Capítulo #9 – Separación [Lado de Kurai y Tsu]
Agua… Es agua… Huh?
Desperté en medio del mar.
En cuanto lo noté hice lo posible para mantenerme a flote, pero había algo que hacía que me hundiera. Miré hacia un lado y ahí estaba ella, Tsu.
Su cuerpo comenzó a hundirse y el aire que salía de ella se convertía en burbujas. Como pude saqué su cabeza del agua… Estará bien? La puse en mi espalda para poder llevarla de algún modo pero…
— Agh…—
De repente, algo comenzó a dolerme. Era la herida en mi abdomen que me había hecho Phrodiyia durante la pelea… Lo acabo de notar… el agua a mi alrededor estaba manchada de sangre… demasiada sangre…
A la distancia pude ver una isla y comencé a nadar hacia ella con todo lo que tengo mientras llevo a Tsu en mi espalda.
Cada metro que lograba avanzar costaba más que el anterior, la pérdida de sangre me iba volviendo cada vez más débil. Cada parte de mi cuerpo imploraba una pasa, pero si me detenía no estaba segura de poder volver a avanzar.
Cuando mi visión estaba a punto de nublarse por completo, logré finalmente llegar a la costa. Allí, pude distinguir a dos siluetas acercándose rápidamente… Ah… nos salvamos. No es eso bueno, Tsu?
Entonces, todo se fue a negro.
…
Caminaba de noche con la luna llena sobre mí, no había nada a mí alrededor, simplemente caminaba sin rumbo hacia donde quiera que la oscuridad me llevara.
Entonces, algo de luz llegó.
Era Krim? No, yo sabía quién era.
Sin importar su parecido a Krim, no hay forma de que pueda confundirlo. Era mi hermano.
— Shiroku…—
Un cabello de color castaño y una expresión seria pero que refleja algo de amabilidad. No era alto pero tampoco bajo. Si tuviera que mencionar algo que resaltara, sería el fuego en sus ojos que no cualquiera podría ver detrás de su flequillo.
Él extendió su mano hacia mí, la distancia no importaba, tomé su mano.
!?
Su mano tenía un calor aterrador que me quemaba no solo mi propia mano, sino que mi existencia por completo parecía quemar.
Entonces, abrí los ojos.
Sobre mí había un techo desconocido y podía escuchar dos voces hablando junto a mí.
— Eso será suficiente, no es que desconfíe de tu magia pero sus heridas eran profundas — La primera era la voz de un hombre, parecía joven y se notaba algo preocupado.
— Estará bien. No golpeó ningún órgano — La segunda voz era la de una niña, pero de algún modo parecía más segura de lo que hacía que la primera.
— Y la otra?—
— Es agotamiento mágico, no hay nada de lo que preocuparse después de que tú… evitaras que se ahogara —
— Estás enojada?—
— No —
— Entonces… celosa?—
—…No —
Son pareja…? No, era una niña… quizás?
Comencé a sentarme para poder ver mejor dónde estaba.
— Normalmente no deberíamos dejar que se levantara, no?—
— Está bien, mi hechizo no tiene efectos secundarios —
Miré hacia las voces y pude ver a dos personas, como esperaba, un hombre y una mujer.
— Por fin despiertas — El hombre debe tener unos veinti-tantos años, su pelo era de color anaranjado y tenía una expresión despreocupada en la cara. Aun estando sentado en una silla junto a mi cama, se podía notar que era alto.
— Aunque no estuvo mucho tiempo durmiendo — La niña parecía tener cerca de doce años, su cabello, que le llegaba a la cintura, era del mismo color que el del hombre, pero su expresión era muy diferente a la de él. En vez de mostrar una emoción marcada y expresiva, ella parecía en blanco.
— Eh… Dónde estoy? Quiénes son ustedes?— Les pregunté.
— Mi nombre es Atsuya — Respondió el hombre.
— Soy Ayuko — Luego, lo siguió la niña.
— Creo que puedes suponer que esta es nuestra casa — Dijo el hombre, Atsuya, para terminar de responder mis preguntas.
