Capítulo #2 – El cambio que llegó en un barco

Finalmente, el barco se estrelló contra la montaña… Aún con eso sigue siendo mi heroína, sí. Lo es. No lo digo varias veces para convencerme ni nada.

Mi tío le ofreció a Ikaros que se quedara con nosotros mientras duraran las reparaciones. Ah, así se llamaba la… ángel… heroína… chica.

Antes no tuve el tiempo de pensar en cómo se veía, pero era realmente linda. Era algo alta y tenía el pelo largo de color verdoso que llegaba casi a su cintura. Su piel era bastante clara, lo que resaltaba aún más sus ojos verde brillante. Verla usar la gran espada que tenía como arma con sus alas extendidas era un espectáculo impresionante.

Durante el primer mes me contó sobre algunas aventuras que había tenido a lo largo de los años y los lugares que había visitado durante sus viajes. Al escuchar sus historias no pude evitar pensar en algo, por qué usaba un barco volador si tenía alas? No sería mucho mejor viajar así en vez de un barco gigante para solo una persona? Al final me enteré de que ella no podía volar, no sé la razón, pero no podía. Eso terminó llevando a otra serie de historias que terminaron muy diferente de lo que lo habrían hecho normalmente, todo por tener alas.

Mientras más historias me contaba y más me adentraba en sus aventuras, más claro me quedaba que mi impresión no era la correcta. Finalmente me di cuenta, ella no era una heroína, era una aventurera, podía viajar por el mundo salvando a las personas mientras se divertía, encontrando monstruos y destruyendo planes de seres malignos.

Mi padre habría sido un aventurero también? Para ser un héroe fue antes un aventurero?

Esas preguntas me carcomían la mente mientras las reparaciones se acercaban a su final, probablemente no serían más de unas tres semanas para que acabaran…

Y entonces qué?

Ella se iría a seguir explorando y viviendo aventuras?

…Y yo?

— Ehh… Pasa algo?—

Estaba sentado a un lado de Ikaros mientras ella trabajaba en la nave, supongo que notó mi estado de ánimo o algo porque me preguntó eso.

— No, nada… —

—…Si tú lo dices —

Ella siguió trabajando en silencio… Por qué trabaja tan duro? Quiere irse de aquí?

— Ikaros…—

— Hm?—

— Por qué quieres irte?—

— No es que esté apurada por irme —

— Entonces por qué trabajas tanto en el barco?—

— Bueno… Me gusta este barco. Y quiero seguir viajando —

— Entonces sí quieres irte…—

— N-no! Pero quiero seguir viajando… Quiero saber más de mí —

— Quieres saber más de ti?—

Cómo podrías no saber de ti misma…?

— Bueno… Desperté aquí y eso es todo lo que sé, así que quiero saber más —

Eh?

— Despertaste aquí…?—

Escuché mal?

— Sí, así que tengo que viajar —

Aún si es raro… es bueno tener un objetivo.

Cuál es mi objetivo? Supongo que ser un héroe, pero qué necesito para ser un héroe?

Lo primero que se me viene a la cabeza es fuerza, un poder que no perdería contra la oscuridad. Entonces, qué debo hacer para conseguir ese poder? Entrenar.

— Voy a ir con mi tío — Le dije a Ikaros antes de salir corriendo del lugar.

— S-suerte…!—

Creo haber escuchado su voz, pero no escuché realmente lo que dijo.

No me demoré mucho en llegar al taller de mi tío, al ser el herrero del pueblo su cobertizo estaba lleno de chatarra normalmente, pero en el último mes había sido incluso más. Pedazos de metal y maquinas extrañas estaban esparcidas por el piso, parecía estar disfrutándolo.

— Tío, necesito que me entrenes más!— Fue lo que prácticamente le grité en cuanto llegué.

— Tu entrenamiento ya terminó, no tengo nada más que enseñarte — Respondió él luego de darme una mirada.

— P-pero eres más fuerte que yo!—

— No lo soy… Y aún si lo fuera tú desarrollaste un estilo muy personal con ese brazo, solo puedes perfeccionarlo con tu propia experiencia —

— No tengo tiempo para eso! Si atacaron unos demonios significa que algo está pasando!—

— Hmm… Con el modo en el que lo hicieron, probablemente solo era un reconocimiento, no parecía importarles mucho los resultados, deberían quedar uno o dos años antes de que algo pasara —

­— Un año no es nada, necesito ser más fuerte para proteger el pueblo!—

Entonces, se detuvo. Por primera vez desde que llegué dejó el mecanismo en el que estaba trabajando a un lado y me miró con una clara confusión en la mirada.

