Capítulo #18 – El primer final
Frente a mí, dos monstruos más allá de la humanidad se enfrentaban.
Haces de luz eran disparados por toda la habitación y chocaban contra rayos que parecían venir de ninguna parte. El ruido de las explosiones sónicas resonaba por todas partes mientras las paredes eran destruidas por los ataques de esos dos a los que no podía seguir con la mirada.
En cierto punto ambos se detuvieron, uno frente al otro en medio del aire. El monstruo de nuestro lado estaba herido por todas partes con un gran agujero donde debería haber estado su estómago, mientras que ese ser al que enfrentaba con suerte tenía rasguños. Hablaron un momento y luego un gran destello me cegó.
Todo el lugar tembló y el ruido del castillo siendo destruido frente a mí me sacudió por dentro. Sin darme cuenta di un paso atrás.
Entonces… todo se calmó.
Como si el tiempo volviera a correr, los restos del techo y algunos muros cayeron al piso con un ruido estruendoso. Parecía como si alguien estuviera diciendo algo, pero no pude escuchar el qué.
El polvo de los escombros se dispersó y finalmente pudimos ver el resultado de la pelea.
Los dos seguían allí, pero parecía como si con suerte siguieran con vida.
Al ángel le faltaba una gran parte de su torso y ninguna otra parte de su cuerpo estaba ilesa. Por alguna razón no estaba sangrando, pero era definitivo, nadie podría sobrevivir a heridas así. Ni siquiera el Rey Demonio.
Pero Krim estaba mucho peor. Desde las rodillas para abajo le faltaban las piernas, su estómago ya no estaba ahí, su brazo izquierdo y parte del torso eran una masa sanguinolenta y todas las grietas oscuras de su cuerpo sangraban lo poco que quedaba de vida en él.
…Aún si no está muerto ya, definitivamente va a morir. Pero… al menos tengo que ir a-!
Antes de siquiera terminar de pensarlo, una figura pasó junto a mí corriendo en dirección a lo que quedaba de esos dos. Era Bow.
Supongo que es normal que vaya a verlo, aún con todo lo que hizo sigue siendo su padre. Mataría por tener la oportunidad de ver al mío aunque sea una vez más… Seas un demonio o no, eso es constante, no?
Pero ella se detuvo junto a Krim ignorando al ángel moribundo.
Caith Sith vio eso y dejó salir una sonrisa triste antes de caer de espaldas. Había muerto.
Sacudí la cabeza para salir de mi estupor y corrí junto a Krim al igual que Bow.
Ella lloraba sin parar mientras movía sus manos en el aire, comenzando a hacer algo pero deteniéndose antes de intentarlo. De su boca salían palabras ininteligibles de las cuales pude entender uno u otro ‘Krim’ o algo similar.
Él seguía respirando… o algo así. Sus pulmones estaban perforados en varios lugares y podía ver el movimiento de sus órganos ligeramente expuestos al intentar respirar. Pero aunque respiraba, su mirada no apuntaba a ningún lugar. No podía vernos y quién sabe si notaba que estábamos aquí de un modo u otro.
Al final, Bow terminó tomando su mano y llorando con todo su cuerpo temblando. Yo solo me quedé ahí, mirando sin poder hacer nada.
Detrás de mí escuché unos pasos acercándose. Voltee mi cabeza y vi a Tsu e Ikaros en un estado similar al mío.
No estábamos realmente tristes por esto, somos compañeros que pasaron por un par de situaciones difíciles pero no tenemos un vínculo muy fuerte. No puedo llorar su muerte como lo hizo Bow, pero no puedo evitar sentirme inútil.
De seguro si no estuviera en estas condiciones se despediría y ya, probablemente no le importábamos en particular y hacía todo esto por sus propias razones, pero… esta sensación desagradable no se está yendo a ninguna parte. Al contrario, no deja de aumentar mientras más pienso en ello.
No podía haber hecho eso…? O esto otro…? Si hubiera hecho esto…? Ah, culpa. Eso es.
