediendo con su espada cortada limpiamente en el punto en el que chocó con la del ángel.

— Estás bien, Vincent?— Me preguntó Tsu avanzando un poco.

— Sí, por suerte pude bloquear su ataque con mi-…— En ese momento tuve que detenerme, mi brazo robótico tenía una incisión de cerca de dos centímetros de profundidad.

— Realmente es fuerte…— Murmuré al ver eso.

— Por supuesto que lo soy — El ángel con orejas de animal me escuchó y respondió como si fuera lo más obvio del mundo — Yo soy el Rey Demonio Caith Aquelus Sith!—

— El Rey Demonio reuniendo a los héroes, eh…— Kurai también avanzó, era hora.

…Pero escuché un sollozo a un costado de mí.

Al mirar pude ver a Bow en el piso, como si no hubiera podido mantenerse de pie, llorando mientras veía al ángel demoníaco.

— Qué fue todo lo que me enseñaste entonces?!— Gritó ella — Los demonios y los humanos se pueden llevar bien!—

— Ha! Demonios y humanos?— Él directamente se burló de ella — Cómo pude tener una hija tan patética?—

Él era el mal.

Voy a matarlo ahora.

— Suficientes juegos, ahora sientan terror —

En cuanto dijo eso, él comenzó a elevarse. Una oscuridad que parecía tragarse el día surgió de él, y en el lugar donde antes había un ángel de alas plateadas, ahora había una criatura proveniente de mis peores pesadillas.

— Eso es…!—

— No puede ser…—

— No estaba muerto?!—

—……—

Cada uno mostró diferentes respuestas, pero todos conocíamos a la criatura que surgió de la oscuridad de Caith Sith.

El monstruo que asoló el mundo hace 7 años, el demonio que le dio veracidad a las leyendas y aquella criatura que asesinó a mi familia.

El arma viviente Phrodiyia.

— Para basuras como ustedes, esto es suficiente — Era la voz del ángel, pero venía claramente de Phrodiyia.

Una masa de carne y músculos de cinco metros de largo con la forma de un león y la cabeza de un dragón, protuberancias puntiagudas de hueso oscuras cubrían su cuerpo por doquier y cuatro ojos rojos que te seguían con hambre. No nos veía como enemigos, solo presas.

Involuntariamente di un paso atrás. Él miedo de ese día regreso de golpe.

No podíamos ganar contra eso.

Eso era el mal que no debía ser tocado.

No podía seguir vivo.

Se suponía que lo habían matado.

Por eso murió mi padre.

Muerto. Muerto. Debería estar muerto. No podemos ganar.

No podemo-…

— Si es solo esto, probablemente podemos ganar — Una voz me sacó de mi trance.

Krim dejó caer su espada a un costado y se preparó para moverse en cualquier momento con una sonrisa en el rostro.

— Piensas que con eso es suficiente? Comprobémoslo —

Kurai también se veía lista, con el aire calentándose a su alrededor.

— Vamos Vincent, no tendrás miedo verdad?—

Una sonrisa sin miedo estaba en la cara de Tsu mientras me miraba.

— Vincent —

Ikaros solo dijo eso y me vio directamente a los ojos. Habíamos pasado suficiente tiempo juntos para no necesitar más que eso.

Pero, ellos también estaban asustados.

Mirando atentamente pude ver como temblaban un poco, como sus manos sudaban y repetían pequeños gestos para mantenerse concentrados. No eran inmunes al miedo… Pero lo enfrentaban.

…Qué estoy haciendo?

Llevé una mano a mi cintura y tomé mi Rydel.

—…Lo siento, eso no fue digno de un héroe. No?—

Yo soy un héroe, no puedo acobardarme frente a la oscuridad.

— Vamos héroes! Enfrenten su final!!—

La bestia arremetió contra nosotros y logré esquivar por poco saltando hacia mi izquierda, Tsu logró evitar el ataque del mismo modo que yo y tanto Kurai como Krim, con Bow al hombro, lo hicieron hacia la izquierda. Ikaros no fue tan rápida… Con un ruido sordo, fue golpeada directamente y salió disparada hacia el mar.

— Si no vas a ayudar muévete — Sin dudarlo ni siquiera un poco, Krim lanzó a Bow hacia la arena de la playa, lejos de Phrodiyia.