— No necesitas proteger este lugar… Alguien tan joven debería ver el mundo —

— Pero entonces quién lo hará?!—

— Por lo menos tú no, decías que necesitabas fuerza, no? Entonces no te puedes quedar aquí quieto. Solo tienes doce años, deja a los mayores ocuparse de esas cosas —

Pero entonces… Qué debería hacer?

Mi tío no respondió más de mis preguntas luego de eso, él decía que necesitaba pensar por mí mismo, así que eso intenté.

Pasaron varios días en los que pensé en ello, le di muchas y muchas vueltas hasta que llegué a una conclusión.

No puedo quedarme en el pueblo porque no me volvería más fuerte.

Necesito experiencia para perfeccionar mi estilo pero no la puedo encontrar aquí.

Necesito expandir mis horizontes y ver el mundo…

Entonces debo viajar, no? Como Ikaros. Ser un aventurero.

Me pregunto si me dejará ir con ella. No seré una carga? Quizás no quiera llevar a un niño con ella. Supongo que solo sería peso muerto… Pero, debería al menos preguntarle. A una heroína no le molestaría eso, verdad?

Me decidí y fui a buscarla, debería estar en el barco, aun trabajando en las reparaciones.

Corrí por la ciudad, emocionado con el destino que me esperaba, el destino que yo quería seguir. Había encontrado un objetivo, me volvería fuerte viajando como un aventurero y sería un héroe. Solo me quedaban dos cosas por hacer, convencer a Ikaros de que me llevara y superar la prueba final de mi tío que fue interrumpida por el ataque de los demonios.

Seguí corriendo, subí al barco y entré a la sala donde Ikaros estaba trabajando. No me pude contener y grité:

— Llévame contigo Ikaros!—

— Eh?!— Ella llegó a saltar y sus herramientas volaron por los aires… supongo que debí haber sido menos ruidoso.

— Llévame en tus viajes!— Esta vez me expliqué más — Quiero viajar y vivir aventuras por el mundo, volverme más fuerte y llegar a ser un héroe!—

— Ehh… Si quieres…—

— Bien, le preguntaré a mi tío!—

—….Claro — Parecía un poco aturdida, pero aceptó por lo que no hay nada de lo que preocuparse.

Nuevamente corrí por la ciudad de vuelta con mi tío, esta vez tenía una respuesta y una petición para él.

— Necesito un favor!— Le dije en cuanto llegué, él no saltó ya que estaba acostumbrado a que llegara así cuando estaba emocionado.

— Parece que volviste a estar de buen humor, qué es?—

— Déjame hacer la prueba final!—

— A qué te refieres…?—

— Me voy a ir con Ikaros a ver el mundo como un aventurero, así que permíteme terminar esa última prueba — Me incliné para mostrar la fuerza de mi petición, esperando que pudiera aceptar mi petición para poder ir en mi viaje.

— No necesitas dar esa prueba — Me levanté bruscamente al escuchar eso.

— E-entonces… no puedo ir?— Mis esperanzas estaban rompiéndose.

— Tu actuación durante el ataque de los demonios fue mejor de lo que cualquier prueba podría demostrar, haz lo que quieras, tú ya eres un guerrero —

Mi corazón por poco podía con toda esa emoción, recuerdo haber corrido alrededor del pueblo gritando por lo menos durante veinte minutos sin parar… Luego de eso no tardamos mucho en terminar de reparar la nave, las tres semanas pasaron en un abrir y cerrar de ojos, y para cuando me di cuenta, estaba dejando mi pueblo natal.

Mi tío me dio la capa de mi padre, con el símbolo del pueblo en la espalda, para llevarlo siempre conmigo en mis viajes y poder volver con orgullo siendo un héroe.

Pero de eso ya han sido dos años… He vivido muchas aventuras junto a Ikaros, buenas y malas, felices y tristes. En todo este tiempo no me he arrepentido ni siquiera un segundo de mi decisión.

Si tuviera que mencionar algo importante que ha pasado, los ataques de los demonios han ido en aumento desde ese día, no solo en mi pueblo, en todo el continente. Lo que sea para lo que se estén preparando, se acerca el día en el que ataquen en serio.

— VIncent, hay algo raro volando al este!— La voz de Ikaros me sacó de mis pensamientos.

Me levanté de mi asiento y caminé hacia mi compañera. Lo de los demonios es muy importante, pero no puedo evitar lo desconocido que se presenta frente a mí… Supongo que es el comienzo de otra aventura!



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Categorías: Héroes penosos