<<42>> — Palabras
El dragón gigante miraba hacia abajo, a Lucella, con sus alas heridas plegadas.
La montaña, que había estado envuelta en un frenesí, había recuperado su calma ahora, y un humano y un dragón estaban cara a cara. Lucella tragó con fuerza, tomó un profundo respiro, y se puso el anillo de Giselle.
“Puedes entender mis palabras?”
“………Sí.”
La voz de Kafal sonaba como un simple zumbido, pero Lucella entendió el significado detrás.
Gracias al poder del anillo, Lucella ahora entendía la esencia del Dragoniano. Si los lenguajes humanos eran como una figura dibujada en papel, entonces el lenguaje de los dragones era un objeto tridimensional.
El Dragoniano parecía como un tipo de telepatía ligada por zumbidos, pero en realidad tenía muchas más capas que eso y era difícil de entender a menos que supieras cómo escucharlo.
“La razón por la que entré a la montaña…”
Lucella habló palabras que habrían sonado como una serie de sonidos incomprensibles a los oídos humanos. Pero el actual él sabía como mezclar significado en ello.
El dragón carmesí bajó los ojos en silencio.
“Estoy consciente de ello. Aunque solo pude entender la mitad de lo que decías, no es difícil entender la situación con algo de deducción.”
“Entonces por qué?! Por qué no me hiciste nada cuando lo supiste?! Intenté robar tu precioso huevo…”
Todo eso salió como un pequeño sonido. Las conversaciones de los dragones funcionaban poniendo muchos matices y emociones densas en tales palabras.
Lucella había recuperado sus memorias luego de ir a la ciudad e investigar su propio pasado por coincidencia.
Aprender que había apuntado a robar el huevo de Kafal tuvo un gran impacto en él. Y Kafal debería haber escuchado eso al mismo tiempo que él. Sin embargo, su reacción hacía difícil suponer qué estaba pensando.
Era algo sobre lo que tenía todo el derecho de enojarse y matar a Lucella. Él incluso pensó que no le molestaría si pudiera servir como expiación. Incluso se preguntó si Kafal no pudo entender lo que había hecho Lucella. Pero parecía que lo entendía bien.
“Si hubieras logrado robar mi huevo, te hubiera hecho sufrir todo el dolor que este mundo puede ofrecer. Sin embargo, existe una diferencia entre la ira y el odio. Si intentaste robarlo para salvar a un ser querido, entonces fue simplemente un choque entre dos vidas como parte del orden natural. Aunque eras un enemigo que tenía que repeler, ese sería el alcance de mi odio hacia ti. Pero como fallaste en tu intento, ese asunto está cerrado.”
“Pero aun así…!”
“Su fuéramos a comparar pecados, el acto de llevar a cabo una mala acción sería mayor que el pecado de intentarlo y fallar.”
Cuando Kafal dijo la palabra “pecado”, parecía llevar un peso tangible en ella.
“A qué te…?”
“Me refiero al hecho de que te quité al mundo humano.”
Lucella tomó un momento para comprender el peso de la impactante declaración de Kafal. Pero la voz de Kafal tenía un profundo arrepentimiento.
“Cuando te encontré en la montaña, pensé que habías perdido todo y estabas lleno de un resentimiento contra el mundo. Resonó con mi propio sufrimiento al haberlo perdido todo, y sentí un fuerte impulso de protegerte… Fue la primera vez que había encontrado a un humano que era tan frágil y entrañable. Hasta ese momento, solo había conocido a humanos que eran lo suficientemente fuertes para competir con bestias mágicas poderosas o tan resistentes como para sobrevivir en zonas donde viven los dragones.”
“Ya veo. Hay pocos que vienen a lugares como este, y aquellos que lo hacen generalmente son todos así…”
Era probablemente su primera vez viendo a alguien entrar a escondidas que podría ni siquiera poder derrotar a una rata gigante, y para qué hablar de Variantes.
…Incluso si alguien así intentara entrar a escondidas, normalmente morirían antes de siquiera encontrar a Kafal. Esa es la clase de lugar que era el hábitat de un dragón.
Y así, ella decidió querer a la pequeña cosa que había encontrado.
“Tomé la decisión de aislarte del mundo humano, con la intención de proveerte una sensación de saciedad y felicidad bajo mi cuidado, y ayudarte a olvidar tu resentimiento contra el mundo exterior… Así, te nombré como mi hija, que perdí antes de que pudiera nacer, completamente consciente del significado de esta acción y sus consecuencias. Te traje a mi nido no como un humano, sino que como el reemplazo de un dragón.”
“Quieres decir… que mi antiguo nombre desapareció del mundo junto a mis memorias, no como un efecto secundario no intencionado, sino que, como algo que planeaste desde el inicio?!”