Me siento culpable por no haber hecho nada.
— No puedes hacer nada…? Tsu?— Preguntó Bow sin esperanza en su voz.
— No, lo siento… No creo que nadie pudiera salvarlo en este punto — Respondió ella.
—……Lo sé — La demonio había dejado de llorar y su mirada parecía diferente de algún modo.
No tenía nada que decir, así que me quedé en silencio. Nada ocurría, o quizás ya todo había acabado. El ruido fuera del castillo había desaparecido en algún punto sin que me diera cuenta y solo ahora que todo se ha detenido lo pude notar. La batalla había acabado en todos los frentes.
Y ahora qué…? Qué pasa cuando todo termina?
Mientras divagaba, el ruido de los pasos de alguien corriendo en nuestra dirección en medio del silencio llamó mi atención.
Me voltee y vi a Kurai llegar corriendo entre los escombros del lugar. Ella se detuvo a medio camino y nos observó a todos, Bow y Krim estaban detrás de nosotros así que podría no haber sido obvio a primera vista, pero pronto los ojos de Kurai comenzaron a temblar. Se acercó caminando lentamente y pasó junto a nosotros sin decir nada hasta llegar junto a él.
— Krim… Krim!— Gritó Kurai.
Él pareció responder un momento, y con una voz débil y destruida, habló.
— Aahh… Realmente… qué es… un héroe? ……Ahora… ninguno de nosotros es un… héroe —
Su respiración se detuvo y el sonido que producía intentando mantenerse con vida llegó a su fin.
Una llama oscura se levantó de su mano y desapareció en un instante, pero ninguno de nosotros lo notó ni mucho menos logramos entender lo que llegaría a ocurrir por eso. La muerte de Krim nos había golpeado más fuerte de lo que cualquiera de nosotros estaba preparado para vivir. Se supone que la muerte de alguien es algo normal en una aventura como esta, pero todas nuestras victorias hasta entonces nos habían hecho confiarnos más de la cuenta.
Kurai cayó de rodillas al piso, una de sus manos cubría su boca y la otra estaba en su estómago, sus ojos no dejaban de temblar y daban vueltas por toda la habitación hasta que… se desplomó.
Tsu se apresuró a detener su caída, pero no había nada que pudiéramos hacer por ella. Solo esperar.
— Volvamos al barco… Atsuya y Ayuko están esperando también — Les dije al resto.
Este no era un buen lugar para quedarnos, y teníamos que llevar el cuerpo de Krim a otro lugar. Cualquier otro lugar.
Los demás parecían estar de acuerdo, así que Ikaros tomó a Kurai y la puso en su espalda para volver al barco. Yo decidí llevar el cuerpo de Krim.
— No voy a ir con ustedes —
Pero la voz de Bow hizo que nos detuviéramos.
— Tengo… algo que hacer — Dijo ella.
Algo… Ah.
— Vas a enterrar el cuerpo de tu padre?— Le pregunté.
— No… Es solo un cuerpo, hay algo mucho más importante que tengo que hacer — Su mirada parecía decidida.
— Es el adiós entonces…? Antes de que te vayas, lo siento por cómo te traté antes… Supongo que no todos los demonios son malos — Respondí.
Después de todo lo que pasó, al menos debería decir esto. En la memoria de Krim.
Las demás también se despidieron sin grandes palabras ni nada especial. Él era el único que realmente se había acercado a ella así que fue algo incómodo, pero creo que todos estamos algo agradecidos de que haya luchado junto a nosotros.
Nos íbamos a separar, pero alguien estaba esperando en la entrada del lugar.
— Así que el electricista terminó muriendo, eh — Dijo Daemon con un tono burlón.
…
Decidí ignorarlo, no valía la pena responder a algo así. Simplemente pasé a un lado de él y seguí caminando. Tsu siguió justo detrás de mí. Ikaros se detuvo un momento, pero no demoró mucho en seguirnos también.
Detrás de nosotros pude escuchar a los dos hijos de Caith Sith hablando.