Entonces ellos deben haberme rescatado… Son hermanos? Más importante, y Tsu?
— Hmm… Kurai?— Justo a tiempo, escuché una voz y cuando me di vuelta, en una cama a un lado de la mía, Tsu se estaba levantando.
— Por fin despiertas — Dijo Atsuya.
— Realmente volviste a repetir la frase…?— Replicó la niña, Ayuko. Aunque su cara no muestra muchas expresiones, lo que dice realmente lo hace.
— Antes de que preguntes. Son Atsuya y Ayuko — Dije apuntando a los dos en orden.
Tsu parecía algo confundida por escuchar los nombres de dos personas que no conocía justo al despertar. Quizás no lo pensé del todo bien antes de decirlo…
— Ahora que ambas están despiertas, quiero saber cómo llegaron a estar tan mal — Dijo Atsuya — Ah, aunque me gustaría saber sus nombres primero —
Supongo que al menos puedo responder a eso, el resto lo decidiré luego.
— Me llamo Kurai Aruki —
—…Yo soy Mikazuki Tsu, Tsu es el nombre —
— Mikazuki…— Atsuya se puso serio de repente — Por casualidad, conoces a Mikazuki Aburo?—
El poder mágico de Ayuko comenzó a agitarse, esa no era la cantidad de energía que tendría una niña. Si ellos son enemigos… Quién es Mikazuki Aburo?
— Cómo conoces ese nombre?— El ambiente se tensó nuevamente — Él es mi padre, aunque no sé sobre él desde hace cuatro años —
—…Cuatro años, huh. Hace cuatro años me enfrenté a él — Dijo Atsuya, parecía haberse relajado de nuevo — Mi querida hermanita menor, no necesitar exaltarte tanto —
Él acarició la cabeza de Ayuko mientras ella poco a poco relajó su poder mágico.
— Mi padre… Él, les hizo algo?—
No pude evitar ver el rostro de Tsu, tenía una mezcla de emociones que otros no podrían entender realmente sin haber pasado por algo similar antes… Y yo sabía cómo terminaba. Esa mezcla de tristeza, preocupación y algo de determinación solo podía terminar de un modo.
— Tu padre, Mikazuki Aburo, masacró a todo mi pueblo bajo órdenes de un Rey Demonio, solo luego de derrotarlo en un duelo de espadas pude sobrevivir junto a Ayuko —
—……Entiendo — Ella parecía como si lo hubiera estado esperando, pero de todas formas no pudo evitar el golpe emocional —…Debes ser bastante fuerte para poder ganarle a mi padre —
— Aunque él era un mago —
— Eso no significa que no pueda usar magia para pelear mejor con la espada —
—…De todas formas fue un empate, pero ahora ya no perdería sin forzarlo a usar magia al menos —
De repente, no pude sentirme tan tranquila como antes, algo comenzó a carcomer mi mente. Y eso era…
—…Dónde está Krim?—
En cuanto dije eso, la expresión de Tsu volvió a cambiar.
— No habían otras personas con nosotras?— preguntó ella.
— No, nadie más — Respondió Atsuya — Deberíamos ir a buscar…?—
—…No, tomando en cuenta cómo terminamos aquí, es probable que el hechizo que nos lanzó tuviera una dirección diferente para cada uno —
— Entonces, cómo terminamos juntas?— Le pregunté a Tsu.
— Reconocí el tipo de hechizo porque había visto a mi padre usarlo antes así que tomé tu brazo para no dejarte sola con esas heridas… No esperaba que termináramos en un lugar tan diferente… Un momento, y tus heridas!?—
— Por lo que escuché mientras despertaba…— Miré a Ayuko.
— La curé con magia — Dijo ella.
— Nunca había visto un hechizo de curación tan efectivo! Puedes enseñármelo?— Tsu se animó de repente.
— Ehh…— Ayuko miró a Atsuya… Qué son realmente? Parecen hermanos pero su conversación de antes me hace dudarlo.