El significado de un dragón otorgando un nombre. El dragón en cuestión sabía muy bien cuál era. Lucella sabía el significado del nombre mejor que cualquier otro. El nombre que se suponía iba a ser dado a su hija se le fue otorgado a él.
Los dragones eran formas de vida fuertemente entrelazadas con el funcionamiento del mundo.
Cuando Kafal le otorgó un nombre, fue marcado como la “hija del dragón”, lo que estableció esta verdad en el mundo.
Esto hizo que Lucella experimentara una transformación a una chica joven, así como le permitió poseer poderes draconicos que sobrepasaban a los humanos, y finalmente, enturbió sus memorias de alguna vez haber sido humano y removió el nombre de ■■■■■ del mundo.
“Pero resultó que no habías perdido nada. Habías dejado muchas cosas en el mundo humano, del que te había privado. Incluso tomé la ‘muerte’ de tu ser querido de ti… Lo siento mucho…”
Lucella contuvo la respiración.
Mientras se buscaba a si mismo en la ciudad, había aprendido que no era mal visto por la gente alrededor. También supo que había dejado una clara marca en este mundo.
Y Kafal también sabía eso. Si Lucella fuera a una ciudad humana, al final, sería capaz de vivir como un humano. Esa era la razón de que actuara tan deprimida. Pensó que había recogido a un humano que lo había perdido todo, pero resultó que ella fue quien le había robado todo lo que aún tenía.
Lucella no logró salvar a Giselle. Pero de nuevo, desde un inicio, nunca tuvo un modo de salvarla. Lucella no pudo ver a Giselle al momento de su muerte. Sin embargo, si Kafal no lo hubiera acogido, hubiera muerto de todas formas, así que era difícil culpar a Kafal de esto.
Lucella se había olvidado de Giselle por completo. Esto era… parecido a robar su ‘muerte’ de él. Después de todo, no fue capaz de llorar por ella hasta ahora.
Quizás no estuviera del todo mal llamar al afecto de Kafal egocéntrico.
“Dime. Contéstame. Soy un dragón y tú un humano. Se supone que vivamos… como se nos ha determinado?”
Preguntó Kafal con gran intensidad, sus ojos ardiendo con el color del sol poniente. Lucella quería negarlo, decir que era absurdo. Pero por qué era eso? Tenía una respuesta clara, pero no podía explicar el razonamiento detrás de ello y se encontró a si mismo sin palabras.
Mientras pensaba en ello, por alguna extraña razón, sintió que era una situación chistosa.
“Heh… hahaha!”
“…Por qué te ríes?”
“Digo, finalmente tenemos una conversación significativa, pero tenía que ser sobre separarnos. Sonaba como algo directo de una novela sentimental y no pude evitar reír.”
Pensándolo con calma, Lucella encontró toda la situación chistosa y no pudo hacer más que reír.
Se dio cuenta de que la pesada carga que llevaba en su corazón no tenía sentido, y aliviado de finalmente dejar ir sus sentimientos.
“Antes… Dije que no me molestaría si me mataras por el asunto del huevo.”
“Por qué?”
“Bueno… Tengo varias razones. Lo primero que sentí fue lástima por ti, por cuidar a alguien que quería robar tu huevo.”
“Eso es…”
“Pero eso no pasó. Decidimos disculparnos y confesar nuestros secretos por el bien del otro, a pesar del hecho de que saber sobre nuestras acciones pasadas podría separarnos. Eso… es a lo que se reduce todo, no es así?”
Ambos intentaron resignarse por el bien del otro. Debería ser llamado una tragedia o una comedia? No, ninguna de esas se necesitaba aquí. Cómo podrían este humano y dragón contentarse con algo aparte de un final feliz!!
“Nos conocimos después de hacer cosas egoístas. Quizás nuestra transitoria relación fue construida sobre engaños. Pero eso no significa que la felicidad, el calor y todo lo demás que sentimos durante ese tiempo también fue falso. Al final, ambos salvamos al otro sin pensar sobre nosotros mismos. Así que no digas algo tan triste como que esta sea nuestra despedida. O qué, quieres que lo diga correctamente?”
Lucella se reía con toda naturalidad mientras miraba a Kafal.
Kafal se disculpó, sintiendo el dolor de un insignificante y pequeño ser. Siendo así, ahora era el turno de Lucella para dar un paso adelante. Para poder graduarse de ser algo preciado de un poderoso dragón, y volverse su hija.
“…Si estás dispuesta a perdonarme, entonces seré tu hija. Así que, sigamos juntas, mamá.”
“Lucella…!!”
Abrumada, Kafal llevó su gigante hocico a Lucella, que aceptó el gesto.