— Daemon… puedes ayudarme?—
— Tú me estás pidiendo ayuda?—
— No vas a ayudarme, cierto…?—
— Tus elecciones te llevaron aquí y a dónde vas a llegar —
—……Adiós, Daemon —
Si alguno de los dos volvió a decir algo está más allá de lo que sé. Nosotros solo seguimos caminando.
Al rato salimos del castillo. Justo afuera Atsuya nos esperaba sentado junto a Ayuko, que dormía usando las piernas de su hermano como almohada. No había ningún demonio a la vista ni tampoco sangre o algo parecido… qué pasó con todos aquí?
— Ya se estaban demoran-… Ese es Krim?— Su expresión cambio de una relajada a una tensa de golpe —…Lo lograron, verdad?—
—…Sí, pero terminó en esto al final — Respondí mientras dejaba el cuerpo de Krim en el piso — Subestimamos demasiado a Caith Sith…—
— Realmente esperabas enfrentar a ese monstruo sin que nadie muriera…? Y la chica demonio también está muerta?—
Parecía calmado, acariciaba el cabello de Ayuko mientras hablaba de algo como esto sin mostrar ni una pizca de preocupación en la mirada. Estaba acostumbrado o solo era insensible?
— No, solo se fue por su camino…—
— Hm, supongo que está bien. Descansen un momento aquí, no quiero despertar a Ayuko y tenemos que hablar un par de cosas —
Miré a Tsu e Ikaros a mi lado, las dos parecían muy cansadas y el barco aún está lejos. Bien podríamos parar unos diez minutos.
Me alejé un poco del cuerpo de Krim sin saber qué hacer con él y me senté cerca de los dos hermanos junto con Ikaros y Tsu. Kurai seguía inconsciente.
— Y qué pasó con la chica de fuego?— Preguntó Atsuya.
— Está así desde que vio a Krim — Respondió Tsu.
— Entonces no es nada físico?—
— No debería serlo…—
Tsu revisó a Kurai con cuidado, pero no encontró ninguna herida importante. Aún así, no solo no despertaba, sino que tenía una fuerte fiebre.
— Déjala descansar, de seguro luego estará mejor… Ahora, a algo más importante — Siguió Atsuya — Qué crees que pasará después de esto?—
Mis pensamientos se detuvieron.
Después de esto…? Nada, verdad? Solo volveremos a lo que sea que hiciéramos antes. Yo seguiré aventurándome con Ikaros, Tsu volverá a sus clases y Kurai… hará algo.
…
No, no es así. Las cosas cambiaron aunque sea solo un poco, pero… eso es todo?
— A qué te refieres con eso?— Le pregunté.
— No pensarás que Caith Sith era la raíz de todos los males, cierto?—
…Ah.
Varias personas han dicho que Caith SIth cambió de repente, que no era él mismo.
— Dices que hay alguien más detrás de todo esto…?—
Entonces, qué tal si él solo era controlado por alguien más?
— Exacto… has oído de la leyenda de los cinco héroes?—
Le leyenda de los cinco héroes… Es una historia para niños que cuenta de un Señor Demonio del pasado que fue derrotado por un héroe a costa de su vida. Se dice que ese Señor Demonio volverá a la vida e intentará destruir el mundo una vez más pero será detenido por cinco héroes legendarios.
Todos conocen esa historia, o al menos una versión de ella. Cuando conocimos a Caith Sith nos dijo que nosotros éramos esos héroes.
…Ahora que lo pienso, vencimos al Rey Demonio. Bueno, Krim lo hizo.
— Sí, pero qué tiene que ver con todo esto?— Pregunté confundido.
— Es algo que no muchos saben, el nombre de ese primer Rey Demonio era Lucifer Sith —
— Sith… Cómo Caith Sith?—
— Correcto, es su hermano en realidad —
— Eh? Entonces dices que él está detrás de todo…?—
— Es posible… supongo. El punto es que hay una amenaza más dando vueltas y deberían estar preparados. La próxima vez no tendrán una salida fácil como la que les dio Krim —
…Tendremos que ganar con nuestra propia fuerza.
