<<9>> — Crecimiento anormal
Acercándose el mediodía, Gemel finalmente se despertó y visitó la sucursal del gremio, lo que sobresaltó a la recepcionista a cargo.
Rápidamente cambió a su habitual sonrisa de negocios, pero aun así resultó ser suficiente para irritarlo.
«Hey.»
«B-Buenos días, Sr. Gemel.»
«Hay alguna misión nominada?»
Gemel había estado visitando el gremio una vez cada dos o tres días últimamente, e hizo la misma pregunta.
“Ninguna por ahora…”
“……Haa. Siquiera lo estás intentando? Será mejor que no las estés ocultando, me escuchas?”
Acercó su rostro amenazantemente, haciendo que la recepcionista agachara la cabeza mientras temblaba.
“Solía ser nominado a misiones todo el tiempo. Ustedes bastardos, están deteniendo las misiones dirigidas a mí?”
Las misiones dirigidas a aventureros específicos daban una parte más grande de la recompensa fija a su destinatario.
Para el Séptimo Dado, que estaba ligeramente por encima de los rangos medios, las misiones nominadas parecían muy atractivas. Como no podían soportar hacer las misiones normales que tenían misiones basura mezcladas entre ellas, Gemel había decidido simplemente esperar a que los nominaran a una misión en su lugar.
Creía por completo que habría trabajo esperándolo cada vez que viniera.
Sin embargo, no apareció nada sin importar cuánto tiempo esperó. Anteriormente, solía haber tantas misiones nominadas que incluso tenía la opción de rechazar las que no le gustaban.
Era natural que Gemel comenzara a preguntarse si esto era una represalia del gremio por el incidente anterior.
“Um, nosotros… el gremio no está involucrado en la adquisición de las misiones nominadas. Lo más probable es que su gerente negoció directamente con los clientes y les pidió que emitieran las misiones a través del gremio…”
“Huuh?”
La recepcionista refutó su afirmación mientras temblaba. Y ella una vez más le recordó al único chico que no quería recordar.
—Ese tipo otra vez? Esto me enferma…
Gemel no pensó ni por un momento que lo que había hecho hubiera sido un desperdicio o un error.
Sin embargo, el darse cuenta de que el incompetente ■■■■■ al que había estado menospreciando solía mantener su sustento lo hizo sentir como si una parte de él estuviera hecha de ese parásito incompetente, y eso lo disgustó mucho.
«Um, vas a aceptar alguna otra misión?»
«Olvídalo!»
Chasqueó la lengua escupiendo un poco y salió del gremio con pasos pesados.
“Gemel, volviste!”
«Hah? Qué ocurre?»
Justo cuando Gemel regresaba a la casa alquilada de su grupo con un montón de alcohol para quitarse las preocupaciones, los tres miembros de su grupo corrieron a la entrada para encontrarse con él.
Sus expresiones eran tensas como las de los aventureros novatos cuando luchan contra monstruos por primera vez. Ciertamente no son expresiones que harían aventureros habilidosos como ellos.
«Oye… Mira esto.»
Gemel fue arrastrado al interior por ellos y le mostraron una placa de plata sobre la mesa.
“Es la tarjeta de aventurero de ese bastardo?”
Gemel la levantó con curiosidad, pero entonces, su expresión inmediatamente se volvió similar a la del resto.
Nombre: ■■■■■
Lv3
HP – 621/621
MP – 1090/1090
ST – 559/559
STR – 17
MAG – 43
AGI – 15
DEX – 12
VIT – 39
RES – 78
“Qué… diablos es esto.”
El rostro de Gemel palideció ante las cifras numéricas imposibles enumeradas en la tarjeta del aventurero con el nombre borroso.
“Estábamos hurgando en el equipaje de ese tipo para encargarnos de él y la encontramos así.”
“Gemel, cuáles son tus parámetros?”
Gemel sacó su propia tarjeta de aventurero ante esa pregunta.
Nombre: Gemel
Lv22
HP – 139/139
MP – 5/5
ST – 112/112
STR – 24
MAG – 3
AGI – 14
DEX – 14
VIT – 19
RES – 16
10 se considera promedio, excluyendo la magia.
20 se considera de primera clase o talentoso.
30 se considera sobrehumano, o tal vez una persona con madera heroica.
Los humanos tenían diferencias en el crecimiento basadas en su talento, pero todos perfeccionaban sus habilidades a través del entrenamiento.
Y eventualmente, excederían el límite de su cuerpo.
En términos del puntaje de habilidad, 30 ya se consideraba más allá de las limitaciones físicas del cuerpo humano. Ya estaba al nivel de la magia en forma de cuerpo.
Sin embargo, los valores de ■■■■■ en su tarjeta de aventurero superaban fácilmente incluso eso.
Su HP y MP eran particularmente extremos. Incluso héroes, de los que cada reino solo tenía unos pocos, tenían valores en los 200. Incluso 300 ya era imposible.
Gemel había estado haciendo buenos trabajos últimamente, por lo que su cuerpo estaba bien pulido. Francamente, sus parámetros eran algo de lo que presumir. Los clientes que sabían cómo leer los parámetros quedarían impresionados y confiarían en su fuerza con solo ver esos números.
Sin embargo, incluso si algunos de sus parámetros ganaban, aún eran triviales en comparación con los de ■■■■■.
«Esto es una locura. Su poder mágico y MP…»
«Cuántos magos de primera clase tendrías que juntar para esto?»
“Su vitalidad también está fuera de la norma.”
«Se siente como si solo se encogería de hombros si un dragón lo mordiera.»
«En serio, qué diablos siquiera significa que su resistencia sea 78?»
“Todos sus parámetros son básicamente valores imposibles. No moriría incluso si el señor de los demonios lo maldijera.”
La tarjeta de aventurero que conocían bien tenía valores imposibles en ella, lo que la hacía sentir espeluznante.
Todos miraban la placa plateada como si sus ojos estuvieran pegados a ella.
“T-tal vez se rompió, después de todo. No hay forma de que los humanos puedan llegar a ser tan fuertes. Mucho menos ese parásito.”
«Gemel, tú eres el que dijo que las tarjetas de los aventureros no se rompen.»
“Pero no es como si no pudiera pasar nunca, bien?! Solo quise decir en general!”
Gemel se dio cuenta de que su voz era rígida.
«Oye, solo deshagámonos de esto de una vez…»
En poco tiempo, alguien dijo eso.
«Cómo? Sería peligroso si alguien lo encuentra. Y no es fácil de romper.”
Con calma, con mucha calma y cuidado, Gemel tomó su decisión.
Francamente, quería tirar a algún lado una cosa tan siniestra como esta tanto como ellos. Pero a menos que se le ocurriera una forma adecuada de deshacerse de algo tan problemático, solo provocaría problemas en el futuro.
“Podemos simplemente ignorarlo. Solo guardémosla en algún lado.”
«Sí, nadie la va a encontrar.»
Todos asintieron.
Pero ninguno de sus rostros tenía confianza o compostura.
«Y si esto no está rota…?»
Alguien habló. Tal vez incluso fue el propio Gemel.
Eso debería ser imposible, pero nadie podía hablar para negarlo, como si una roca invisible les hubiera aplastado la garganta.
Y recuerden niños, no procrastinen.
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