— En realidad, lo hechizos de Ayuko son creados por ella misma, por lo que no suele compartirlos con nadie — Él acarició su cabeza y respondió por ella.
— Lo vamos a necesitar! Nos enfrentamos a alguien muy fuerte después de todo — Nunca la había visto hablar tan fuerte, realmente está emocionada.
— Y quién sería ese?—
— Al Rey Demonio Caith Aquelus Sith —
— Caith Sith!? Caith Sith un Rey Demonio…?—
— Eso fue lo que dijo antes de intentar matarnos —
— Hmm… Tú qué piensas Ayuko?— Cuando la miró, ella parecía estar pensándolo. No sabría decir hacia qué lado se inclinaba, pero él probablemente podía entenderla con lo cercanos que parecían — Con una condición —
— Claro, lo que sea!— Siento que ella no lo está haciendo por la utilidad, sino que es más una curiosidad como usuaria de magia.
— Tengan un duelo conmigo, si pueden darme un golpe, Ayuko te enseñará ese hechizo — Dijo Atsuya mientras dejaba salir un aura realmente intimidante — Deben poder al menos hacer eso si quieren tener una oportunidad contra lo que se quieren enfrentar —
— No te arrepientas luego!—
No se supone que me preguntes primero en una situación así…? Aunque sería útil ese tener esa clase de hechizo. Es entretenido verla actuar fuera de su faceta calmada usual, así que lo dejaré pasar esta vez.
— Hmm… Aunque quizás sea un poco mucho hacerlo ahora mismo tomando en cuenta que acaban de despertar — Dijo Atsuya mientras apoyaba una mano en su barbilla.
Oh, cierto.
Luego de eso nos prepararon algo para comer, supongo que al haber estado durmiendo no teníamos una noción realmente del tiempo que había pasado y mucho menos del hambre que sentíamos. En cuanto nos pusieron la comida en frente, tanto el estómago de Tsu como el mío sonaron.
El sol se había ocultado ya hace un tiempo, por lo que Atsuya dijo estuvimos dormidas unas 17 horas. Ahora mismo era alrededor del mediodía.
Finalmente decidimos que el duelo tendría lugar fuera de la casa luego de comer, al parecer vivían algo alejados de las demás personas del lugar por lo que no molestaríamos a nadie.
Para comer tuvimos algo de arroz con pescado junto con algunas
verduras. Atsuya fue el que cocinó y cuando Ayuko intentó ayudarlo, él la sacó
de la cocina apresuradamente.
No estoy segura si lo hizo por ser sobreprotector o simplemente cocina mal…
El pescado sabía algo raro así que le pregunté al respecto, al parecer es un tipo de pez que solo aparece por la zona así que no era muy raro que no lo hubiera probado, se llama Tojo. Si tuviera que compararlo con algo más que hubiera probado… Hmm… Como pollo con limón?
De todas formas, sabía realmente bien. Desde la presentación hasta el sabor, estaba realmente bueno.
Comí felizmente lo que Atsuya preparó, tal vez era por cocinar a diario para su hermana pero era realmente bueno en ello. Tsu no parecía estar disfrutándolo tanto a primera vista, pero si mirabas atentamente podías notar que se llevaba comida a la boca con bastante frecuencia y sus mejillas estaban un poco sonrojadas.
Terminé el plato y no pude evitar mirarlo fijamente… Quería más.
— Me puedo repetir?— Pregunté.
Tsu también miró hacia Atsuya con esperanza en su rostro.
— No — Dijo él sin pensarlo dos veces — Es hora, no quieres estar demasiado llena mientras peleas verdad?—
…Cierto, teníamos que hacer eso.
Entonces, Atsuya se fue a otra habitación sin decir nada. Al mismo tiempo, Ayuko se levantó de la mesa y nos hizo una señal para que la siguiéramos.
— Fue a buscar su espada, peleen aquí afuera —
Con la misma voz monótona de antes nos dijo eso y nos indicó un lugar cerca de la casa. No había plantas y parecía como si hubiera sido quemado, cortado y transformado en algunos lugares. Aquí entrenan?