Si es alguien que controlaba a Caith Sith debe ser al menos más fuerte que él así que… no es posible ganar con cómo somos ahora. Tengo que volverme más fuerte.
— Por eso… qué van a hacer ahora? No solo tú, Vincent. Tsu, Ikaros… y Kurai cuando despierte. Qué planean hacer de ahora en adelante?—
La sonrisa relajada de antes volvió a su rostro.
— Yo al menos voy a pelear por este mundo, vivo en él así que no tiene sentido intentar escapar — Dijo él — Pero quizás ustedes no sienten lo mismo… o tienen miedo. Al final, es su decisión —
Yo… está claro lo que voy a hacer.
Mi deseo no ha cambiado, voy a ser un héroe. En especial luego de haber visto morir a uno otra vez, tengo que poder salvarlos a todos.
Abrí la boca para responder, pero alguien se levantó y habló antes de que pudiera decir cualquier cosa.
— No cuenten conmigo — Dijo Kurai.
Todos nos quedamos en silencio, incluso Atsuya perdió su sonrisa relajada. Ella parecía cansada, no era solo que estuviera encorvada en su lugar ni que sus ojos estuvieran dirigidos al suelo, no. Era peor, mucho peor.
Su piel estaba pálida, su cuerpo temblaba ligeramente como si tuviera una fiebre e incluso se tambaleaba en su lugar cada par de segundos. Su mirada estaba fija en un punto vacío del aire, sus pupilas temblaban casi imperceptiblemente, como si viera algo que no estaba allí. Y aun así, su expresión no era una de pena ni enojo, solo parecía infinitamente cansada.
Nadie sabía qué decir, estaba incluso peor que antes de que cayera inconsciente.
Ella se levantó de su lugar y comenzó a alejarse de nosotros caminando.
Sin pensarlo dos veces, me levanté y la tomé del brazo.
No tengo una razón para detenerla. No tengo el derecho de hacerlo… pero, ella es una de nosotros. Verdad? Somos los cinco héroes y tenemos que defender el mundo… verdad? Tengo que detenerla, siento que tengo que hacerlo y estoy seguro de ello. Pero realmente es así? Krim dijo que no éramos héroes… él fue el único que pudo derrotar a Caith Sith con quizás un poco de mi ayuda. Pero entonces, son necesarios cinco héroes…? Puedo obligarla a quedarse con nosotros por algo así?
…Pero, aun así pienso que debería estar con nosotros. Al menos tengo que saber por qué quiere dejarnos.
Puse un poco de fuerza en mi mano, suficiente para detenerla pero no para hacerle daño. Entonces, abrí la boca y…
— Ku-…— Me detuve en seco.
Ella volteó la cabeza y me dirigió una mirada llena de odio. La solté y retrocedí un paso de golpe, mi mente no procesó lo que hice, me moví puramente por instinto. Mi mano estaba extrañamente caliente, no lo suficiente como para quemarme, pero si no hubiera retrocedido… ella…
Kurai volvió a darnos la espalda y siguió caminando. Tsu intentó decir algo, pero esta vez Atsuya la detuvo.
— Déjala. Necesita su espacio, alejarse un poco por un tiempo… Sé cómo es eso — Dijo él.
— Pero está débil y… Tú también la viste! No puedo-… No podemos dejarla irse así… — Respondió Tsu.
— No, por eso mismo no hay problema en dejarla ir — Siguió Atsuya — No puede ir muy lejos, así que no hay problema en darle lo que necesita —
— Supongo… pero… No importa, tienes razón — Aún parecía algo renuente, pero terminó aceptándolo. Yo también, en especial después de lo que acabo de hacer, no parece buena idea ir a buscarla ahora.