La criatura giró rápidamente en mi dirección… No, en la de Tsu, y volvió a cargar con un rugido bestial.

— Tsu! Cuid-…!— Un grito seco salió de mi boca involuntariamente, pero antes de siquiera terminar de decirlo.

— No necesitas preocuparte —

Un pilar de roca apareció debajo de ella, impulsándola hacia el cielo.

Sin embargo, eso no cambió las acciones de Phrodiyia, que siguió cargando hacia Tsu y antes de chocar con el pilar, lo destruyó de un solo golpe de una de sus patas delanteras. Por el mismo impacto del golpe, Tsu comenzó a caer hacia la bestia.

Los demás ya estaban corriendo hacia nosotros, Kurai parecía estar preparando algo por el calor que era incluso visible por el aire a su alrededor, y Krim también cargaba energía en su pistola, su única arma restante.

Pero no era suficiente, no llegarían… De cualquier forma…

— Yo estoy aquí!!—

No necesito la ayuda de nadie más para salvar a mis amigos!

Con un movimiento preciso, di un golpe directo al rostro de Phrodiyia con mi brazo robótico con tal fuerza que la criatura se despegó un segundo del suelo y retrocedió varios metros simplemente por el impacto.

Toma eso! No dañarás a mis nuevos amigos!

— Vincent!— La voz de Krim me sacó de mi ensueño.

El cuerpo de Phrodiyia voló directamente hacia ellos con el golpe.

— Quémate!—

Antes del choque, Kurai liberó el poder que estaba reuniendo, creando una explosión de llamas que le dio de lleno a la bestia. Eso fue suficiente para evitar la colisión, pero la próxima vez podría no ser así…

— Lo siento…— No pude evitar murmurar una disculpa.

— Concéntrate en la pelea, pueden hablarlo luego — Dijo Tsu mientras detenía su caída con una esfera de agua.

— Grraaaaaah!!—

Phrodiyia repentinamente dejó salir un grito ensordecedor, uno tan potente que nubló mi consciencia por un momento. Entonces, en cuanto volví a mirar, las espinas de hueso que cubrían el cuerpo de la bestia demoníaca estaban apuntando a Kurai y Krim.

— Los protegeré!— Tsu levantó las manos en su dirección y un muro de roca se levantó frente a ellos.

Bien! No está atacando con sus patas así que eso debería…!

Pero un ruido destruyó mis expectativas.

— Aaaaaaaaaaaghhh!!— El grito de dolor de Kurai fue opacado por el ruido de la roca rompiéndose en pedazos.

— No!—

Inmediatamente levanté mi Rydel y vacié el cargador en la cabeza de Phrodiyia, se giró en mi dirección claramente enojada, pero las heridas que pueden hacer mis balas son menores. Al menos la distraje supongo.

Recargué mi arma lo más rápido que pude mientras Phrodyia nuevamente corría en mi dirección. Qué puedo hacer aquí!?

Pero de repente el ruido de un impacto volvió a sonar y Phrodiyia fue sacada de curso. En su costado, Ikaros sostenía el mago de su gran espada que había impactado directamente. No fue suficiente para penetrar del todo en la dura piel de la bestia, pero si volviera a atacar allí…

— Ikaros! Deberíamos…!—

BAAAAAAAANG!!

Un nuevo ruido, más fuerte que el anterior, se escuchó y el cuerpo de Ikaros salió volando nuevamente bajo el ataque de una de las patas de la bestia, se arrastró por varios metros en la arena hasta por fin detenerse estando medio enterrada.

— Graaargg! Graah!— Phrodiyia seguía rugiendo, pero ahora era dolor lo que se podía sentir. Estábamos acercándonos.

— Si seguimos así vamos a perder…— Comenzó a decir Tsu mientras retrocedía.

No estarás…

— Entonces te vas a rendir dejando a los demás-…?!—

— Consígueme tiempo, haré el ataque más fuerte que pueda —

—…Claro — Avancé hacia Phrodiyia otra vez, la bestia detuvo sus rugidos y se fijó en mí otra vez.

Su mirada estaba llena de odio y sed de sangre, pero no se sentía tan fuerte como al inicio… Está vez, podré hacer algo?

— Gyaaahhh!!—

Tres explosiones sonaron y dos de los ojos de la criatura fueron borrados de la existencia. Fue Krim disparando con su pistola, forzándola a aumentar el poder de disparo con su electricidad.