Al cabo de un rato salió de la casa llevando una espada enfundada en su mano derecha, el aura a su alrededor era completamente diferente que antes. Seguía teniendo ese aire despreocupado, pero tenía un filo detrás, como si una espada colgara sobre mí. Me hizo tener escalofríos por la espalda.
— Las reglas son simples, si logran darme un golpe ganan — Dijo él.
Un golpe? Realmente nos está subestimando, Tsu no debe sentirse bien al respecto.
— No nos estás subestimando demasiado? Pudiste darle pelea a mi padre, pero eso no significa que vaya a caer fácil — Respondió ella.
— Si es así entonces bien, tómalo como una prueba — Siguió él con una sonrisa — Si ganan Ayuko les enseñará el hechizo de recuperación…—
Hm? Un momento…
—…Y si perdemos?— Pregunté.
— Si ni siquiera pueden darme un golpe no hay forma de que puedan con Caith Sith…—
Él desenvainó su espada y le pasó la funda a Ayuko detrás de él. Su expresión cambió completamente, frunció el ceño y sus ojos se volvieron afilados. Entonces nos apuntó con su espada y continuó.
— Si eso pasa, no las dejaré irse de aquí!—
No pude evitar dar un paso atrás, no sentía que fuera más fuerte que Caith Sith, pero la presión era mucho mayor. De algún modo me obligaba a retroceder, por poco incluso desvié la mirada. Un sudor frío me recorrió la espalda.
Un pensamiento apareció involuntariamente en mi cabeza: ‘Qué suerte que no sea un enemigo’. Me sentí completamente intimidada.
Realmente necesitábamos hacer esto?
— Entonces comenzamos o qué?—
Pero yo era la única que pensaba eso.
Tsu se había adelantado un poco, como mostrando que no estaba intimidada de ningún modo, de seguro también había sido afectada, pero ella lo pudo sobrepasar mejor al tener un objetivo. Ahora se sentía como la Tsu de antes, confiada pero aun así cautelosa. De seguro si le ganaba suficiente tiempo podríamos ganar tal como con Phrodiyia.
Di un paso adelante. Supongo que no puedo dejarla sola contra él.
Atsuya simplemente sonrió, el aura intimidante ya no estaba ahí. Él preparó una postura y dejó salir una pequeña risa.
— Heh. Vengan!—
Tsu comenzó la pelea inmediatamente lanzando una gran bola de fuego hacia él, pero tenía algo raro.
— No puedes hacer nada con un hechizo tan débil!—
La bola de fuego se partió a la mitad y detrás del hechizo pude ver a Atsuya con su espada abajo, había cortado la bola de fuego… Pero tenía razón, el hechizo era débil.
— No me esperaba menos de alguien que puede pelear con mi padre!—
Tsu tenía los brazos extendidos a sus lados y en cuanto los juntó, unas rocas gigantes aparecieron a los costados de Atsuya amenazando con aplastarlo.
— Sigue sin ser suficiente —
Una sacudida de su espada fue suficiente para destruir la parte superior de una de las rocas, que luego usó como punto de apoyo para evitar la otra.
— Vamos, son dos. Cierto?— Él se burló con un gesto de su mano — Vengan!—
Entonces Tsu me dio una mirada, parecía irritada… Qué esperaba que hiciera contra eso?
De seguro si voy solo seré lanzada lejos con un golpe o quizás hasta que corte con su espada, no nos estamos jugando la vida en esta pelea así que por qué tendría que ir? De todas formas no es tan importante y no es que no vayamos a poder irnos, solo nos quedaríamos más tiempo. Ni siquiera sabemos dónde están los demás así que deberíamos estar agradecidos de que…
Entonces, una gran cantidad de agua fría cayó sobre mi cabeza.
Mire hacia un lado y Tsu estaba a mi lado.
— Despierta de una vez! Si esto fuera una pelea real ya estarías muerta —
Pero…
—…Pero no lo es — No pude evitar decir lo que estaba en mi mente.