— Bien, sigamos en lo que estábamos antes — Continuó él — Qué van a hacer ahora?—
Ahora… aún tengo un enemigo que derrotar. Quién sea que controlara a Caith Sith es una amenaza seria y no sabemos qué planea o cuándo va a actuar. Ya no tiene a Caith ni a su ejército, así que eso debería detenerlo un tiempo, pero… cuando llegue, necesitamos poder derrotarlo.
— Tenemos que volvernos más fuertes, al menos eso es claro — Respondí.
— Bien, tienes algo en mente?—
En este caso, sí, conozco a alguien que puede ayudar. Un anciano amigable que se apega demasiado a los demás, el dios del espacio y el tiempo Waytt.
— Tengo un lugar al que puedo ir, de seguro puede ayudarlos a ustedes también —
— Hmm… Lo discutiré con mi hermanita cuando despierte, ustedes?—
Ikaros seguramente vendrá conmigo, pero Tsu… no lo sé, simplemente eso. Aunque seamos compañeros, prácticamente no nos conocemos. Ahora que no hay una amenaza visible, quizás quiera volver a su hogar y seguir con su vida normal.
— No… No voy a ir contigo —
Me congelé de nuevo. No fue Tsu quien rechazó mí propuesta.
— Quiero viajar por mí misma, fortalecerme por mi misma… Quiero tener mi propia identidad, Vincent — Siguió hablando Ikaros — Es… Es un problema…?—
Su mirada daba vueltas por todas partes, intentaba evitar mirarme directamente… La he estado limitando…? Yo… no podría decirle que no. Igual que Kurai, no creo que sea buena idea separarnos, pero… No hay forma de que niegue una petición así.
— No… Está bien. Tú también, ten aventuras por el mundo —
De algún modo, siento que llegué a depender un poco de ella. Me costaba decir lo que debía.
— Solo… cuando te necesite…—
El resto de mis palabras no salían de mi boca… Pero ella lo entendió, quizás mejor que yo.
— Hm — Ella asintió — Estaré ahí —
Su sonrisa me hizo recordar aquello que ya había dado por sentado hasta el punto de no notarlo. Ella sigue siendo mi heroína, ella es quien me impulsó a aventurarme.
Aunque diga que quiere encontrar su identidad, ella ya es alguien importante para mí. Ella que no se rinde y sigue buscando quién es con una sonrisa en su rostro… Por eso mismo, si quiere viajar por su cuenta, solo puedo aceptarlo y esperar que sea feliz.
Siguiendo este patrón… Tsu también irá por su cuenta? Haaa… Esos hermanos tampoco parecen querer ir conmigo. Supongo que será solo mi maestro y yo, no es un problema pero es un poco… no lo sé, me molesta de algún modo.
— Puedo…?— Escuché una voz desde un costado.
Allí, una chica de mi edad intentaba sobrepasar su vergüenza y hablar.
— Pue-…! Puedo ir… contigo?— Preguntó Tsu con la cara roja.
— No… no hay nada más que quieras hacer?— Le pregunté con precaución.
— Entonces… no puedo?—
Se encogió en el lugar y bajó la mirada con la incomodidad marcada en su rostro… Ah, supongo que así estaría si me negaran algo que fue incluso difícil de pedir.
— N-no me refería a eso! Estaría encantado de que fueras pero… pensaba que tendrías algo más que quisieras hacer — Me apresuré a corregir lo que había dicho.
Eso significaba que…
Podía sentir los bordes de mis labios temblando ligeramente mientras evitaba sonreír. Solo necesito una confirmación más, una más.
— No tengo nada que hacer si vuelvo a casa de todas formas… y no quiero… No, no es nada — Respondió ella — Entonces puedo… puedo…? N-no me hagas repetirlo, ya me costó suficiente decirlo la primera vez…—
— Claro! Por supuesto! Yo debería estar pidiendo que vengas conmigo!— Respondí mientras dejaba salir la sonrisa que por poco podía mantener bajo control.
Sin pensarlo dos veces avancé hacia ella con los brazos abiertos para abrazarla y… ella retrocedió con una expresión extraña, como una combinación entre sorpresa y leve incomodidad.