Su apariencia era deplorable, su mano derecha colgaba con una de las espinas rotas de Phrodiyia enterrada en su antebrazo. La otra mano, que sostenía los restos derretidos de su arma, temblaba por solo mantenerla levantada a causa de otra herida en su hombro. Sangraba desde varios lugares y no parecía que se pudiera mover mucho más.

— Te dejo el resto, Vincent…— Dijo Krim mientras Phrodiyia golpeaba uno de los fragmentos de la pared de roca de Tsu hacia él. El golpe resonó potentemente y él cayó al piso.

Kurai estaba en el piso junto a él temblando ligeramente y sin poder moverse por el dolor que sus heridas le provocaban. Dos están fuera de combate… Puedo ganar?

Guardé mi Rydel en su funda, no iba a ser útil ahora. Solo podía enfrentarla directamente.

— No estás solo…— Ikaros volvió a levantarse, curiosamente, aparte de su claro cansancio y la suciedad que la cubría, tenía pocas heridas y todas eran menores. De cualquier forma, incluso su tono al hablar mostraba lo exhausta que estaba.

— Ha sido bueno tenerte de compañera — Le respondí.

— No lo digas… como si fueras a morir…—

Entonces, una gran cantidad de energía mágica se liberó detrás de nosotros. Tsu estaba a punto de lanzar su hechizo definitivo.

— Solo… un poco más!— Ella parecía estar poniendo hasta la última pizca de su poder en ese ataque, si eso no terminaba con Phrodiyia… No vale la pena pensar en eso.

— Grraaaaaaah— Phrodiyia dio un último rugido antes de lanzarse hacia nosotros por última vez.

Esto lo decidiría todo, ahora o nunca.

!!!

Ikaros se lanzó hacia adelante y atacó con la punta de su espada, poniendo todo el peso de su ataque en la punta, pero no fue suficiente, el golpe terminó siendo superficial.

Tsu no logró terminar su hechizo.

Todos murieron.

!!!

El golpe no es suficiente…

Ikaros se lanzó hacia adelante y atacó con la punta de su espada, poniendo todo el peso de su ataque en la punta— No! Si no es suficiente…

Salté hacia adelante, Ikaros comenzó su ataque antes, pero estoy seguro de que llegaré de todas formas.

!!!

Estoy frente a Phrodiyia.

La espada estaba clavada superficialmente en el cuello del monstruo, le da un golpe a Ikaros, pero aunque ella es empujada por el ataque, logra mantenerse de pie con el coste de haber soltando su espada, el cansancio en sus ojos es tal que parece que no podrá mantenerse consciente si se mueve aunque sea un poco. Sin embargo, esto es perfecto para mí.

— Muere de una vez!!—

La criatura nota mi presencia y puedo ver un poco de miedo en su mirada por primera vez. Sí, ahora deberías tenerlo!

Levanto mi puño y lanzo un golpe al pomo de la espada, empujándola profundamente en el cuello de la bestia. Durante el golpe, mi brazo robótico revienta sin poder aguantar todo el daño que acumuló durante la pelea.

Phrodiyia grita y se retuerce de dolor, pero ni siquiera eso es suficiente para matarla y en pocos instantes vuelve a mirarme con odio mientras la espada sigue atorada en su cuerpo. Aun así, antes de que pueda atacarme…

— Está listo. Retrocede si no quieres morir también, Vincent!— La voz de Tsu me dio nuevas esperanzas.

Retrocedí como me dijo, en ese momento pude ver el rostro bestial de Phrodiyia, pero ahora ya no tenía la expresión animal y sedienta de sangre de antes… Eso era desesperación? Resignación?

El hechizo definitivo de Tsu era un proyectil de magma giratorio con vientos huracanados rodeándolo y dándole una forma afilada, el tamaño no era mucho comparado con la gran masa que era Phrodiyia, pero la cantidad de energía que emanaba de esa cosa me hacía dudar que Tsu fuera humana.

Ese proyectil voló a una velocidad aún más alta que las balas relámpago de Krim y golpeó a Phrodiyia directamente. Una gran explosión se produjo al impacto.

— Está muerto…?— Dijo Tsu mientras se tambaleaba.