— Tú… Me da igual lo que pienses, ahora necesito tu ayuda. Crees que los demás van a esperarnos? Si no podemos ir ellos simplemente atacaran sin nosotros —
…Supongo que Vincent parecía alguien así, e Ikaros definitivamente lo seguiría. Krim… no lo sé, pero no creo que simplemente los dejaría ir por si mismos.
— Yo crearé una apertura, tú serás la que lo golpee —
—…Por qué no lo haces tú? Puedes aprovechar tu rango —
— No es suficiente, mis ataques tienen poder pero no cantidad o mucho control. Él puede hacer lo mismo que hizo antes — Entonces se detuvo y me miró con una fuerza impulsada por el enojo en su mirada — Pero como solo necesitamos golpearlo una vez, tu fuego no sería ideal?—
— Mi fuego…—
Y qué pasa si no puedo controlarlo? Él es muy fuerte pero… y si no basta? No puedo hacer nada sin ir con todo, pero si lo hago qué pasaría? No, para empezar no puedo hacerlo… Es demasiado fuerte para solo nosotras dos, aun cuando es más débil que Caith Sith.
— No puedo… él es demasiado fuerte — Le respondí sinceramente, no me podía imaginar ganando contra Atsuya.
— Lo sé, no te estoy pidiendo que ganes por tu cuenta —
— Entonces…!—
— Por eso mismo necesito tu ayuda, yo tampoco puedo hacerlo sola. Necesitamos actuar como un equipo —
Un equipo… si las dos fuéramos con todo, podríamos ganar?
Creo… creo que comienzo a ver una posibilidad. Si es así… yo…
—…Té ayudaré —
— Bien. Recuerda, yo lo distraigo y tú lo quemas con todo lo que tengas —
Quemarlo con todo lo que tengo… No estoy del todo segura de que esté haciendo lo correcto, pero no puedo abandonarla luego de decir que me necesita.
— Terminaron de hablar?— Atsuya tenía su espada al hombro y una sonrisa en el rostro, pero sus ojos no estaban sonriendo — Quizás tenga que ir yo a buscarlas —
— Ya sabes qué hacer!—
Tsu levantó ambas de sus manos al cielo, un montón de rocas comenzaron a acumularse allí, todas ellas parecían lanzas.
— Ahora esquiva esto!— grito ella.
Sus manos comenzaron a subir y bajar como locas mientras las lanzas de tierra caían como lluvia al suelo. Poco a poco comenzaron a desaparecer por simples golpes de la espada de Atsuya, definitivamente no tenían mucho poder.
— Trucos baratos —
Entonces todas las lanzas comenzaron a acoplarse en grupos de a tres, finalmente combinándose en lanzas más potentes.
— Te toca — Murmuró ella.
Sin pensarlo dos veces comencé a correr hacia él, rodeando desde un costado.
Por supuesto, él lo notó inmediatamente y movió su atención a mí, pero Tsu no te dejará pasar eso. Sabes?
Las lanzas de roca comenzaron a caer con una velocidad y fuerza completamente diferentes a las de antes, pero a cambio, Tsu parecía desgastarse con cada golpe que daba.
El poder de cada lanza era suficiente como para que Atsuya tuviera que golpear una de cada tres y evitar las otras dos. Esto era lo que estaba buscando!
Me acerqué desde atrás, esto es todo!
Pero él sacudió su espada en mi dirección. La presión me hizo retroceder instantáneamente. Él se volvió a girar a mí con su espada en alto…
Fallamos…?
— Esquiva esto imbécil!!—
Antes de que alguno de los dos lo notara, una sombra nos cubrió, oscureciendo el cielo mismo.
Atsuya se dio vuelta rápidamente a la par que yo miraba hacia arriba.
Una roca… No, una montaña de roca caía sobre nosotros.
El poder bruto podría ser menor que el ataque que usó contra Phrodiyia, pero esto definitivamente era del mismo calibre.
— Por fin algo interesante…— Estando cerca pude escucharlo, pero eso claramente era un pensamiento que dejó salir por error.