— Ehh… no — Dijo ella.
— Ah, lo siento… No lo pensé bien — Respondí mientras daba un paso atrás. De seguro estaba rojo…
— No, no te preocupes… Es solo que no somos tan cercanos. Es raro —
—…Lo siento —
No… no soy el único que pensaba en los demás como amigos… Cierto? Podemos no conocernos tanto pero somos compañeros de batallas, no? Ugh…
El silencio incómodo se mantuvo por unos segundos, hasta que el sonido de una niña intentando no reírse resonó en el lugar. Aun usando las piernas de su hermano de almohada, Ayuko había despertado.
— Es de mala educación arruinar los momentos de los demás, hermanita mía — La reprendió levemente Atsuya con una sonrisa burlona en el rostro.
— Ahora que estamos todos en condiciones de movernos, qué tal si lo hacemos? Tenemos que buscar a Kurai — Siguió él poniéndose de pie.
No pude evitar notar que estaba tomando el liderazgo en lo que hacíamos, ahora que Krim no está, pensó que tenía que hacerlo él? Yo… Yo tendría que haber pensado en eso, tendría que haber tomado esa responsabilidad.
Da igual, tenemos que encontrar a Kurai para finalmente poder descansar un poco.
— No puede haber ido muy lejos con su condición actual, separémonos y busquemos por los alrededores — Les propuse a los demás. Yo también tengo mi orgullo y ya que Krim me dejó la responsabilidad, tengo que hacerlo.
Luego de eso nos separamos y buscamos cerca de los restos del castillo por nuestra cuenta, durante mi búsqueda pude ver que la pelea contra Caith Sith había dejado muchos más daños de lo que habíamos pensado. Partes de la montaña faltaban como si una gran espada las hubiera cortado, los haces de luz del ángel tenían esa clase de poder… Parte del bosque en la falda de la montaña y grandes partes del terreno habían sido reducidas a cenizas o incluso ahora seguían en llamas. Detuvimos un par de incendios, pero era simplemente aterrador que una pelea que había ocurrido dentro de una habitación a lo alto de la montaña hubiera causado tanta destrucción.
Al final, luego de dos horas de búsqueda, no pudimos encontrar a Kurai.
Decidimos reunirnos en el barco para buscar por aire, pero para el anochecer, aún no había rastros de ella.
Durante la madrugada del día siguiente a ese, cuando la posibilidad de encontrar a Kurai nos llenaba más de pesimismo que de esperanza, gastaba mí tiempo observando el bosque debajo de mí apoyado en la barandilla del barco. No esperaba encontrar a Kurai mirando de este modo, pero no podía solo dejar de hacerlo.
Nada en particular pasaba por mi mente, solo me sentía mal.
Unos pasos llegaron desde detrás y alguien se apoyó en la barandilla junto a mí mientras dejaba en el piso un bolso lleno de cosas. El sonido de sus alas moviéndose era suficiente para saber quién era.
— Hola, Ikaros — Le dije.
— Hola —
Nos quedamos en silencio viendo el paisaje. Qué estaría pensando ella? Ese bolso…
— Te vas?—
— Hm, quería despedirme…—
Entonces no va a seguir buscando a Kurai… o al menos no aquí, no con nosotros. No puedo culparla, sin importar lo que le haya pasado o donde esté, no es aquí. Tenemos que movernos, buscar de otro modo, en otro lugar.
— No te vas a despedir de los demás?—
— No, solo quería despedirme de ti —
—…No lo digas como si no fuéramos a volver a vernos — Voltee a verla.
— Hm — Ikaros asintió con esa sonrisa determinada suya — Entonces… Hasta luego, Vincent. Volveré siendo más fuerte… y podré estar a tu lado —
Solo sonreí. Eso era lo que ella quería hacer, lo único que puedo hacer es esperar que encuentre lo que quiere.
Ikaros extendió sus alas y saltó por la borda antes de alejarse volando. Solo entonces, cuando ella ya había desaparecido en el horizonte, pude volver a hablar.