— Grrraaaaaaaahhh!!!— El rugido nuevamente tuvo ese poder de antes y limpió la nube de la explosión, revelando el cuerpo de Phrodiyia, que estaba extremadamente herido, pero no muerto.

La carne estaba detruida y carbonizada en muchos lugares e incluso la espada que estaba clavada profundamente en su cuello ahora estaba en el piso, pero Phrodiyia seguía en pie…

Se supone que mis padres derrotaron a esto…?

Esta cosa… Este monstruo… Este demonio… Esta… Calamidad.

— Vincent… Es todo tuy…— Antes de poder terminar lo que iba a decir, Tsu cayó al piso. Seguía consciente, pero no parecía siquiera capaz de decir una palabra por el cansancio.

— Vincent…— Ikaros estaba de rodillas en el suelo mirándome con ojos desenfocados.

Kurai seguía en el suelo junto a Krim, ambos heridos por las espinas de hueso de Phrodiyia e incapaces hacer cualquier cosa.

La bestia dio un paso hacia mí, iba lento, pero más que por sus heridas, ahora parecía confiada de su victoria.

Di un paso atrás. Luego otro.

No.

Di un paso adelante. Luego otro. Entonces otro más, y para cuando me di cuenta, comencé a correr hacia Phrodiyia y la criatura también hacia mí.

Yo ganaré!!

!!- No lo necesito!

En el momento del choque Phrodiyia se lanzó hacia mí con todo su cuerpo y apuntándome las pocas espinas de hueso que le quedaban. Y qué? Las destruiré!

Moví mi brazo restante, el de carne y hueso, hacia adelante utilizando todo mi cuerpo para el movimiento. No, no era solo el movimiento. Mi todo estaba en ese ataque.

Una luz potente comenzó a salir de mi cuerpo, mi puño brillaba hasta el punto de casi cegarme, entonces, todo frente a mí fue destruido. El mismo espacio frente a mi puño desapareció y Phrodiyia fue completamente perforada por mi ataque.

Lo que quedó de la criatura finalmente cayó al piso.

Habíamos ganado.

Habíamos ganado… Haha…

En algún momento había caído a mis rodillas.

Lo habíamos hecho. Yo, lo había hecho.

— Muy bien… niño…— Escuché la voz de Krim y miré en su dirección. Él estaba levantándose mientras apoyaba a Kurai para hacer lo mismo.

— Gran golpe al final…— Dijo ella con una expresión algo incómoda.

— Haah… Sobrevivimos…— Tsu fue la siguiente en levantarse, aunque seguía tambaleándose un poco.

— Bien hecho, Vincent — Y finalmente, Ikaros también se levantó y logró caminar apoyándose en su espada, que recogió antes de levantarse.

— Lo hicimos — Les dije a todos con una sonrisa.

— Ehhh… Lamento romper sus ilusiones, pero el ángel no peleó en ningún momento — Dijo Krim.

— El ángel… Ah, Caith Sith — Kurai fue la primera en poder procesar lo que dijo, y antes de que alguien más pudiera seguir sus pasos…

— No esperaba que realmente lo mataran —

En medio del aire, el ángel que se hacía llamar Rey Demonio, Caith Sith, nos miraba con unos ojos fríos.

— Supongo que los milagros realmente pueden ocurrir, eh. En especial tú — Continuó él mientras me apuntaba — No por nada son los cinco héroes legendarios, pero no es suficiente —

Abrió una de sus manos y allí se formó una esfera de poder mágico del tamaño de una pelota de tenis. De ningún modo era grande, pero la presión que oponía era mayor que la del hechizo de Tsu… Eso… No podíamos hacer nada contra eso.

— Ugh?— Pero el ángel se retorció en el aire, la bola de energía desapareció inmediatamente — No puedes… No eres yo… Yo soy… Sé quién soy…—

Entonces, con una mano comenzó a apretar su cabeza, mientras que con la otra escribía en el aire una especie de símbolo con energía mágica.

— No puedes dejarlos ir! …Vayanse!— El Rey Demonio con orejas de gato continuó gritando cosas contradictorias hasta que el símbolo estuvo completado.

— Yo… Lo siento… Cuiden de mi hija —

Eso fue lo último que escuché de él antes de que una fuerza irresistible me lanzara por los aires.



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Categorías: Héroes penosos