Él levantó su espada y tomó una postura.
Entonces, su espada bajó con una gran fuerza que me sacudió aun estando a su espalda.
La montaña había sido partida a la mitad y comenzaba a desaparecer… Eso no era solo fuerza o técnica, la tierra que Tsu había conjurado estaba desapareciendo.
No, no puedo concentrarme en eso ahora… Esta es mi oportunidad!!
Concentré mi poder en una mano y la extendí hacia Atsuya, debería ser suficiente para dañarlo un poco pero sin pasarme…
Solo un poco… Solo un poco… Solo… Y si no puedo controlarlo…?
En el instante en que dude, mi poder volvió a salirse de control y todo el fuego residiendo en mi cuerpo salió de una sola vez.
— Cuida…!—
Antes de poder terminar de decirlo, él ya estaba mirando en mi dirección. Entonces, el fuego lo envolvió.
Tsu podría no haberlo visto bien por la distancia a la que se encontraba, pero yo lo vi claramente. Atsuya dejó salir su energía y en cuanto entró en contacto con mi fuego, lo hizo desaparecer. El fuego solo desapareció en las zonas que su aura tocó, pero él definitivamente no recibió ningún daño.
Ahora era definitivo, no podíamos hacer nada más. Aunque quisiera no podría liberar más fuego, y de todas formas no me iba a arriesgar a fallar otra vez.
Ante esa muestra de poder, no pude sino que caer al piso sentada. No importa lo que hagamos, realmente tenemos oportunidad con Caith Sith?
— Bueno, supongo que perdí — Dijo Atsuya con una sonrisa — Ustedes dos eran mucho más fuertes de lo que me esperaba —
— Pero…—Comencé a murmurar. Sin embargo, fui interrumpida por Tsu.
— Jaja! Qué te dije!?— Gritó ella tendida en el piso… No era muy convincente.
— Waa~ Eres genial Atsuya~ — Dijo Ayuko con su usual tono monótono desde lejos.
…Definitivamente no lo dañamos.
— Sin embargo, ambas tienen muchos fallos. Ayuko también debió haberlo notado — Dijo Atsuya.
— Tsu no usó ningún hechizo y tiene mala eficiencia — Dijo ella.
Hm? Pero estuvo usando magia todo el tiempo…
— Kurai no tiene control de su poder y le da miedo usarlo — Continuó.
…Justo donde duele.
— Aunque ganaron, no puedo simplemente dejarlas ir… Siquiera tienen idea de a dónde tienen que ir?— Preguntó él.
Ahora que lo dice…
— No realmente, luego de separarnos no hemos sabido nada de los demás — Respondí. Tsu parecía realmente cansada, no se había levantado y tenía los ojos a medio cerrar… Tenía agotamiento mágico de nuevo?
— Qué les parece si hacemos un trato? Déjennos entrenarlas un poco y en cuanto sepan de sus compañeros pueden irse. Claro, el hechizo de recuperación es parte del trato —
Si alguien tan fuerte nos entrenara… No, no siento que eso fuera a ser suficiente. Pero quizás…
— Y si vienen con nosotros?— Pregunté.
Si vinieran tendríamos muchas más oportunidades de ganar la pelea que estando solo nosotros cinco. Bueno, seis si contamos a Bow.
— Ehh… Nosotros…— No parece que debería tener mucha esperanza.
— Quiero ayudarlas —
— Eh?—
La que elevó su voz apoyándonos fue Ayuko.
— Quiero ir con ellas y salvar a la gente, Atsuya — Siguió ella, su mirada era un poco diferente que antes, tenía determinación.
—…Aún después de todo lo que pasó cuando no-…—
— Eso no importa, quiero un mundo donde podamos vivir tranquilos, los dos —
Qué pasó en su pasado? Por qué viven alejados de los demás? Qué hace que Ayuko tenga esa determinación…?
—……Entiendo. Cuando sepan de sus compañeros, Kurai y Tsu, iremos con ustedes —
Habíamos ganado unos fuertes aliados para nuestra futura batalla.
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