— Cuídate Ikaros… Por favor, volvamos a encontrarnos en el futuro —
No podía evitar sentir que cuando volviera a verla, ya no sería la misma. No era yo quien decidiría si eso era algo bueno o no, pero me asustaba. No quería perder a mi amiga, a mi modelo a seguir. Pero por eso mismo, no podía pedirle que no se fuera.
Me quedé unos minutos más en ese lugar mirando en la dirección en la que Ikaros se fue. Luego, dejé ese lugar y preparé el desayuno para todos los que seguimos aquí.
Atsuya y Ayuko llegaron mientras lo preparaba, parecían tan cercanos como siempre, aunque la preocupación que sentían por Kurai también se notaba en ellos. Supongo que es normal, técnicamente pasaron más tiempo que yo con ella.
Yo mismo fui a despertar a Tsu y cuando nos sentamos los cuatro a comer, Atsuya pregunto:
— Y la chica con alas?—
— Se fue a algún lugar — Respondí.
—…Entiendo — Él le dio una mordida a su tostada y le dio una mirada a Tsu antes de volver a mí — Ustedes deberían hacer lo mismo —
Nosotros…? Tsu y yo?
— No podemos dejar a Kurai!— Dijo en voz alta Tsu.
…Ella es la más cercana a Kurai. De seguro se siente mal por haberla dejado irse al inicio. Yo lo hago, para Tsu debe ser peor.
— Siendo franco, ustedes dos no ayudan mucho — Siguió Atsuya — Vayan a entrenar o algo a donde sea que fueran a ir… Nosotros dos nos encargamos de encontrarla, eso al menos puedo jurarlo —
— Hm!— Lo siguió su hermana menor mientras comía.
…
—…Realmente está bien?— Pregunté.
— Vincent…!?— Tsu parecía sorprendida.
— Yo también… he sentido que no estoy haciendo nada aquí — Respondí a las dudas de Tsu — Tú también debes sentirte así, no? Tsu?—
Ella abrió la boca para responder, pero su cuerpo se relajó y ella bajó la mirada sin decir nada.
— Si puedo trabajar hacia algo más que vaya a servir en el futuro… entonces prefiero hacer eso. Pero no puedo dejar de buscarla — Continué —…Por eso, puedo confiar en ustedes?—
Él, como era de esperarse, dejo salir esa sonrisa relajada y respondió como si nada.
— Claro, también deja el barco en mis manos. Ayudará en la búsqueda, sabes?—
…De algún modo, creo que perdí algo.
— Tsu?— La miré.
— Hmm… Supongo que está bien — Respondió — Confío en ustedes —
Rato después, luego de haber juntado nuestras cosas, nos reunimos en la cubierta del barco.
— Todo listo?— Le pregunté a Tsu.
— Sí… Pero a dónde vamos a ir? Y más importante, cómo?— Respondió ella.
— Sobre el lugar… Bueno, ya lo verás. No te preocupes mucho —
— Eso no ayuda…—
Les pedí a los demás que dieran un paso atrás por precaución y luego de un momento para reunir energía di un golpe al aire, abriendo un agujero a otra dimensión.
— Oh, conque así se veía…— Dijo Atsuya viendo el portal — Supongo que esto es el adiós por ahora —
— Sí, espero que encuentren a Kurai pronto — Respondí.
— Suerte con su entrenamiento. Tsu, Vincent —
— Cuídense, fue divertida esa semana en la isla — Dijo Tsu.
Ayuko se adelantó y le dio un abrazo. Luego de un momento, retrocedió y se despidió sacudiendo su mano derecha.
Y así, con sonrisas en nuestros rostros, cruzamos el portal a otra dimensión.
Esto puede ser el final de nuestro primer viaje, pero ciertamente solo era el inicio para la gran aventura que serían nuestras vidas. Esto solo fue una introducción a todo lo que llegaría a ocurrir.
Final del primer arco.
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